Creyente de su amor

700 62 50
                                    

Ya había hecho un par de cuadras cuando fui tomado de la muñeca por Itachi, quien me obligó a girarme para verle directo a los ojos. No quería hacerlo, estaba sumamente indignado.

Y molesto.

Desde que me contó que Ino le había confesado que llevaba aproximadamente tres meses de embarazo (en su caso, aún no se notaba la panza) y que el bebé era suyo, mi mente se puso en blanco y lo único que pude hacer fue salir corriendo de la casa sin rumbo fijo, hasta que él fue tras de mí y me dio alcance. Yo sólo esperaba escapar de ese espantoso momento...

Y lo que más deseaba ahora era estar solo, pero él al parecer no iba a permitirlo.

—Sasuke, por favor —me suplicó acunando mi rostro entre sus manos, yo cerré mis ojos un instante en consecuencia —. Habla conmigo.

Volví a abrirlos y quité sus manos con cuidado, no pretendía ser brusco con él a pesar del dolor que sentía en mi corazón.

—¿Qué quieres que te diga? ¿Qué me alegro por el embarazo de tu prometida? —solté con la voz quebrada, pasando mi mano por mi cabeza ante tanta frustración —. Te pido que no esperes eso de mí, porque no lo haré.

Su mirada se volvió compasiva, él sentía pena por mí, y eso me hacía sentir aún más patético.

—Sé cuánto debe dolerte esto pero-

—Te equivocas, no lo sabes —le interrumpí. Una opresión se hacía cada vez más fuerte en mi pecho con el pasar de los segundos, era casi insoportable —. No tienes idea de lo molesto que me siento...pero no es contigo, es con la vida —bajé la mirada, ofuscado, quería llorar —. Es terrible saber que la persona que amas tendrá un hijo con alguien más.

—Sasuke...

—Pero lo que más me duele es caer en la realidad de que yo jamás podré darte una familia como mereces...

Pude escuchar un fuerte suspiro de su parte, sé que sufría tanto como yo, incluso quizás él estaba peor.

—Oye, mírame —le obedecí, y agarró mis manos para llevarlas frente a sus labios como si fuera a besarlas, sin importarle quiénes nos estuviera viendo —. Que ella esté embarazada no significa que lo nuestro vaya a cambiar...obviamente me haré cargo del bebé y lo amaré, pero eso es todo.

—Pero~

—Y no importa que no pueda tener hijos contigo —ahora fue él quien me dejó con las palabras en la boca —. Lo único que quiero es tu amor, nada más.

Hice una pequeña sonrisa, conteniendo mis lágrimas. Sus palabras habían logrado tranquilizarme bastante.

—Eso siempre lo tuviste...es sólo que tardaste en verlo —dije ahogando un hipido, aún estaba con la emoción a flor de piel.

—Pero ahora que sé cuánto me amas y lo mucho que yo te amo a ti, no dejaré que nada nos separe —aseguró y besó el dorso de mis manos, cerrando sus ojos como si suplicara que no fuera a alejarme de él.

Y eso es algo que por nada en el mundo haría.

—¿Lo dices en serio?

—Juro por Dios que mi amor siempre será tuyo —me dijo con una dulce sonrisa a la vez que me hacía una caricia en la mejilla con su pulgar.

Le devolví una sonrisa de igual forma, la alegría volvía a mi cuerpo y esperaba que no volviera a irse.

—Oye, Itachi...—había algo que quería preguntarle pero no sabía cómo se lo tomaría, no quería que malinterpretara mis intenciones.

ItaSasu: Herederos de un pecado [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora