6 t o m e s 🍼🐈

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-Me duelen los piecitos ... - se quejó frente al obstetra; Su abdomen había adquirido un gran volumen, y mucho más que el de un embarazo normal. Era lo más lógico porque no era un embarazo doble o un embarazo de un sólo bebé, eran tres cachorritos, y si antes su abdomen se veía de un tamaño descomunal, en su sexto mes se veía monstruosamente gigante. Sin embargo el obstetra le había explicado que sus bebés nacerían más pequeños y que su panza se veía así por el espacio que ocupaban los cachorros o el líquido amniótico; también le advirtió de un posible parto temprano, ya que los cachorros ocupaban bastante espacio de su útero y por lo tanto no alcanzaban a llegar al 9 mes, teniendo que ser puestos en pequeñas incubadoras al nacer; sin embargo sólo eran probabilidades, porque sus cachorritos si podían llegar a los 9 meses aunque había una muy baja probabilidad.

-Gatito...

Yoongi parecía tener una cara de muerte al salir de ese consultorio.

-¿Que?- había respondido entre dientes.

-¿Por qué te comportas de esa forma conmigo gatito?- el puchero en los labios del Alfa, no ocasionó nada en el Omega, que cansado caminaba lentamente por el fuerte dolor en sus pies, aunque ya esté se había hecho presente en su 5 mes de embarazo.

-Solo quiero dormir- respondió con el ceño fruncido.

La noche anterior no había podido dormir muy bien y el que Jimin lo despertara para ir a una consulta y escuchar al médico hablar por más de 2 horas, lo había puesto de muy mal humor.

-Si, así dejaras de estar tan gruñón, ya nos iremos a casa.

Un gruñido fue la única respuesta.. detestaba que le dijieran gruñón, y mucho más cuando era Jimin.

-No me gruñas gatito- sujetó sus caderas con firmeza, abrazándolo contra su cuerpo, para que no lo golpeará con su codo.

-¡Sueltame! ¡Me quiero ir!- hizo berrinche, intentando que sus pies no dolieran tanto por moverlos excesivamente contra el suelo.

-Bien, nos iremos... - Jimin rodó sus ojos, sin embargo no quiso soltar a su gatito y terminaron caminando en aquella posición incómoda hasta el auto, donde un Yoongi gruñón no dejaba de gruñir por las caricias del alfa en su cintura, caricias que lo querían hacer ronronear y delatar su lado mimoso.

Yoongi no había podido dormir nada y eso lo tenía aún más de mal humor porque todo parecía estar en su contra para que no pudiera dormir, primero los mosquitos, por lo cual tuvo que cerrar la ventana, segundo el calor que se había apoderado del au...

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Yoongi no había podido dormir nada y eso lo tenía aún más de mal humor porque todo parecía estar en su contra para que no pudiera dormir, primero los mosquitos, por lo cual tuvo que cerrar la ventana, segundo el calor que se había apoderado del auto y sofocaba al Omega sin poder conciliar el sueño, el tercero y último el cual lo tenía aún más molesto, era el hecho de que a Jimin se le hubiera ocurrido la gran idea de colocar música country con casi todo el volumen. Una gran fiesta terminó por hacerse en su panza, los cachorros se movían tan bruscamente que le causaban un gran dolor al Omega. Esa había sido la gota que rebasó el vaso. Jimin tuvo que soportar todo el camino su mal humor y el que lo ignorará a cada segundo.

-Bebe...

-No, no me hables- tenía los ojos cristalizados y eso solo era parte de los conocidos cambios de humor que se comenzaron a manifestar desde el 1 mes.

-Ay mi vida no llores...- intentó tomar los tiernos mofletes que habían comenzado a adquirir volúmen al pasar de los meses.

-¡No!, ¡No me toques!- se separó bruscamente, intentando encerrarse en la habitación.

-No, eso sí que no Park Yoongi- sujeto a su gatito, evitando que se encerrase a llorar y cuestionar sobre su físico o si Jimin realmente lo amaba...

De nueva cuenta el pequeño cuerpo intento apartarse con brusquedad, pero el Alfa no se lo permitió, su fuerza era mayor.

-Shhhh ya...- lo pegó a su pecho, frotando su pequeña espalda y liberando sus feromonas, para que su Omega estuviera relajado.

Unos forecejeos más y unos cuantos golpes en su pecho que ni siquiera le dolieron, habían culminado el pequeño cambio de humor del omega, el cual comenzaba a bostezar adorablemente y aferrarse al Alfa con fuerza, como si fuera su pequeña almohada.

-Vamos a dormir.. - también sonrió somnoliento, cargando sin mayor problemas el cuerpo de su bebé, porque aún y con el peso del embarazo encima, para el su pequeño gatito no era nada pesado, más bien sentía que era ligero como una pluma.

-Duerme bebé- lo abrazó contra su pecho, pudiendo sentir en el proceso las pequeñas patadas de sus cachorros, tan suaves que lo hicieron sonreír.

Dormir abrazados ya era una costumbre de su día a día....

Dormir abrazados ya era una costumbre de su día a día

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Mi gatito embarazado🍼🐈||Jimsu(M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora