El Descenso

328 21 12
                                    


En un año pueden cambiar muchas cosas... pero en dos puede cambiar casi toda una vida....


La rutina ya no era la misma de hace dos años, su cuarto tampoco era el mismo y en definitiva el despertar de esa forma no era para nada parecida a la de antes.

-'Pe-ti-t Cha-ton'- la voz francesa se escuchó cantarina e infantil en su oído, siendo susurrada por su pareja que se aferraba a su torso. Besos eran repartidos en su mejilla y la nariz fina del extranjero se sentía fría contra la suya.

Besos en sus labios y no quería despertar aun, sabía que tenía que ir a la universidad, sabía que era el último día de clases y el tiempo de entrega de uno que otro trabajo pendiente, y sabía que iban a llegar tarde si no se levantaban... pero....

-'Si no se levanta Petit Chaton, tendré que...'- manos tomaron su ropa interior. –'hacer...'- el extranjero continuó bajando por su cuerpo hasta llegar a su abdomen donde los labios del francés se posaron solo para soplar aire contra este, mientras que su boca se encontraba presionada con fuerza, causando un ruido extraño. Era exactamente lo mismo que se le podía ver a un padre o una madre haciendo en el estómago de su bebe, con tal de hacerle reír. La única diferencia en ese momento era que quien lo hacía era su pareja y se avergonzaba enormemente de reírse cada vez que hacia algo como eso.

-'Bassta, Pepe...'- no terminó de decir, entrecortándose por la risa que sin querer se escapó de su boca. –'¡Dete...detente!'- pidió apartando las manos porcelana de su cuerpo para tomar su atención, dejando que ojos miel chocaran con los suyos. –'Ya estoy despierto'-

-'Me alegra, Mon petit. Ahora por su culpa tendremos que bañarnos juntos o no llegaremos a tiempo'- dijo esto levantándose de la cama, extendiéndole una invitación a Sylvester con la mirada.

Frunciendo el ceño, creó una mueca en su boca. Conocía bien las intenciones ocultas de su pareja, no era la primera vez que usaba esa excusa para que se bañaran juntos, sin embargo no era tampoco la primera vez que cedía ante la idea.

Poniéndose de pie pasó junto a él.

-'Eres un francés chantajista'- murmuró fingiendo estar molesto.

-'Lo se, Mon Chaton.'- sonrió alegre, caminando junto al moreno. –'Oh y Bonjour Petit Chaton'-

-'Si, si, Bon eso'- se inclinó un poco colocando un beso en los labios durazno del porcelana, viéndole sonreír.

No, al final no resultaron ser una pareja como Bugs y Daffy. No peleaban prácticamente nunca, de hecho nunca han peleado, si tenían sus discusiones cortas y una que otra diferencia pero nada que ameritara ser llamado una pelea de verdad.

Pero aunque no eran como sus terratenientes y amigos, eran en cierta forma peor.
"La pareja más cursi y sosa que he visto en mi vida" así fue como el apiñonado les llamó al cumplir su primer año de noviazgo y muy posiblemente si tenía razón. Era por esto que en público no permitía al francés acercársele tanto, era por esto que escapaba de él frente a los demás, pero cuando estaban solos las cosas cambiaban.

Su cabello fue acariciado por dedos fríos y húmedos.
Un movimiento de su parte y el agarre en sus mechones se volvió más firme, casi brusco.

Por dentro se disculpaba con Granny por haber tomado caminos tan fuera de lo considerado normal, aun no podía dejar de pensar en la cara que pondrían sus familiares si supieran que su inocencia pueblerina se había ido corrompiendo lentamente hasta prácticamente desaparecer.

Encontrándose de rodillas con su pareja frente a él, reacomodo sus manos en la angosta cadera de este. El agua le salpicaba un poco, cayendo con más fuerza sobre la piel porcelana, en cierta forma ayudándole en el proceso.

Aprendiendo a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora