Murderous Mind || l.s

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"El asesino volvió a atacar la noche del sábado, en esta lamentable ocasión fueron dos víctimas, ambas de 21 años de edad que salían de una fiesta, hubo una sobreviviente que aparentemente logró ver al asesino. Las autoridades intentan convencer a la joven para que declare" Harry apagó el televisor y se levantó del sofá. Recogió algunos papeles que había en la mesa del comedor y los guardo en su maletín. Miro su reloj y se dirigió hacia afuera de su casa. Subió a su auto y se dirigió al hospital en donde Sarah se encontraba. Hoy intentaría hablar con ella, había pedido hablar con ella a solas. Harry sabía que si entraban muchas personas probablemente la chica tendría un ataque de pánico y no iba a querer hablar y hasta el momento lo que ella había visto podría ser la pista más cercana que podrían obtener.

Estaciono el auto afuera del hospital y bajo apresurado. En la puerta había varios reporteros intentando entrar pero los guardias se lo impedían. Harry pasó entre ellos fácilmente hasta llegar a la puerta, los guardias lo dejaron pasar sin problemas y una vez adentro busco al detective Smith, que era su compañero más cercano desde que había llegado.

-Styles- escucho nombrar su apellido y vio a su amigo parado a unos cuantos metros de el.- Sarah se encuentra e la habitación 130, vamos para haya.

-Claro- respondió Harry simplemente. Subieron al ascensor y llegaron hasta el piso 3.

-Bien, los enfermeros dijeron que no dijo ni una sola palabra desde que despertó. No quiere comer y se niega a ver a todos hasta incluso a su familia.

-Es normal, debe estar en shock todavía, no es fácil ver como asesinan a dos personas en frente tuyo y más si esas personas eran tus amigos.

-Entiendo Styles, pase por casos similares a este antes.- Harry se sintió un estúpido por un momento. Estaba más que claro que Smith también había estado involucrado en otros casos que implicaban asesinatos.

-Si lo siento- se disculpó bajando la mirada.

La puerta del ascensor se abrió y ambos detectives caminaron hasta la puerta de la habitación 130. Harry miro a su compañero nervioso y sin decir nada ingresó a la habitación. En la cama se encontraba una chica de cabello castaño totalmente pálida, con su cabello revuelto, grandes ojeras debajo de sus ojos y labios resecos mirando un punto muerto en el suelo, Sarah. Harry se acercó lentamente hacía ella.
-Hola Sarah, soy el detective Harry Styles- la chica no dijo nada, nisiquiera se dignó a levantar la mirada, simplemente se quedó quieta y en la misma posición desde que había despertado.- Mira se que fue muy difícil lo que viste y lamento mucho la muerte de tus amigos pero necesitamos que nos digas que fue exactamente lo que pasó y si lograste ver algo.- Sarah se movió un poco y miro a Harry pero no parecía dispuesta a hablar.- ¿No quieres hablar por que tienes miedo no es así?- la chica asintió levemente y los ojos se le empezaron a cristalizar.- No tienes que tener miedo, mira hagamos un trato- Harry se agachó a la altura de la joven y la miro- Si tu declaras yo juro protegerte y evitar que ese hombre te haga algo.- la muchacha pareció considerar la propuesta por algunos segundos y luego volvió a mirar al punto muerto de antes.
-Todo ocurrió el sábado- la voz de la chica sonó aspera debido a que no había hablado hace casi dos días- Mi mejor amiga me había invitado a una fiesta y yo acepté.- Harry encendió la grabadora de voz para no perder ningún detalle- En la fiesta conocimos a un chico, se llamaba Jack. Alrededor de las tres de la mañana Jack nos dijo si queríamos ir a su casa, yo dije que no pero mi amiga dijo que si. Mi casa quedaba de camino hacia la casa de Jack entonces me fui con ellos. Cuando faltaban tres cuadras para llegar a mi casa un hombre se nos acercó- la respiración de Sarah se empezó a acelerar y si cuerpo temblaba ligeramente pero aún así siguió hablando.- Nos pregunto la hora y yo se la dije. Me miro con una sonrisa y yo se la devolví. Nos agradeció y se fue. A una cuadra nos volvimos a encontrar con el. Nos dijo que se había olvidado de algo y ahí fue cuando se intento acercar a mi y me quiso ahorcar pero Jack lo empujó y se puso delante mío. Entonces el hombre saco una navaja de su bolsillo y le cortó el estómago y luego le clavo la navaja. Yo no sabía que hacer, el hombre parecía poseído, nunca había visto a una persona tan enojada y con tal expresión. Quise gritar pero simplemente no podía, estaba en shock. Pero mi amiga si pudo gritar y al parecer al asesino no le gustó para nada y le hizo lo mismo que a Jack. Se me acercó decidido a matarme y escuchamos el sonido de una sirena a lo lejos, alguien había llamado a la policía. Pensé que me había librado entonces el hombre me acercó a el y me susurró "te libraste esta vez pero la próxima te juro que te mató" y después simplemente se fue.- Harry quedó petrificado cuando Sarah terminó de contar la historia. Si bien el había trabajado en casos de asesinos nunca había conocido a un asesino tan enfermo como el.
-Sarah ¿viste como era el asesino?.
-No pude ver mucho, estaba muy oscuro y el llevaba capucha. Lo único que vi y juro que nunca me voy a olvidar fueron sus ojos.
-¿De que color eran?
-Azules. Nunca había visto ojos tan azules como esos.- Harry se quedó en silencio por unos segundos. Esa pista no era de mucha ayuda, en el mundo existían millones de personas con ojos azules y no podían simplemente arrestar a todo el mundo que tuviese ese color de ojos.- Ahhh otra cosa cuando se fue corriendo, en la parte trasera de su buzo tenía pintada una carita feliz y a su lado una estrella encerrada en un círculo.- la carita feliz, el sello personal del asesino pero la estrella encerrada en un círculo eso era raro.- Detective tiene que prometerme que van a atrapar a ese hijo de put* y que no va a dejar que me hagan daño.
-Te lo prometo Sarah, te prometo que ese infeliz va a terminar tras las rejas y que no va a volver a hacerle daño a nadie más.- Sarah esbozo una pequeña sonrisa y se recosto en la cama.
-Si no le importa voy a descansar un poco.
-Claro, yo me retiró- Harry se paro y antes de marcharse miro a Sarah nuevamente. Abrió los ojos más de lo normal al ver lo que se encontraba cicatrizado en su brazo derecho, una carita feliz.