Ellos

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-'Ve'- era una orden, no una sugerencia ni mucho menos una pregunta, solamente una orden que buscaba que los músculos reaccionaran y se moviera.

-'Pero Monsieur Bunny... ¿Y si no quiere verme?'- Bugs se limitó a rodar los ojos ante esto.

Llevaban ahí afuera más de una hora, primero esperando por una mágica aparición por parte del moreno, aparición que parecía absurda porque podían estar ahí afuera de aquella casa todo el día, y eso no les aseguraba que el de ojos verdes saldría sencillamente a ver si de casualidad se encontraban Pepe y él dentro de su deportivo, esperando a que saliera.
En primera porque Sly no tenía ni la más mínima idea de que estaban ahí y en segunda porque muy seguramente el chico se hallaba ocupado en casa, después de todo, dos años de no verse con su familia era mucho tiempo.

Dando una mordida más a la zanahoria que llevaba en mano, miro de reojo al francés. Este lucia más incoloro que antes, y a juzgar por la expresión en su rostro, estaba realmente preocupado y nervioso. En su opinión no tenía razón alguna para estarlo, la verdad de lo ocurrido lo sacaría del problema fácilmente, además de que se trataba de Sylvester y no otra persona, el "gatito" lo amaba y el pálido lo sabía desde que esos dos empezaron a salir. Posiblemente Pepe no estaba al tanto de ello, pero en cierta forma, se podría decir que el amor que el francés tenía por el moreno era igualado o inclusive sobrepasado por el de este.

-'Doc, no pienso pasar la noche aquí afuera. Ve y toca esa puerta. Todo estará bien'- dijo tras soltar un suspiro.

Dientes blancos atraparon el labio inferior del francés y sus ojos miel se apartaron de la puerta por primera vez desde que llegaron a ahí, colocándose sobre aquellas manos color porcelana.

-'¿Qué hará usted?... No piensa...'- sin darle tiempo de terminar negó con la cabeza.

-'Daffy puede ser un idiota, pero si decide irse de esta manera es porque necesita tiempo. Y eeeh si eso es lo que quiere, le daré todo el espacio que desee...'- se apresuró a decir ganándose una mirada de comprensión por parte del bicolor. –'Pero con Sly es diferente, Doc.'- Recargó su barbilla en la palma de su mano. –'Se merece una explicación.'-

Luciendo culpable, el francés se removió en su lugar, provocando que Bugs sonriera cálidamente. Inclusive las parejas tan perfectas como esos dos suelen tener sus propios problemas.

Echó un vistazo a la puerta, pensando nuevamente en el hecho de que Daffy se encontraba justamente en esa misma casa, actuando como un polizonte en el notablemente tranquilo hogar de Sylvester.
Hacia más de una semana que no se hablaban, las palabras que se dirigían eran cortas e insaboras, ya no había mas besos ni miradas juguetonas, ni siquiera el apiñonado se esforzaba por armarle pelea. Simplemente nada, se ignoraban y cada quien seguía con su rumbo y vida cotidiana como si nada ocurriera. Se convirtieron en solo compañeros de cuarto y cama, que fingen ser invisibles el uno para el otro.

No era que no hayan intentado hablarlo... porque si lo hicieron, lo intentaron, pero una vez que el tono de voz de ambos comenzó a subir lo único que siguió fue el caos.

Entendía lo que ocurría y no necesitaba de un experto para que le dijera que aquello era solo una reacción a la separación que los asechaba. Eran los últimos gritos de desesperación de un condenado a muerte antes de aceptar su destino y decidir abrazarse a él.

Riendo para sí, pensó en lo simpático que era su pareja. Fugándose con la pareja de otro con tal de darse un tiempo para asimilar la idea de que pronto tendría que irse y separarse , y ya no serían más ellos dos contra el mundo, sino que él contra el mundo.

Aprendiendo a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora