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Ama su soledad pero su mayor anheló es encontrar una buena compañía.
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.Llevaba ya una semana en Nueva York y todo le parecía un maldito caos, gente escandalosa, tráfico todo el tiempo, basura en las calles, ebrios a toda hora del día cualquier día de la semana, prostitutas saliendo a las calles a penas se ocultaba el sol....Sodoma y Gomorra del primer mundo, así lo describiría él y eso que era Nueva York y no las Vegas...seguramente la ciudad del pecado le parecía a Sasuke la entrada al infierno.
Madara le dió a su sobrino, dos semanas para que se pusiera cómodo en el nuevo departamento y se adaptará al hecho de utilizar taxi y no un chófer pues Madara quería que Sasuke dejara de ser tan dependiente a todos los lujos a los que estaba acostumbrado desde pequeño y no porque no se los mereciera, él era un Uchiha rico por nacimiento pero al verlo llegar a Nueva York se dió cuenta de que Sasuke era una antisocial aburrido y eso era malo para su corta edad, los Hyuga habían hecho un exelente trabajo criando a un hombre de bien pero tal vez habían exagerado al guiarlo con el método tradicional Japonés.
Vamos que Sasuke era un caballero de los años antiguos viviendo en una época moderna.
Un alma vieja en el cuerpo de un joven.
Y eso era algo que Madara no podía permitir, tal vez si cometieron un error al dejarlo solo en Japón, pero los tres tíos eran hombres bastante ocupados, viajes, negocios y una vida social en la cual un niño no tenía cabida.
Sasuke intento crearse una rutina dentro de ese nuevo caótico mundo donde tendría que vivir por quién sabe cuándo tiempo, él aprendió a hacer las compras en línea y por suerte para él el complejo de apartamentos contaba con un servicio de limpieza y lavandería, con un costo extra pero eso era lo de menos para él.
Cuando las dos semanas de adaptación terminaron Sasuke se preparó y antes de que saliera el sol él ya estaba listo, sabía que debía buscar un taxi con suficiente tiempo pues estos peculiares autos amarillos eran muy solicitados por lo citadinos.
Tenía el tiempo suficiente cuando salió del departamento, el portero le dió los buenos días cuando el Uchiha salió por la puerta de recepción los cuales obviamente Sasuke no correspondió, parado sobre acera fijo la vista en la avenida, espero a que un taxi se aproximara y cuando finalmente vio uno dentro de su parámetro visual levanto la mano.
El auto aparco frente a él y justo cuando estaba apunto de subir a el después de abrir la puerta una chica de cabello color rosa subió al auto robándole su taxi.
—Lo siento pero voy tarde...
Fue lo que escucho decir a la chica antes de que está cerrara la puerta, el taxi arranco y él se quedó ahí parado sobre la cera.
Eso sí que era el colmo para él, odio esa parte del mundo, volver a Japón su volvió su maldita prioridad.
Media hora después y con diez minutos de retraso Sasuke irrumpió en la oficina de Madara.
—Crei haberte dicho que llegarás puntual, es tu primer día y vienes con retraso.—Murmuro Madara desde su asiento detrás de su escritorio.
—Bueno, no es mi culpa, una lunática se robó mi taxi justo cuando estaba por subir a este y tuve que caminar porque después de eso ningún maldito taxi se detuvo, ¿Porque tengo que viajar en taxi?, Tu tienes un auto deportivo y paseas cómodamente en el, por eso seguramente nunca llegas tarde.
—En eso tienes razón, pero antes de mi auto tuve que viajar en taxi, incluso en metro.— Madara aparto la vista de los documentos que tenia frente a él.— Con que confianza te dejare manejar la empresa de tu Padre cuando ni siquiera puedes tomar un taxi al trabajo, debes acostumbrarte a la rutina en Nueva York Sasuke, es caótico eso es seguro pero intenta ver el lado positivo a todo.