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-Nuestras madres hicieron un gran equipo- le digo a Camz cuando esta por acostarse a mi lado.

-Mas que eso, es agradable contar con ellas- murmura para ya acostada mirando hacía el techo. Me acerco y pongo mi brazo por su cintura y mi cabeza en su hombro, siento como su brazo me abraza y acaricia mi espalda mientras su otro brazo esta acariciando mi brazo que esta en su cintura.

Pasamos así un largo rato antes de que realmente vuelva hablar -Me siento inexplicable- dije divagando con mis ojos cerrados sintiendo sus caricias.

-Mañana estaremos casadas- murmuró dejando un beso en mi frente.

-Muy casadas y dentro de unos meses, seremos madres- dije respondiendo sus besos ahora en su mejilla. -Te amo- susurré en su oído y con aquella confesión caímos en un sueño profundo.


Sentí que estaban tocando la puerta o por así decir tirándola, siento el brazo de Camila en mi estomago, estábamos en cucharita abrazadas. Antes de sentir como se esta moviendo -¿Quien mierda sera?- dice con esa vocesita ronca al despertarse. Me giró cuando ella lo hace y nos quedamos mirando al techo antes de escuchar como vuelven a tocar violentamente la puerta. Gruñe mi novia y se levanta, la veo colocarse un short, sus lentes y camina hacia el pasillo.

Me decido levantar porque quizás Camila estaría por tirar golpes, no es una persona que buen humor cuando es levantada de golpe una mañana, a menos que sea yo la causante, es hermoso saber que tengo tanta influencia en ella. La amo.

No escucho nada cuando entro al baño, siento como las nauseas están llegando a mi, así que antes de poder pensarlo estoy vomitando hasta la vida. Bueno puedo considerar que esta parte no es lo que pensé que seria el embarazado, pero solo de pensar que tendré a nuestro bebé me hace pensar que cada paso me hace feliz.

Siento unos toques en la puerta antes de que sea abierta por Camila que me mira interrogante antes de agacharse a mi lado -¿Como te sientes? ¿Quieres algo?- pregunta sin alzar mucho la voz, creo que piensa que eso me aturdirá y puede que si, pero es mi amor.

-Un té estaría bien- le informo y la veo salir rápido hacía imagino la cocina, me decido a lavar los dientes y para cuando camino hacía la cocina veo a mis padres, los de Camz y nuestros amigos.

-Buenos días, hija- dice mi padre llegando a darme un abrazo.

-Buenos días- no duré mucho en sus brazos porque realmente solo quería abrazar a Camila. No lo se, no entendí el porque pero solo caminé hacía la cocina y la encontré colocando el agua caliente en la taza, la vi colocar el sobrecito y cuando se giró nos encontramos de frente.

Le quite la taza y la coloque en la mesa para después abrazarla, sentía un sentimiento inexplicable, sentía un nudo en la garganta y de repente cuando me abrazo fuertemente rompí a llorar.

Escuche como algunos se preguntaban el porque y algunos pasos de acercaron, pero me apreté aún más a Camila que no insistía en soltarme. Llore quizás por algunos minutos antes de separarme y darle un beso suave.

-Te amo- fue lo único que me dijo, no pregunto nada, solo me dejo ser en sus brazos y era lo que más amaba de ella.

-Te amo- le contesté con hipidos.

-Es tiempo que nos arreglemos, nos casaremos- murmuró cerca de mi oído y aquello logro que mi llanto se reemplazara por el anhelo de mi mayor deseo.

-Hija es tiempo de vestirte- dijo mi madre dándome unas palmaditas en la espalda antes de llevarme a uno de los cuartos de nuestro departamento junto a la taza de té que me había hecho mi Camz. -Ella se cambiara en la otra y saldrá primero que tu para encontrarse en el lugar- dijo informandome.


El resto de las horas pasaron relativamente rápido, tenía un hermoso vestido blanco, no era muy largo ni muy corto, no quería nada extravagante, tenía mi velo, un maquillaje que resaltaba mis ojos y en mis labios un rosado suave, las flores eran color verde turquesa con rosado y ahora estaba camino al hermoso lugar. En el auto estaba mi padre y Lucy.

-Amiga- ella me llamo, agradezco que estuviera a mi lado durante este tiempo, la necesitaba -Quiero ser la madrina de la Camilita que llevas dentro- dijo riendo mientras mi padre carraspeaba con una sonrisa. -Te amo-

-Me alegra saber que estas a punto de ser la mujer de una mujer que te ama- mi padre me toma mi mano y deja un beso -Estoy feliz de verte feliz, ya no seras solo mi niña, bueno desde que la viste la primera ves fuiste de ella, como ella tuya- dejo un beso en mi mejilla antes de que una lágrima corriera por su mejilla -Te amo- beso nuevamente mi mejilla antes de que Lucy nos hiciera posar para la foto del recuerdo.

Entre al lugar había una pequeña recepción antes de ir al centro del salón en donde estaría Camila con el fondo del mar. Mi padre me toma del brazo antes de que comience a sonar la música, el paso lento de los dos hicieron que todos se girarán. Camila estaba mirando hacía adelante, la vi tomar un respiró antes de girarse y dedicarme la sonrisa más grande que había tenido.

El pasillo en donde debía pasar estaba adornado de flores, margaritas, lirios y algunas rosas de color rosado. Las sillas estaban decoradas entre verde y rosado, los colores que habíamos elegido entre las dos.

Camila estaba al final del pasillo y no llevaba lentes, su traje era blanco como mi vestido al igual que sus sencillas converse, le vi rodar varías lágrimas antes de ser apartadas por su dedos, su sonrisa nunca se aparto hasta que llegue a su lado.

-Te la entrego, espero la sigas haciendo feliz como lo has logrado estos años- paso mi mano a Camila que la tomo temblando, nos giramos y antes de iniciar le deje un beso en su mejilla.





Estamos bailando y mi recuerdo me remite a nuestros "Si acepto" y la emoción que me inundó aquel momento, veo su mano enlazada con la mía y nuestros anillos color dorado adornar nuestros dedos anulares. Soy la esposa de Camila y yo soy la de ella, no puedo conseguir estar aún más feliz.

Estamos al compás de la música, siento sus manos enrollar mi cintura, las mías enrollan su cuello, nos damos un beso lento y suave, siento caricias en mi espalda, el sitió en donde estamos bailando es cerca del mar, es un pisó de madera y alrededor están varías sillas en donde nuestros amigos y familiares están disfrutando del momento.

Mi padre esta abrazando a mi madre y la madre de Camila esta tomando de la mano a su esposo. Ambos con sonrisas en sus labios, nuestras familias están disfrutando del momento tanto como nosotras el nuestro. Es mi boda de sueño junto a la mujer de mis sueños.

Camila se había quitado el sacó y quedó con la camisa suave, se movía con el viento y dejaba ver parte de sus tatuajes, era un contraste hermoso de ver en ella. No llevaba sus lentes y a veces se me hacía extraño, me gustaba vera con sus lentes y ella lo sabe.

-Eres mía- me dijo cerca de mi oído mientras el baile se volvió un abrazo. Nos fundimos un rato en ello hasta que empezó a sonar la música de la hora loca, varias personas se unieron a nosotras a bailar, pero aún así solo abrace a Camila como si aún estuviéramos bailando una música suave.

-Esposa mía- la tome de las mejillas para besarla, luego nos separamos y comenzamos a bailar con todos a nuestro alrededor.

Realmente la boda de mis sueños.


*Disculpen los errores*

La Nerd (3era Parte) Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora