Querido Diario Vivir:

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𝓧𝓘𝓥

Aquella triste persona tras el Cristal

INTRODUCCIÓN

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Mis miedos y mis inseguridades, crecen constantemente, no me dejan vivir una vida normal, soy alguien patético e imperfecto, no existe el amor para mí en el mundo.

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Estoy en un vacío, se ve muy oscuro el lugar. No me acostumbro a la oscuridad aún, tengo miedo. Siento que las paredes y el silencio me atrapan y es así, entonces no tengo opción que correr lejos y aunque me molesta el hecho de que mis piernas no sean tan rápidas, agradezco a mis ojos que encuentran un claro destello en toda la oscuridad. Mi única opción es huir a donde sale la luz...

Abro los ojos y siento que estoy soñando nuevamente, estoy rodeada de millones de personas y no me gustan como se ven, todas tienen un aspecto aterrador de pánico, peculiarmente la misma mirada. Por alguna razón me siento identificada con el sentimiento que transmiten sus ojos, al mismo tiempo, me doy cuenta que a medida que me acerco, una de ellas se acerca también. Me asustó y trató de correr, a medida que corría otra se acercaba y sentía su mirada de pánico, como si yo fuese la que le hubiese hecho daño o quisiese hacerlo. Corrí rápido, traté de escapar, aquellas almas me perseguían. Choque con una de ellas, caí, mi corazón acelerado que no aguantaba más se manifestó y de mis ojos corrían lágrimas.

Traté de levantarme y me di cuenta de algo, aquellas almas se encontraban derramando tristeza de sus ojos, sentí lástima, pero también miedo y enojo. Sabía que seguramente era una trampa, pero no podía dejar que esto me atemorice más, tome valentía y con mi mano golpeé aquella alma que me perseguía, cerré los ojos con fuerza y escuché un ruido de cristal roto...Volví abrir los ojos y me di cuenta que aquella alma estaba encerrada en ese cristal. Sentí alivio que esa alma no estuviera cerca mío, pero a mi alrededor estaban muchas más, seguramente también estaban en ese cristal.

Corrí, no me detuve, mis piernas no me ayudaban, pero seguí el camino, quería salir de ese horrible lugar...

Paso un tiempo....

Ahora una fuerza me atraía al interior de un cuarto y caí en la profundidad de este.

Desperté de la inconsciencia, mire a mi alrededor y no vi a nadie más, sentí alivio, la habitación no era muy grande, tranquilice mi respiración y pude notar alguien de lejos, quizá me ayude, pensé, entonces fui donde esa persona a lo lejos, estaba tranquila, posiblemente una ligera sonrisa salía de mi rostro que hace un momento había sufrido terror.

Cuando estuve cerca de la persona que me miraba con una linda sonrisa, pensé que estaba salvada, mi emoción hizo que quisiera abrazarla y de pronto sentí un rechazo, frío y duro como lo que acababa de sentir mi cuerpo al caer repentinamente, la volví a mirar y me di cuenta que estaba atrapada también en un cristal, pensé que sería mi salvación, pero ella se veía tan confundida como yo lo estaba, de pronto una lágrima cayó de su rostro, me sentí mal por ella, no podía verla sufrir, no me acostumbré nunca a ver a las personas llorar, cerré mis ojos y me di cuenta que de estos también salían pequeños retazos de tristeza, tristes y húmedas lágrimas, sin verla, le dije que no se preocupe que yo iba a ayudarla y que juntas saldremos de aquí...

Tenía que ocultar esa debilidad que tengo y mostrarme hacia aquella pequeña persona que se encontraba llorando, entonces tomé valor y la volví a ver con una sonrisa y cuando me miró sentí un alivio grande, ella también me sonrió, sentí una calidez, junte mis manos con las de ella a través del frío cristal que nos separaba...

Busque formas de salir, pero no había forma, paso un tiempo, y pensé que podía atravesar aquel cristal en la que estaba esa persona, tomé valentía y golpeé con mi cuerpo con fuerza, escuché nuevamente la fragilidad rompiéndose. Pensé que la había liberado.

Cuando regrese a ver, solo había miles de pedazos cortantes rodeando el piso.

<<No la salve ...-pensé>>

Me puse triste nuevamente, las lágrimas brotaban, pero escuché una voz...

Aquella voz me decía que todo estaba bien, que debía sonreír y encontrar una forma de salir.

Aquellos pedazos de cristal empezaron a brillar muy fuerte, me transportaba a otro lugar...

-Eres tu....

Estaba sola de nuevo, pero la voz que escuché se oía más cerca, dentro de mi mente.

-No estás sola, todo el tiempo estás acompañada de ti mismo, no te tengas miedo.

Las lágrimas amenazan con salir, pero la voz me tranquilizaba al mismo tiempo.

-Por fin te conoces, no temas, es normal, pero debes amarla y nunca hacerla daño...

Esas palabras, me reconfortaban, aun así, sentí temor.

Cerré los ojos nuevamente y en mis pensamientos, vi a muchas personas, que me abrazaban y sonreían, pero todas esas personas se parecían entre sí...

Abrí nuevamente los ojos y el cristal apareció nuevamente con la misma persona que antes, me acerqué, pero esta vez no llegue a tocar a la persona, o talvez si...

Acaricie mi mejilla, vi el cristal y sentí que por primera vez una sensación extraña, sentí como si ella fuera mía y yo de ella, sentí una sensación linda, mariposas en el estómago...

Aquella pequeña persona, no estaba encerrada en el cristal, yo la podía ver y sentir. Aquella

alma estaba a salvo, era normal que me sintiera identificada con su mirada, porque teníamos los mismos sueños, miedos, temores, las mismas imperfecciones, aquella perdida mirada y una bella sonrisa.

Y aunque no la conozco muy bien todavía, sé que estaremos juntas para toda la vida.

-Te prometo, que te haré feliz y no tendrás miedo otra vez, querido reflejo en el frío y duro Cristal, "Espejo". -sonreí

"En un mundo donde no conoces tu reflejo y si lo llegas a conocer, debes saberlo amar y saber que eres lo mejor que le ha pasado a tu mundo".

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