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-¡Coño de la madre!- Murmuré mientras veía como las luces de los poste de luz eran simple destellos a mi lado. Si bajaba la ventanilla podía estar segura que el viento daría de golpe.

Llevo los ojos cerrados para no marearme aún más de lo que ya estoy, siento mucho dolor en mi vientre.

-Respira- escuchaba a Camila y aún no podía entender ¿¡COMO CARAJOS HABLA MIENTRAS CONDUCE ASÍ!?.

-¡¡CONDUCE!!- gritó desesperada.

-Es que ya llegamos- dice mientras la veo salir, abro mis ojos de golpe y esta estacionada enfrente del hospital. Les juro que vi las 11:01 cuando entre al auto a penas son las 11:10. Mejor ni lo racionalizó.

Abro la puerta del auto cuando veo a unos enfermeros llegar con una silla de ruedas hasta donde me encuentro en el auto. Trato de levantarme para sentarme y siento la manos de Camila en mi espalda luego de cerrar la puerta del auto.

Escuchó a lo lejos como el auto se bloquea y luego a Camila mi lado, estamos ya dentro del hospital y pasando por esos pasillos blancos con la iluminación más blanca que pasillo que dice la gente que va directo a la muerte.

-¡AHH!- gritó alto al sentir un dolor intenso en mi interior, la mano de Camila se posa en mi hombro y la tomó.

-Lau, amor- murmura cuando la estoy apretando tan fuerte que siento como su rostro se contorsiona.

-¡ES TU CULPA!- le gritó sin soltar su mano, respiró profundo mientras consigo tratar de calmar el dolor tan intenso que esta rompiendome en el interior.

-¿Mi culpa?- pregunta reflejando dolor en su rostro, no se si sera por lo que dije o porque esta por casi perder la mano en el intetendo de darme apoyo. Si ¡Apoyo! fue lo que me dio y ahora estoy en este problema.

-Si ¡Por tener tanto sexo! y ¡Por hacerlo tan RICO!- grité lo último cuando se me cruzó un fuerte dolor nuevamente. Veo que estamos entrando a un habitación.

-Debe salir un momento- comentó el enfermero mientras algunas personas estaban entrando a la habitación.

-¡A MI MUJER NADIE LA SACA!- retumbó el sonido de mi voz por todo el lugar, no tarde mucho en ver porque mis ojos se cerraron.

Sentí como la puerta se cerró y cuando abrí los ojos algunas personas estaban mirándome fijamente.

-En un momento entrara su esposa, pero necesito colocarle la inyección para adelantar el parto- dijo la doctora que había estado siguiendo mi parto, no tenía fuerzas para más nada, asenti como pude.





Estoy dando vueltas por todo el pasillo, mis manos están en mi cabello y apretandolos euforicamente, se que debía llamar a mi familia pero siento las manos muy suaves, estoy temblando.

Las cosas no siempre son sencillas cuando vas a dar a luz a un niño, ahora imagínate dos. Mi  sueño con Lauren de ser madres es maravilloso, pero verla sufriendo como lo esta haciendo es muy difícil de ver. Es observar al amor de tu vida sufriendo, se que ella quería esto y en parte yo también, pero no se si estoy dispuesta a verla pasar por esto nuevamente.

Sacó el teléfono de mi bolsillo y marco el número lo más rápido que puedo, lo llevo a mi oreja el aparato y oigo como el otro teléfono suena.

-Alo- digo mientras veo como algunas personas entran a la sala de parto en donde esta mi esposa -Lauren va a dar a luz, los necesito aquí- es lo único que digo para colgar el teléfono cuando veo a la doctora que sigue nuestro embarazo en la puerta.

-Es momento, esta muy adelantado y los morochos prácticamente quieren salir de Lauren- comenta con cierta gracia. -Debo admitir que en estos casos, la mayoría del tiempo siempre uno es más grande que el otro, o pesa más.- la escuchó atentamente ¡Quiero entrar y ver a Lauren! pero debo calmarme -En esta caso es igual, la niña esta más pequeña que el varón, pero al estar las semanas concretas de gestación todo estara bien- me dice y escuchó como suelto un suspiró.

-¿Los tres estarán bien?- preguntó con algo de miedo, no importa que. Hasta que vea a Lauren con mis dos niños junto a ella, sabré que todo esta muy.

-Las contracción eran muy fuertes, pero ya le colocamos la inyección así que esta un poco más calmada, debes pasar y colocarte el traje, te espero rápidamente porque sino tu mujer nos matara a todos- murmura lo último, asiento con una sonrisa.

Mis pasos son veloces y mis brazos ágiles, trato de vestirme lo las rápido posible para entrar a la sala. No basta si cinco segundo de mi presencia para sentir a Lauren mirándome con esos hermosos ojos esmeralda, se ve agotada y un poco ojerosa pero aún así esta dando todo lo que puede. El sudor corre por cuello, la veo cerrar sus ojos antes de extender su manos hacía mi.

-Estoy aquí- murmuró en su oído y dejo un beso en sus labios que me responde vagamente.

-Es el momento de tener a sus hijos- se escucha la voz de la doctora y luego empieza el proceso de parto.

Asiento un poco ida entre lo que pasa con Lauren que no me suelta mano, centro mi mirada en ella y le dedico una sonrisa -¿Te duele?- preguntó acariciando su cabello y retirándolo un poco de su rostro. Ella niega con una sonrisa ladeada.

-Te amo- dice en tono bajo.

-Y yo te amo a ti, desde que eramos niñas- murmuró para que ella escuche, le dejo otro beso en sus labios antes de escuchar el primer llanto.

La cabeza de Lauren se separa un poco de la almohada en busca del sonido proveniente del bebé. Nuestros rostros se miran cuando una de las enfermeras trae rápidamente enrollado a uno de los niños. -Su niño- nos dice la chica para colocarlo rápidamente en los brazos de Lauren, ella lo ve como si no existiese algo más hermoso que él.

Su mirada se encuentra con la mía y mi sonrisa no se aparta de mi rostro mientras veo a la mujer de mi vida junto a mi niño.

-Es hermoso- la escuchó hablar dejando un suave beso. La enfermera le quita al pequeño niño de sus brazos cuando se escucha el segundo llanto, las mejillas de Lauren tienen el recorrido de sus lágrimas y por no decir más, las mías esta igual.

-Su niña- dice en unos minutos la misma enfermera ahora colocando en los brazos de Lauren a los dos niños, uno a cada lado.

No puedo decir que es más hermoso en este momento, pero puedo estar completamente segura que toda mi vida tendré esta fotografía mental. No necesito nada más en este mundo.

Suelto un sollozó que no sabía estaba reteniendo, lo que causa que la doctora que estaba a nuestro lado y Lauren giren a mirarme. Ella esta igual de llorosa que yo, pero por un instante sentí mis piernas débiles y solo caí de rodillas con mis manos en mi rostro.

-Camz, amor- escuchó la voz de Lauren y como la doctora ahora esta a mi lado. Mi llanto no cesa y no es porque no quiera, es que en mi pecho no entra tanta emoción, no puedo creer que realmente sea madre y esposa, que tenga una familia.

Me levanto como puedo con ayuda de la doctora y acercó mis labios a los de mi esposa, dejo un sutil beso mientras beso suavemente la frente de mis dos hijos.

-Gracias por darme todo mi amor- escuchó a Lauren que alterna la mirada entre los niños y yo.

-Debo llevarlos a revisión- nos dice la doctora mientras dos enfermeras alzan a los niños del cuerpo de mi esposa. -Y tu Lauren, debes descansar- asiente su cabeza en nuestra dirección mientras saca a los niños de la habitación.

-Somos madres- le dijo a mi ojiverde hermosa con una sonrisa mientras me acercó y nos fundimos en un abrazo.

La Nerd (3era Parte) Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora