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.Su primer problema es analizar la vida en lugar de simplemente vivirla
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.Había pasado una semana desde la última vez que vio a Sasuke, Sakura se juraba a su misma que para nada lo estaba evitando pero claramente ella lo hacía, salía una hora antes de que él lo hiciera y por las noches ella pasaba horas caminando por la ciudad.
Estaba arta se huir como cobarde pero aún no podía ver a Sasuke a la cara y es que, ¿Cómo se supone que debía actuar frente a él?.
Tal vez solo estaba siendo estúpida y ella debía ser solo ella frente a él.
Después del trabajo Sakura se reunió con Temari una de sus mejores amigas en la cuidad, la chica era un par de años mayor que ella pero eso poco importaba pues se llevaban de maravilla, digamos que el click fue casi inmediato después de que se conocieron en el gimnasio dónde Sakura llegó a asistir un algunos meses dos años atrás y el cual era el lugar de trabajo de Temari.
El mesero del lugar dejo los tarros de cerveza para después retirarse.
—¿Que tal todo en el gimnasio?.— cuestionó Sakura mostrando entusiasmo.
—Pues todo igual, la verdad he pensado en cambiar de trabajo, tal vez en un bar...si, un bar sería más emocionante que dar clases de zumba a señoras ricas oh lidiar con hombres adultos que se creen guapos solo por tener un auto que vale más que mi maldito riñón...creo que de apoco se vuelve insoportable trabajar ahí.—Temari encendió un cigarrillo después de darle un par de tragos a su cerveza.
—Te entiendo, la cafetería estaba bien al principio pero hay días en los que no soporto estar ahí, hay clientes agradables y otros en cambio son un grano en el culo.— ambas chicas comenzaron a reír gracias a la referencia de Sakura.
Pasaron un par de horas charlando, poniéndose al día y fue después de algunos tarros de cerveza que Sakura por fin se armó de valor.
—Oye...recuerdas que hace un año me dijiste que tenias una conocida que daba clases de etiqueta.
—Mmm, Oh, si, si lo recuerdo, ¿Porque?.
—Pues es que una compañera de trabajo quiere enviar a su hija a esas clases...y bueno recordé lo que dijiste aquel día, ¿Tienes idea de cuanto cuesta?.
Temari sonrió.
—¿Cómo se llama?.
—¿Mi...Mi compañera ?....
—El chico, como se llama el tipo a quien quiere impresionar, debe ser especial si por fin estás dispuesta a tomar esas clases de etiqueta.
Sakura comenzó a reír a carcajadas, a decir verdad mostró exageradamente ruidosa.
—¡Un chico! Por dios que cosas tan graciosas dices, Vamos tu mejor que nadie deberias saber que yo no soy esa clase de chica que cambia solo para agradar a alguien, me gustó tal como soy así que porque debería cambiar por alguien...eso, eso es ridículo
—Ridiculo me parece que quieras hacerme creer otra cosa, vamos Sakura somos amigas, me ofende que no confíes en mí.
Sakura dejo de reír, Temari tenía razón, ella era su amiga y justo ahora después de mentir se sentía mal por eso...haber mentido.
Sakura suspiro, dió un trago a su cerveza y hablo.
—Tienes razón...no se porque dije eso...supongo que me dió vergüenza admitir que necesito cambiar mis modales para agradar a alguien, sabes que yo no soy así, nunca haría algo así por nadie...me gusta tal como soy, creo que soy única pero no creo que a él le agrade como soy yo...puede que le guste, eso sin duda, debo gustarle aunque sea un poco pero me he dado cuenta que mis acciones algunas veces lo ponen incómodo y es frustrante porque cuando creí que logré algo con él yo hago algo mal y entonces él se muestra extraño, no se qué me pasa, desde que lo conozco algo en mi interior me anima a estar cerca de él todo el maldito tiempo, es como una obsesión ridícula que no logro entender porque si bueno es guapo pero también es el tipo de hombre que me desagrada, sabes el es antipático, serio...súper serio a decir verdad, no sonrie...mierda no sonrie y todo el tiempo la pasa callado, lo único que se es su nombre, solo su maldito nombre...oh y que le gusta el maldito chocolate amargo...estoy jodida.
—Super jodida, creo que te enamoraste de un friki.
Sakura sonrió.
—Ojala fuera friki...este tipo es un amargado, pero hay algo en él que me hace desear ser parte de su vida...no se cómo explicarlo...solo se que la próxima vez que me invite a cenar yo quiero imprecionarlo...el otro día fui a su departamento y lo jodí, él dijo algo y luego yo actúe como tonta y lo he estado evitando porque no se cómo reaccionar o sea se supone que debo sentirme ofendida pero él bueno fue honesto en su forma cruda de decir las cosas, le falta apatía creó o algo así, necesito ser señorita modales y tal vez eso funcione para volverme un poco más cercana a él sabes.
—Si que te pego duro el rarito este...ok, le pediré a mi conocida que te haga un descuento, se que las clases son algo caras así que eso te ayudará, no sé bien en donde tiene su pequeña escuela ubicada así que tendré que preguntarle mañana que la vea...por suerte le doy clases de zumba, aunque sabes deberías hacer ese cambio por tí y no por él, al final tómalo como algo que te ayudará a ti, tal vez eso funcione para conseguir un mejor trabajo.
—Oh, eres increíble no se que haría sin tí.
—Lo se, lo sé...ahora pidamos otro tarro de cerveza algo me dice que después de hoy no volverás a beber como oficinista frustrada...pude que te vuelvas como esos tipos que son un grano en el culo.
Ambas chicas comenzaron a reír y retomaron su noche de chicas.
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Puccalovelin
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