𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 | 𝐒𝐚𝐬𝐮𝐧𝐚𝐫𝐮

Quinto Capítulo

El sonido del reloj de pared, era lo que se escucha en esa gran habitación, las manesillas que marcaban los minutos sonaba, al pasar cada minuto. A Deidara el sueño ya estaba apuntó de consumirlo, era obvio el rubio no tenía más que hacer que ponerse a leer un libro, se estaba haciendo tarde, los suspiros de sueño no dejaban de salir de este rubio.
Naruto había terminó de inspeccionar la gran habitación, cuando encontró el baño, en realidad pensaba que nunca iba a encontrar un baño en aquella habitación por que el baño ya hacía oculto detrás de las paredes, Naruto haría todo para sobrevivir en este mundo que ahora se había convertido en un maldito infierno, pero si en ese infierno podía encontrar en ducha y utensilios para aseo personal, su infierno sería como todo un paraíso. Naruto podrá ser un idiota en todas las partes, pero jamás se le había podido haber pasado por la cabeza, el nunca lograr bañarse, sacar todo el sudor, la mugre de todo su cuerpo acumulado del día, era un tormento. En otras palabras odiaba estar sucio.

Giró la llave de la ducha, para que una lluvia de gotas cayeran a su piel canela, sin duda Naruto era el hombre más feliz en ese entonces, duró más de una hora en salir del baño, tenía que asegurarse que ninguna parte de su cuerpo se quede sin restregar, salió del baño y de uno de los muebles de la habitación sacó un conjunto de ropa, no eran de su talla, eran mucho más grandes pero aún así se los puso. Se dirigió a la regadera del baño donde tomó un cepillo de dientes, pasta dental y comenzó a cepillar sus dientes. Peinó su cabello rubio que brillaba por estar limpio. Sí esto sí era felicidad para aquel rubio, salió del baño y se dirigió donde ya hacía Deidara tumbado en la gran cama. Naruto no se explicaba como alguien podía siquiera conciliar el sueño estando todo sucio, se acostó del otro lado de la cama dándole la espalda a Deidara y al fin quedar dormido.

Naruto cayó en un profundo sueño, realmente no esperaba dormir de forma tan relajada, suponía que era por haberse aseado antes de dormir, tampoco podía negar lo cómodo que era el colchón debajo de su cuerpo. Comenzó a abrir los ojos cuando pequeños rayos del solo golpearon directamente su rostro, las cortinas no cubrían casi toda la ventana, se podía observar que ya había amanecido. Al abrir los ojos observó que ya no se encontraba en la habitación de anoche, Deidara tampoco ya no estaba del otro lado de la cama, su lugar lo ocupaba uno de esos vampiros que lo secuestraron ayer.

La tranquilidad de Naruto se fue, quizo levantarse de la cama para buscar el baño de la habitación para lavarse su rostro y dientes. Pero una mano lo impidió, era de aquel vampiro que estaba dormido al otro lado de la cama sin camisa dejando a vista esos pectorales formados y piel pálida.

—No te vayas, aún es temprano okey. —murmuró Sasuke, hablando con los ojos cerrados, Naruto no podía hacer nada más que hacerle caso en todo, quería preguntarle que en donde se encontraba su amigo, pero suponía que estaba con el otro vampiro de vio ayer, se ahorro saliva al no preguntar, solo se quedó observando como la luz del día le ayudaba a tener una mejor vista del rostro y cuerpo de aquel vampiro; su cuerpo brillaba, Naruto logró escuchar unos quejidos salir de la boca del vampiro. —L-la luz, cierra bien las cortinas. —decía todo inquieto, Naruto solto la mano del vampiro para levantarse y cerrar bien las cortinas para que los rayos del sol no le den a éste, el rubio se quedo parado mirando de nuevo fijamente al vampiro, este tenia razón aún era muy temprano y Naruto aún estaba cansado, no sabía porque sentia su cuerpo muy adolorido.

No pensaba volver a echarse con aquel peligro durmiendo en la suave cama. Se dió la vuelta y observo un sofá, pretendía dormir ahí pero no pudo lograrlo ya que el vampiro ya no estaba durmiendo en la cama, si no que estaba agarrando a Naruto con ambas manos en la cintura.

—Solo te dije que cierres las cortinas, no que te vayas a dormir a otro lado. —habló, llevando a Naruto nuevamente en la cama y abrazándolo por su cintura.