A tu lado ~ Paul Lahote ~

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Las semans pasaron, yo seguía llendo a las terapias con la doctora Call, cuando la ví por primera vez me quise morir de la vergüenza, resultaba ser la madre de Embry, las sesiones las daba en su casa en un despacho que ella había habilitado para ello. 

-Buenos tardes Hazel.- dijo mientras me abría la puerta

-Buenas tardes doctora Call.

-Ya hemos hablado de esto Hazel, puedes llamarme Tiffany, anda, tumbate- dijo mientras entrabamos a su despacho. 

Me acerqué a la tumbona que había ocupado varias veces en estas semanas. 

-Y bien? como te sientes?

-Yo... las notas siguen llegando- noté como comenzaban a caer lágrimas por mis mejillas- está comenzando otra vez, es exactamente lo mismo, tengo miedo. 

Tiffany sabía de quien eran esas notas, pese a que las intenciones de Paul eran buenas, estas solo traían sufrimiento a la pobre chica. 

-¿Quieres que hablemos de lo que te sucedio?

-Ya lo sabe- contestó cortante Hazel. 

-Sé lo que dice tu expediente, pero quiero saberlo de tu boca, si quieres claro.

-Yo.. no estoy lista, no aún. 

-Hazel, llevamos cerca de un mes y medio, me gustaría ser directa, quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte a retomar la vida que llevabas antes del incidente de la mejor forma posible, no puedo decirte que vas a olvidar lo que pasó, nuestros recuerdos negativos son los que se guardan con más intensidad, quiero que trabajemos en tus puentos fuertes para disminuir la emoción de ese recuerdo y que no sea algo constante, para eso necesito tu cooperación, estas semanas he sido yo la única que ha hablado, necesito que confies en mí y que te abras, no puedo hacer nada si no estas dispuesta a cooperar. 

Hubo un silencio durante unos minutos, ninguna decía nada, la doctora Call estaba por cerrar su libreta y dar por terminada la sesión cuando Hazel comenzó a hablar. 

-Pasó hace cinco años, yo.. volvía con mi amiga Emma a casa en Florida, acababamos de terminar nuestro entrenamiento de porristas, estaba muy ilusinada, me habían escogido como centro y apenas acababa de entrar en el equipo- dijo Hazel con una sonrisa en la cara mientras lágrimas silenciosas brotaban de sus ojos- Como todos los días que había práctica nos paramos a comprar un helado en la cafetería de la esquina...

-Tranquila, continúa- la animó Tiffany

-Un chico se nos acercó, Luke, comenzó a hablarnos, nosotras no eramos más que dos niñas tontas que quedaron embobadas con un rostro bonito, él tenía 17 años, tenía una personalidad encantadora, cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en la palma de su mano- dió un pequeño suspiro y siguió- las semanas pasaron y como siempre, nos lo encontrábamos en la misma cafetería, las notas.. nos comenzaron a llegar, eran iguales a las de ahora, con advertencias, le dijimos a Luke y el simplemente nos decía que no eran nada malo, que seguramente era alguien que nos quería cuidar, pasó un año aproximadamente, en él encontramos a un gran amigo, nunca desconfiamos de él, que tontas fuimos- dijo en un susurro.- 

Hazel calló durante unos minutos, Tiffany la miraba pacientemente, sabía que este era un tema bastante serio, en los informes no venía gran cosa, solo la información general. 

-Un día hablando con Luke comentamos que iba a ser el cumpleaños de Emma, su 13 cumpleaños, Luke nos dijo que nos daría una gran sorpresa para ese entonces... El día del cumpleaños, Emma, Luke y yo habíamos quedado en vernos en un parque para la gran sorpresa, ese día fue el único que ninguna recibió una nota, nosotras estabamos esperando una gran fiesta, pero cuando llegamos solo pudimos ver a Luke recostado en un coche, nos dijo que debíamos montarnos en el coche, que el nos llevaría hacia donde de verdad estaba la sorpresa, nosotras como niñas tontas accecimos- Lágrimas caían sin cesar- Luke aparcó en una cabaña alejada del pueblo, cuando bajamos pudimos ver el sitio, estaba en ruinas, daba asco, los amigos de Luke salieron de la cabaña..Ellos...Ellos.. estaban borrachos, nosotras le suplicamos a Luke que nos sacara de allí, que no nos gustaban sus amigos...