Cuentas Pendientes

2 1 0
                                    

Los soldados de la Guardia Imperial, intercalados con la Guardia Cromada, abrieron su formación para dar paso a dos jinetes vestidos con ropas de terciopelo y seda. Tras pasar a los soldados, los dos jinetes desmontaron e hicieron una pronunciada reverencia ante sus invitados, los Elfos de Sangre.

- Bienvenidos sean. - Dijo Midas Cromwell, el actual emperador del Imperio de Edén, tras recomponerse. El líder de los Elfos de Sangre bajó tambien de su caballo e hizo también una reverencia.

- Gracias por recibirnos. - Dijo el líder con una voz grave y calmada, típica de los Elfos de Sangre y más aun de sus líderes. - Las presentaciones son innecesarias, Lord Brassard, Lord Midas. Venimos directo al grano.

John Brassard, el acompañante de Midas, dio un respingo con gesto de frustración y pena. Midas, impasible, asintió e hizo un gesto con la mano.

- Esta alianza significa mucho para nosotros. - Dijo Midas mientras un grupo de seis guardias se retiraron a buscar algo. - Es un honor y un alivio que hayan sido tan pacientes y considerados respecto a este tema.

Los guardias regresaron con una persona que gruñía y retorcía entre fúricos gruñidos, vestida con ropas harapientas y un costal sobre el rostro. Todos los Elfos de Sangre se quedaron espectantes mientras ponían al cautivo de rodillas a un lado y entre los regentes de ambas naciones.
John Brassard apartó la mirada con los dientes apretados. Él sabía quien estaba cautivo ahí.

- Quiero ver su rostro. - Exigió el Elfo líder. Uno de los guardias miró a Midas y el Emperador asintió, el costal fue retirado y la identidad de aquella persona quedó en evidencia: era Camile Brassard "La Sometedora".

El líder de los Elfos de Sangre sujetó a Camile por el pelo con fuerza para verle bien la cara. Entonces sonrió, satisfecho, antes de lanzar un grito de victoria en idioma élfico. Sonriente, el líder le dio un abrazo amistoso a Midas.

- ¡La deuda ha sido saldada! - Exclamó el elfo. - ¡Humanos y Elfos de Sangre cabalgarán juntos de nuevo!

- ¡Juntos de nuevo! - Respondió el batallón de Elfos mientras elevaban sus armas.

La angustia de John Brassard era casi tan evidente como la furia de su sometida hermana, y Argus Cromwell, desde su sitio en las filas de la Guardia Imperial, podía sentirla, compartiendo ese mismo pesar con el que fue como un tío para él.

¿Por qué sucedía todo esto?
La dinastía de los Brassard llevaba nueve generaciones en el trono. El décimo emperador, o mejor dicho, emperatriz, fue la hermana mayor de John, Camile Brassard, quien sería reconocida por el mote de "La Sometedora". De carácter cruel y traicionero, pero astuta y organizada, Camile sembró el terror por sus 3 años de mandato, quemando ciudades y expropiando terrenos y aldeas que ni siquiera correspondían al Imperio, y sometiendo a crueles torturas y ejecuciones públicas a quienes se oponían.

Mace Astrum, el comandante de la Guardia Imperial, hizo una difícil decisión que ningún otro hombre en su cargo había hecho desde el siglo pasado: reunió a su guardia para ejecutar a Camile Brassard y poner al trono a cualquiera de sus hermanos menores.

Una tarde, la Guardia Imperial sorprendió a Camile con sus guardias personales, los cuales fueron cayendo uno a uno contra los soldados del lado de Mace. Camile, sin embargo, logró escapar con la mitad de su guarnición, y desde entonces John Brassard fue nombrado Emperador del Imperio de Edén por 12 largos años, durante los cuales, John cedió todas las acciones relacionadas con la cacería de su hermana al comandante de la Guardia Imperial.

Pasados los 12 años, en los que John Brassard quiso recuperar todas las alianzas y relaciones diplomáticas, Midas Cromwell ascendió al trono luego de vencer a John en un combate; John se rindió en medio del duelo y cedió la corona a Midas, siempre que estuviese dispuesto a escuchar sus consejos.

El Mar Más Allá Del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora