TWICE: SWEET PENGUIN (Mina y tu)

Mina "La chica peligrosa"

Saqué mi bebida de la máquina expendedora cuando de pronto sentí un gran jaloneo en mi brazo que hizo meterme en el cuarto del conserje.

―¡¿Qué carajos?! ¿Quién te crees, Mina?

―No alzes la voz, tonto ―reclamó la pelinegra en un tono bajo pero amenazante ―¿Cómo osas hablarle así a la chica que te quitó tu virginidad? ―mis ojos se abrieron como platos.

―Oye tú ―casi levantaba de nuevo la voz pero logré calmarme ―No me quitaste nada, aquel día no se llegó a eso.

―Ya lo sé, tonto, solo estoy molestando.

―¿Y por eso me metiste aquí?, alguien nos pudo haber visto.

―Tú tranquilo, Bruce Lee, nadie nos vio ―decía Mina mientras inspeccionaba las cosas de limpieza que estaban en un estante ―Solo quería preguntarte si no le has contado a nadie de lo que pasó ese día.

―O-obviamente no.

―Está bien.

Mantuvimos un contacto visual de esos que pasan cuando ya no tienes nada que decir.

―Okey, este es el plan, salgo yo primero y entonces te daré una señal para que salgas sin que nadie te vea.

Dicho y hecho, Mina tomó la manija de la puerta, esperó unos cuantos segundos y salió. Fue entonces que momentos después me cuestione sobre la confianza que le tengo. Ella no me dio la señal, se había ido completamente. No me jodas, Mina.
Esperé un par de minutos hasta que no escuché tanto ruido y salí.

―¿Qué hacías ahí, _______?

―Oh ho-hola cariño ―Momo me tomó por sorpresa ―Es que se me cayó una moneda al otro de la puerta.

―Y al parecer algún tonto tiró su jugo.

Gracias Mina.

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Momo y yo entramos rápidamente a mi departamento, dejamos nuestras mochilas en donde cayeran y comenzamos a besarnos como si no lo hubiéramos hecho en meses. La acerqué a mi cuerpo lo más que pude mientras avanzamos al sillón. Todo sin dejar de compartir saliva.

Nos acostamos sobre el sillón, yo encima de ella. Sentía las manos de Momos subiendo por mi espalda como si quisiera quitarme la camisa, y por mi parte, dirigí mi mano bajo la falda de Momo aferrandome a su pierna. Mi testosterona estaba a gran medida y aún más cuando Momo comenzó a tocar algo más que mi espalda.

Sentía los jadeos de ella durante nuestros intensos besos y yo no me quedaba atrás. Entonces entre tanto movimiento, el sillón ya no fue espacio suficiente y ambos ahogamos un pequeño grito al impactar contra el suelo. Bueno en realidad yo fui quien lo recibió con todo y el peso de Momo. Ambos nos miramos y comenzamos a carcajearnos, esa risa de Momo me da mil años de vida; y entonces cuando esta se detuvo, me miró un par de segundos de manera dulce y lentamos nos envolvimos en un beso, un tierno beso. Rayos, me sentía en una de esas típicas películas acarameladas que mi mamá disfruta ver los fines de semana por la noche, pero definitivamente es mejor cuando eres tú quien lo está viviendo en verdad.

Pasaron los minutos, Momo y yo seguíamos besándonos. Ahora yo estaba sentado en el piso recargando mi espalda en el sillón, y Momo sentada en mi, con una pierna en cada lado y mirándome de frente. Nuestros besos continuaban pero ya no como si el mundo se estuviese acabando, si no de una manera suave, de esas veces que puedes sentir la calidez de la otra persona. No podía centrar mi mente en otra cosa que no fuese Momo, hasta que una sensación de besos ajenos me invadió, entonces la escena de Mina desnuda besando mi cuello llegó a mi mente. Mierda, ¿por qué justo ahora? Y si, si lo sabía, fuiste infiel a tu queridisima novia, alguien que te ha brindado lo mejor de ella y simplemente ante la primera oportunidad de serle infiel, vas tú y lo haces... ¿eso en que me convierte?.

Ding dont, el timbre de mi apartamento ha sonado. Momo y yo nos separamos tranquilamente y nos arreglamos un poco el cabello y el uniforme. Me dirijo a la puerta y pongo mi vista en la mirilla. Debe ser una maldita broma.

― ¡Hola ________! ―exclamó una emociona Sana.

―Chicas ¡qué sorpresa!

―¿Ahí está Momori? ―preguntó Mina mientras entraban al departamento.

―¡Hola chicas! ―dijo Momo emocionada. Creo que no le había molestado el que nos hayan interrumpido.

―De seguro se preguntaran que porqué llegamos aquí de repente, bueno, es viernes y no teníamos algún plan, y como sabíamos que aquí estarían ustedes, venimos a hacerles compañía y organizar una pillamada sorpresa por haber finalizado esta estresante semana de examenes―dijo Mina a la vez que no separaba su vista de la mía. Una mirada que jamás me había dado y no sabía que pensar sobre ella.

Mina estaba rara, la sentía muy rara al menos yo, su actitud era diferente hasta cierto punto, retadora, más segura de sí ―si, aún más ―, más impredecible, no tan considerada. Sinceramente me daba algo de miedo y no sabía cómo más sentirme ni pensar al respecto.

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Algo corto pero espero les haya gusté :D Se vendran cosas increíbles así que atentos

¿Qué les pareció I can't stop me?
Caraaaaaaay a mi me encantó 10/10 Diosas inigualables bellas 🥺💖