.
.
.Eran tan distintos, tan opuestos, tan ajenos y fue eso lo que dió pie a la conexión y fue esa la coincidencia, lo que no tenían en común
.
.
.Cuando Sakura dijo cena, Sasuke imagino un filete de carne, puré de papa, ensalada o pasta y con algo de suerte una buena botella de tinto...sin duda Sasuke tenia expectativas demaciado altas pues eso es lo que hubiera preparado Hinata para él...pero Sakura no era Hinata y es que la cena de Sakura constaba de una ordinaria pizza y una lata de lo que parecía ser una bebida alcohólica barata, no era el comedor donde degustaban tan pauperrima cena, la mesa de centro de la sala de estar era donde se encontraban, Sasuke sentado sobre uno de los sillones y Sakura sobre la afelpada alfombra, ella daba enormes mordidas a la rebanada que sostenía en su mano derecha para después dar un buen trago a la lata de alcohol que sostenía en la izquierda.
—Entonces...¿Vives solo?.—cuestiono Sakura una vez que terminó de comer.
Sasuke enfoco la mirada en las manchas de salsa de tomate al rededor de la boca de la chica quien se encontraba quitando el exceso de dicha salsa de sus dedos con la boca...chupando los dedos, eso era algo nuevo para Sasuke.
—Si...toma una servilleta, limpiate tienes salsa al rededor de la boca.— dijo al tiempo que le ofrecía una servilleta de papel a Sakura quien en lugar de tomarla ella se limpio con la mano.
—¿Y porque estás aquí?.—cuestiono Sakura al tiempo que sacudía algunos restos de pizza que habían caído por accidente sobre su holgada sudadera roja la cula iba a juego con su muy holgado pans y sus ridiculos calcetines.
—Porque tu me invitaste.
—¿Que?...espera, no, yo me refiero a porque estás en Nueva York, todos los extranjeros tienen una historia, por trabajo, familia, asilo político, dios es muy difiicil hablar contigo, ¿Es acaso por tu cultura asiática?, Les limitan las palabras cuando niños.
—Basta con el tema de la cultura asiática, ¿Tienes una obsesión con eso?.
—Tal ves, amo los doramas y dramas, lamento fastidiar con eso...como sea, dime entonces ¿Cuál es tu historia?.
—No tengo una, la verdad no sé porque acepte cenar.—Sasuke devolvió la rebanada de pizza intacta a la caja semi vacía para después colocar la lata de alcohol sobre la mesa.— creo que lo mejor es que me vaya.
—Espera, para empezar tu te invitaste solo esta mañana, yo tenía otros planes y tuve que cancelarlos para estar aquí, no puedes solo irte, eso es de mala educación.
—¿Tu hablando de educación?.— cuestionó mostrandose sarcástico... nuevamente Sasuke mostraba algo más que seriedad frente a la joven.
—Si...¿Porque lo dices así?, Sabes eres un tipo bastante arrogante, si mantienes esa actitud no tendrás vida social aquí, nadie en su sano juicio desearía salir con alguien como tú.
—Bueno yo tampoco estoy interesado en rodearme de parlanchínes citadinos como tú, te agradezco por esta pauperrima cena.— Sasuke se puso de pie dispuesto a salir del departamento.
—Espera, espera, espera.—Sakura lo alcanzó en el camino a la puerta, lo tomo del brazo impidiendo así que el diera otro paso a la salida.—lo siento...creo que no nos estamos entendiendo muy bien, quiero decir...me disculpo por todo lo que he dicho, ¿Empecemos de nuevo si?.
Sasuke la miro y después a el contacto que ella ejercía a su cuerpo pues un peculiar hormigueo se volvía cada vez más notable en esa zona.
—¿Porque insistes en hablar conmigo?.—cuestiono quedamente.
—Yo...no lo sé, supongo que así soy yo...parlanchína y molesta, cuando me mudé aquí no tenía a nadie y era muy aburrido, antes tenía una vida en California...amigos y eso pero aquí estaba sóla...no es bueno estar solo en un lugar asi, eres el primer vecino con quién hablo y bueno estaría bien ser amigos...solo si tú quieres, si no es así pues adelante puedes irte.
Sakura soltó a Sasuke quien se quedó ahí parado frente a ella pensando en que hacer, era claro que ella lo exasperaba más que nadie en la vida pero también era claro que el quería saber más y más de ella.
—Solo...no esperes que hable más de lo que yo crea necesario.— dijo finalmente para volver a tomar siento en el sofá.
Sakura sonrió y al igual que él ella retomo su sitio sobre la alfombra.
Aquello noche ella la paso hablando, ella le contó a él su Historia porque como bien había dicho ella todos los foráneos o extranjeros tenían una historia y ella no era la excepción.
—Mis padres eran parte de un circo, mamá era contorsionista y papá el tipo de la taquilla, ella era de Rusia, una mujer muy fría, él un Italiano lleno de romance, viajaron por todo el mundo hasta que mamá termino embarazada, él le propuso asentarse aquí en Estados unidos, ella aceptó y fue así como terminaron trabajando en la casa de una familia rica en California, mamá era el ama de llaves y papá el chófer aunque ambos le enseñaban su respectivo idioma nativo a la hija de la familia, Ino Yamanaka, mi mejor amiga pues es de la misma edad que yo, todo era bueno en esa época hasta que papá murió en un accidente de tránsito, mamá no pudo soportar trabajar en la casa y no tener a papá cerca, creo que eso la ponía muy triste así que dejamos la casa de la familia y fuimos al campo, ahí compramos una pequeña casa en el campo con los ahorros que tenían, termine la escuela ahí y bueno...después mamá enfermo, sangraba por la nariz y siempre estaba cansada, murió poco tiempo después de que cumplí catorce, no tenía más familia...y tampoco quería ir a un orfanato, deje la escuela y comencé a trabajar en una granja lechera, ahí aprendí mucho de animales, descubrí mi pasión pero no tenía mucho dinero para costear mis estudios así que busque a la familia Yamanaka, ellos me tendieron la mano, no me daban lo mismo que a su hija y tampoco espere que hicieran eso, gracias a ellos pude graduarme en la escuela veterinaria del condado y bueno cuando cumplí veinte creí que era hora de buscar nuevos rumbos, quería viajar a los angeles pero después decidí que sería Nueva York mi nuevo hogar y aquí estoy, trabajo en una cafetería para solventar mis gastos mientras logro tener una plaza en el hospital para mascotas de la ciudad, ahí hay buena paga y prestaciones de ley...así que está soy yo, una chica de veintitrés años anciosa de una plaza.
Sakura abrió otra lata de alcohol, Sasuke la miro fijamente para después tomar de nueva cuenta la rebanada de esa pizza de aspecto extraño, suspiro y mordió aquella cosa que aunque de vista parecía para él asquerosa la realidad fue que era realmente deliciosa.
Sakura sonrió al verlo comer, ella se había percatado el disgusto de Sasuke hacia la pizza desde que ella le indico que tomara asiento en la sala y no en el comedor, supuso que él estaba acostumbrado a otras cosas...cosas que lo hacían un hombre miserable y aburrido, podía saberlo por la mirada ausente y vacía del chico.
Él seguramente tenía un pasado triste y doloroso; y ella por alguna razón quería ayudarle.
Era obvio que no tenían nada en común...pero no se supone que ahí es donde está la magia.
...
Puccalovelin
......