Romina Torres miraba a sus alrededores, estaba absolutamente sola en la amplia sala de estar. Miraba a través de la ventana empañada mientras el televisor gigante proyectaba imágenes que para ella no tenían sentido. Se separó de la ventana y deambulo un tanto hasta llegar a la barra, acarició el mármol y le fascinó sentir la frialdad en los dedos. Volvió sus pasos hacia la mesita y se dirigió a la esquina donde estaba emplazado el lujoso piano de cola. Toco una por una las teclas hasta que sus dedos agarraron ritmo. La primer pieza ensordeció la habitación, llevando su melodía hasta la cocina y un piso superior solitario. Luego siguió la segunda y los dedos empezaron a acalambrarse hasta que finalmente marcó mal una nota y se desplomó berreando sobre las teclas blancas. Un grito desgarrador fue el que ahora se expandía por la casa, de frustración extrema, pero para variar su grito quedó un eco que tal vez, y solo tal vez, escucharían los vecinos si es que ellos no se habían ausentado de su casa también.
Romina Torres volvió hacia la ventana y observó la vereda. Tenía la esperanza de que el auto negro de sus padres apareciera en las calles de aquel rincón de la pequeña ciudad.
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Writober 2020 - Franco L. Fernández
Short StoryTengo unas ganas increíbles de arrancar este desafió. Mañana mismo empiezo a escribir... de todo... relato fantastico, ciencia ficción, terror, drama, fantasia epica... cualquier cosa. Vamos a hacer todo lo posible para llegar a cumplir e invito a...