010.

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Abría sus ojos lentamente evitando ser golpeado severamente por la luz del sol, pequeños raños se colaban entras las persianas y observó a su alrededor preguntándose el cómo había llegado a casa. Puso su antebrazo sobre su frente y suspiró seguidamente, el lado de su cama se hallaba vacío y frío y supo que no pasó la noche con Bambi, al menos no terminó. Se incorporó a medias y frunció el ceño al escuchar la voz de Jimin y verlo salir de la cocina, vestía una camisa blanca con pantalones negros y el cabello ligeramente peinado. No era de esperar.

ㅡ¿Por qué estás en mi casa? ㅡsacudió su cabeza y se sorprendió al darse cuenta de que sólo llevaba consigo su ropa interior. ㅡ¿Acaso dormimos juntos? ㅡbromeó levantándose de la cama para tomar el desayuno.

ㅡ¿De verdad no recuerdas? Supuse que serías diferente tratándose de la nueva chica ㅡlevantó ambas cejas soltando una risa mientras atraía a sus labios la taza de café. ㅡEstoy aquí porque recibí un mensaje tuyo luego de que dejaras a tu amiga tirada en medio de la nada. 

Su respiración se detuvo por un momento tras un vago recuerdo que llegó a su mente, en donde poco a poco iba recordando lo sucedido la noche anterior. Después de estar en la playa y haber prometido observar las estrellas, nunca se decidieron en qué hacer realmente y, ambos terminaron volviendo a casa, Jungkook dejando sola a Bambi en la mitad de la playa. Sus manos se movían nerviosas y sentía como si hubiese hecho algo de lo que obtendría perdón y al no recordar una noche en donde sería especial para los dos, prefería no hablar de lo sucedido.

ㅡ¡Eres un caso! ㅡgolpeó la mesa con la palma de su mano y soltó carcajadas, sus ojos se perdían en una línea y el pelinegro sólo lo observaba extrañado. ㅡ¿Por qué tuviste que irte? Tuve que dejar mi casa para buscar a mi mejor amigo el cual sólo quería marcharse del lugar al no aceptar una propuesta de nadar ㅡapretó su estomago con fuerza y echó su cabeza hacia atrás mientras seguía riéndose de él. 

ㅡDetente, no es divertido ㅡcomentó apartando la vista de su amigo. ㅡAdemás, no recuerdo que haya discutido con Bambi, para serte sincero no entiendo la posición en la que me encuentro.

ㅡ¿Esto te ayuda a recordar? ㅡla pantalla de su móvil brillaba más fuerte que el sol y se sorprendió al leer los mensajes y las llamadas que había dejado hace unas horas. ㅡEsta chica por lo visto es diferente a las demás, ¿por qué tuviste que ser tan descortés con ella? 

No estaba ebrio, tampoco fingía estarlo, pero, Jungkook decidió marcharse porque quiso y porque Minying ocupaba su mente impidiéndole pensar en su acompañante.

ㅡTomaré un baño, vete ㅡcaminó hacia su cama y haciendo todo lo contrario se escondió bajo las sábanas para escuchar como Jimin se burlaba de él al mismo tiempo en que cerraba la puerta. Y pensó que había estropeado una noche en donde le mostraría su verdadero yo. 

La tarde había llegado y observaba desde la cama la tarjeta sobre la mesa, en donde relucía el número y nombre de la mujer de la cual ha estado enamorado. Movía sus piernas inquietamente y pensaba a detalle si debía o no salir con ella. Tomó su móvil y marcó rápidamente los números y se sorprendió al ser atendido en menos de dos minutos. Su voz le hizo erizar todo vello de su cuerpo y sonrió al escuchar cómo preguntaba por la persona y le fue inevitable imaginar pasar la noche con ella y hacer algo más. 

ㅡ¿Me comunico con Minying? ㅡpreguntó al saber que claramente era ella y al escuchar que respondió a su pregunta, sonrió aún más. ㅡ¿Podemos vernos esta noche? Soy el chico que te dio un aventón hace unos días, Jungkook ㅡsu voz temblaba y por primera vez se sentía nervioso al hablar con una mujer. 

La llamada fue corta como la ilusión de esperar algo más. 

Ajustaba la corbata frente al espejo y fruncía su ceño cada vez que no encontraba la indicada para su traje. El reloj marcaba un cuarto para las ocho y suspiró una vez más al verse ido por completo. La tarde terminó cuando menos lo espero y supo que no fue agradable en cuanto recibió una llamada de su madre, la cual no decidió atender. Por otro lado, la ausencia de Bambi empezaba a preocuparle. El frío de la noche indicaba sería feroz y una lluvia estaba por caer sobre la ciudad, su cuerpo subía y bajaba lentamente y pegó un brinco sobre su lugar al escuchar el timbre de su casa. Jimin había llegado.

ㅡ¿Cuál es tu emergencia? ㅡrodó los ojos una vez al verlo y entró refunfuñando por toda la estancia. ㅡTuve que dejar el juego con mamá para venir hasta acá, espero que sea bueno.

ㅡAyudame a elegir una corbata ㅡel enojo en Jimin era notorio y al darse cuenta de que el asunto no era tan grave como especificaba en la llamada, decidido a marcharse dio media vuelta sobre sus talones y abandonó la estancia sin decir una sola palabra. 

Al no obtener respuesta alguna, cansado de la situación decidió salir con la primera que había usado, esta vez sin importarle si hacía juego o no con su traje y sin más, apresuró su paso hasta llegar al lugar donde era cliente regular. Los nervios volvían a su cuerpo y aunque se obligase a no pensar tanto en ello, le era inevitable no sentirse ansioso. Observó su reloj de mano y comprobó que tomarse el tiempo necesario para decidir que usar en la noche era el motivo de su llegada tarde a un compromiso tan importante. Aparcó el auto y entró sin más, buscando con la mirada a Minying. 

ㅡLlegas tarde ㅡcomentó una voz femenina a sus espaldas. ㅡ¿Debería no aceptar salir contigo? ㅡjugó con el pendiente de su oreja y un leve sonrojo se asomó en su rostro. 

ㅡTe ves hermosa ㅡanalizó su figura posando su vista en el valle de sus senos. ㅡNo era mi intención llegar tarde, tuve un problema ㅡrascó su nuca y vio como se levantaba de la silla, cambiando su vista por una mujer, viendo su característico contoneo de caderas.

Sin decir palabra alguna ambos se marcharon del lugar para ir a su próximo destino, el silencio era abrumador y no sabía qué decir ante ella, simplemente podía pensar en lo hermosa que lucía y el leve maquillaje en su rostro, definitivamente se encontraba atónito ante tan grande mujer. Las luces del lugar, el aroma que desprendía del interior y la música daba en todo lo que buscó en la tarde y agradecía a quien fuese que canceló la reservación para darle paso a la suya. Lo mejor del lugar era lo que vendría después de la cena. 

ㅡDije que te daría algo como muestra de agradecimiento, pero terminaste haciendo todo lo contrario ㅡposó su mentón en sus manos y suspiró. ㅡMe siento realmente avergonzada, sabes ㅡrió bajamente. 

ㅡNo tienes que preocuparte por eso, fui yo quien terminó invitándote ㅡse percató de los meseros que venían y habló apresuradamente. ㅡDisfruta de la noche ㅡsonrió para ella y fue correspondido. 

Todo marchaba lento y en silencio, ambos disfrutaban de la cena que prometió el pelinegro y sus miradas se cruzaban cada cierto tiempo, de igual manera, sus pensamientos no eran claros. Dio un sorbo a su copa y al terminar tomó la mano de ella y se adentraron más allá, perdiéndose entre la multitud. Las escaleras conducían a un pasillo que no parecía tener fin y al estar frente a la puerta en donde les esperaba mucho de que hablar, le invitaba gustoso a entrar y adueñarse de ella. Su cuerpo chocó con la fría pared y posó su vista en sus labios seguidamente de dejar sus manos sobre su cadera. Deseaba con todas sus fuerzas que no se escucharan los latidos de su corazón mientras intentaba controlar su respiración. 

Sus movimientos eran torpes y en un intento de deshacerse de su vestido terminó tirando levemente de su cabello y se maldijo mentalmente al no tener control propio sobre su cuerpo. Unió sus labios con los ajenos en un beso lento, sentía como se mezclaba con ella a medida que el beso tomaba fuerza, dándole acceso a su lengua para empezar a jugar. La corbata por la cual había debatido en usar cayó al suelo seguido de su abrigo, y entre besos caminaron hasta llegar a la cama, su cuerpo se estremecía ante cualquier roce que ella podía ofrecerle.

El cierre de su pantalón bajó lentamente, tragó saliva con dificultad y se obligó a él mismo a tener esperanza en su cuerpo, sin embargo, parecía no obtener resultado. Jugaba con algunos mechones de su cabello mientras Minying se deshacía de su camisa, sus labios volvían a unirse y la fricción creada entre los mismos le hacían perder la noción del tiempo. Jungkook disfrutaba de sus besos más que a nada en el mundo. Apretó sus labios con fuerza al escuchar su móvil y maldijo a la persona que se atrevía a interrumpir el momento. 

ㅡDeberías contestar ㅡhabló la castaña volviendo a la entrepierna del pelinegro. Cuando todo era silencio nuevamente, volvían a molestar. 

ㅡIgnoralo, continua ㅡmiraba de reojo como bajaba la tela de su ropa interior y respiró hondo al sentir sus labios besar la punta de su miembro. ㅡMierda ㅡsacó su móvil de su bolsillo trasero y su cuerpo se heló por completo.

Nuevo mensaje: Mañana en la noche habrá una lluvia de meteoritos, me preguntaba si quieres que la veamos juntos, ¡compré frituras! Llámame. ㅡBambi.


volví. ♡♡

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2023 ⏰

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ninfómano © jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora