El Inicio

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Se lo esperaba.

La reacción, actos y el efecto, eran de esperarse. Se reía por dentro al verlos, pero hasta cierto punto lo dejaba algo decepcionado. Pero tenía que recordarse que era cosa de tiempo y paciencia, por lo mismo no decía nada, simplemente sonreía y lo intentaba otra vez.

Le hablaba aun cuando sus respuestas fueran cortas, insistía en que sus miradas se conectaran aun cuando el nerviosismo en los ojos verdes era prácticamente tangible y daba ligeros toques en sus manos, hombros y espalda, a pesar del sobresalto que el acto ocasionaba.

Lo único que tenía para reconfortarlo era el recuerdo del beso y las palabras dichas por el moreno, además de esto llevaba un recuento de todas las acciones que señalaban hacia los verdaderos sentimientos del inocente joven.

Mirando hacia la chica que tenía enfrente mencionó un par de palabras con su típico tono de siempre, solo para dar su opinión respecto a la problemática.

Tenía un proyecto en puerta en el que debería de estar pensando, pero al parecer su mente tenía como plan mantenerlo distraído con pensamientos referentes al moreno.

Recargó su mejilla sobre la palma de su mano.

Podía decir que la única cosa que lo hacía sentir mal, era el ser ignorado por el "Petit Chaton", quien desde la noche del día que sucedió el beso, no le ha dirigido la palabra, no bien.
Se limitaba a responder ante sus preguntas e intentos de conversación con palabras cortas como "Si" "no" "no lo sé" "aha...". Pero debía de seguir hablándole ya que si no lo hacía estaba más que seguro de que el moreno no le hablaría en años.

En cierta manera lo entendía. Lo veía en su expresión y ojos, los nervios, la vergüenza y la intimidación. Como si el mismo estuviera al tanto de que había abierto una puerta que no debió.

Unido a esto estaba el hecho de que lo evitaba a toda costa. Podía ver al moreno cambiar de dirección cuando caminaba por el pasillo, obviamente no queriendo toparse con él, también evitaba el verse en el apartamento comiendo a horas distintas, iba casi siempre más temprano a la universidad y varias veces lo ha visto declinar la invitación de Bugs a salir con ellos.

De esto ha sido tres semanas. Tiempo en el que Pepe seguía susurrándose que tenía que esperar, que tenía que comprender y controlarse lo más posible.

¿Por qué justo cuando el moreno había aceptado sus sentimientos por el tenía que actuar así?

-'¿Te parece bien así?'- preguntó la rubia de ojos claros y labios rojizos.

-'Me parece perfecto, madeimoselle'- respondió notando de inmediato la risilla tímida de la chica, al igual que el sonrojo en su rostro.

Lo que daría porque fuera así de sencillo con el moreno....

-'Ahora regreso'- anunció la chica poniéndose de pie, dejando atrás su mochila y libreto en la silla frente a él.

Tomando el libreto, estaba por disponerse a leerlo, cuando un chico de cabello rubio llego de la nada subiéndose hábilmente a la mesa.

-'Dame eso, alimaña!'- la voz del moreno llegó junto con este a la mesa donde se encontraba, pero ni siquiera notó que se encontraba ahí, ya que estaba completamente concentrado con su atención puesta en el rubio.

-'¿Petit Chaton?'- intentó llamar al joven pero este seguía con su mirada puesta en el de ojos azules.

Consiguiendo el subirse a la mesa, Sly, estaba puesto en la orilla opuesta a la de su "presa".

Aprendiendo a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora