Capítulo 04

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Por fin viernes...si señoras y señores los viernes son los días más importantes que pueden existir, es el día que en el que tienes la libertad de hacer lo que sea sin preocuparte por el día siguiente, los chicos siempre inventaban una excusa para salir este día, así que después de un tiempo se volvió oficial todos los viernes salir a cualquier lugar que se nos ocurriera, y si, esta vez tocaba fiesta.

Las clases se pasaron demasiado rápidas, inmediatamente que sonó el timbre salimos todos directo a nuestras casas para prepararnos y estar listos a tiempo para la noche.

Quede con Katte que pasaría por mi casa e irnos juntas como mamá había dicho, mis amigos pasarían por nosotras a las seis en punto y nos veríamos con los demás en casa de Andrik. Estaba todo listo, perfectamente planeado para tener la mejor noche.

Mi teléfono vibró mostrando en la pantalla el nombre de Katte.

Estoy abajo

Al abrir la puerta me encontré con una Katte muy atractiva, llevaba puesta una falda pegada al cuerpo color azul y un top blanco de tirantes.

En verdad que a esta chica le quedaba bien todo lo que se pusiera.

Subimos a mi habitación para terminar de arreglarnos, Katte empezó a plancharse el pelo mientras yo me vestía, opté por un pants negro de tela brillosa y una t-shirt del mismo color, básico.

Con estilo y cómodo. Perfecto.

—No irás a llevarte eso ¿verdad? —expresó al instante Katte al verme vestida.

Me mire en el espejo examinando qué era lo que estaba mal en mi ropa.

—¿Por qué?, es cómodo —volví a verme al espejo— además no está tan mal.

Katte se levantó poniendo sus manos sobre mis hombros y me miró de arriba a abajo. —Claro, no está mal para quedarte a ver películas en tu casa, pero vamos a una fiesta —puso énfasis en fiesta— no puedes ir así, pero para tu suerte traigo un repuesto que te ayudará.

Hice una mueca al ver que sacó un short de cuero negro y un top del mismo color.

—¿Siempre llevas eso contigo? —pregunté al observar la ropa.

—No, solo en estas ocasiones, nunca sabes qué emergencia puede pasar y es bueno estar preparada.

Observe detalladamente las prendas, nunca en mi vida de adolescente me había puesto algo que cubriera tan poco, las únicas ocasiones donde utilizaba short era en la clase de deportes y siempre era una talla más grande de la mía para que cubriera un poco más.

—Ni loca me voy a poner esto, no es mi estilo —le estire la ropa devolviéndosela— y gracias por creer que entró en esto, es un halago.

Tiré las prendas a la cama y volví a mis asuntos dejando a la rubia parada sola.

—O aceptas ponerte eso o no voy —cruzó los brazos y se dejó caer en la cama para sentarse, lanzando una sonrisa de victoria— y no pienses en poner excusas —estiró la mano dándome la ropa nuevamente— así que tú decides.

—¿Estás amenazándome? —imité su gesto e igual crucé los brazos.

—Estoy haciendo un trato.

Mire un instante la ropa antes de tomarla.

La magia de las mujeres

—Tienes suerte de que en verdad quiero ir a esa fiesta —le arrebate las prendas de la mano acto que siguió empujándome directo al baño.

Una De EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora