MI PECADO DE AMOR (MANGELITO EDITANDO)

CAP3. ENAMORANDOTE DE UNA FAMILIA QUE NO TE PERTENECE

Hannah y Angy

Aquí estoy de nuevo, hola, sí el chico que vendió todos sus muebles para pagar una carrera de chef y que ahora tiene el mejor trabajo que pudo soñar, practíco en una hermosa cocina con todos los ingredientes posibles y comodidades en cuanto a utensilios, refractarios, hornos, sartenes, tienen de todo aquí.

Es mi primer día, llegué puntual corriendo a las 2 Pm las niñas no tardan en llegar según lo que me dijo el señor Rogel, Angy llega del cole y Hannah de la guardería, para las tres debe estar lista la comida y la papilla de la nena, de inmediato debo preparar la cena y guardarla en refractarios para que Mangel la pueda calentar cuando la ocupe.

Hablando de Mangel... me da pena decirle así, aunque a él solo me refiero como señor Rogel, obviamente, pero he escuchado a su madre llamarle así y se me hace muy tierno, ya que él se llama Miguel Ángel y Mangel es juntando sus dos nombres en uno... que ¡Cute! mis mariposas de nuevo, tranquilizate Lolito.

En fin, él me recibió al llegar, hoy no está su señora madre, GAD, el señor Rogel ¿Siempre huele tan bien? y tiene un chulo porte para vestir, se nota su madurez hasta para caminar, me siento tan enclenque a su lado, cuando junte de mi salario me vestiré mejor, él solo ve un chiquillo en mí... lo sé. 

El caldito de pollo ya estaba en la estufa, lo acompañaré con una ensalada con poca pasta y queso fresco, la papilla de la nena ya esta blandita, todo va excelente el señor Rogel desde que llegue subió a su habitación, tocaron la puerta y como no ví que bajara me limpie las manos para abrir, eran las niñas.

Angy tenía lágrimas secas en sus mejillas, me partió el corazón, y la nena me la entregaron en los brazos, es la primera vez que la cargo, es hermosa, se parece mucho a su padre, Angy supongo se parecer más a mamá, ya que es muy diferente a ellos, cerré la puerta y allí estaba yo, con dos niñas que no sabían qué esperar de la vida ¿Quien las atiende al llegar? La madre de Mangel no me parece que sea cariñosa y el señor no tiene tiempo, ni siquiera ha bajado a recibirlas.

- ¿Cómo te fue en la escuela bonita?-

- Mal-

Ok, ¿Que se contesta en estos casos?

- Lo siento, pero si te hace sentir mejor puedes ayudarme a preparar el postre-

Al fin, sus ojitos brillaron, no sé si le moleste al señor Rogel que meta a la niña a la cocina, pero es lo mejor que se me ocurrió, claro no la pondré cerca de cosas calientes, no soy estúpido.

Y la bebé, supongo que camina, la baje al suelo y se sentó, Angy sonrió conmigo.

- Ella no camina, mi papi la pone en ese corral-

- Ok, por eso digo que en el corral, pero ¿Está muy lejos de la cocina no? Si se le ofrece algo no la vamos a ver ¿Me ayudas?-

Entre los dos jalamos el corral a una distancia donde pudiera verla ¿Cuantas horas pasas aqui solita nena? ¿Porque mi corazón se encoge por ellas? Tienen un aire tan solitario, yo no sé qué habría hecho sin mi madre a tan corta edad, si aun la extraño y ya no soy un bebe, le llamo todos los días y hablamos por horas.

La tarea de Angy con el postre fue moler galletas con una palita de madera, estaba haciendo más cochinero que ayudante, pero estaba sonriendo y eso era suficiente, la nena en su corral jugaba con juguetitos y comenzó a llorar despacio, ya había apagado lo de la comida y lo de la cena estaba en proceso, el señor Rogel seguía sin bajar, me acerque a la nena y un olor desagradable me dijo que algo sucedía en su pañal.

Dios¡ Nunca he cambiado un pañal, voltee con Angy y me señaló la pañalera, cargue a Hannah y me dio pena en el alma ver como una niña de casi siete años era experta cambiando pañales, la mire atento para aprender, pero mis ojos me ardían conteniendo una lágrima.

- ¿Quien te enseño hacer eso?-

- Nadie, yo he mirado a la abuela hacerlo, una vez que nadie la cambiaba, su colita se puso tan roja que tuvieron que llevarla al doctor y lloraba muy fuerte... por eso lo hago yo, para que no vuelva a sucederle eso-

- Cuando esté yo aquí puedo ayudarte ¿Vale?-

- Vale, me lavaré las manos-

Cargue a Hannah de nuevo, que niña tan madura, debo aprender, escuche los pasos del señor Rogel bajar la escalera, tenía un rostro preocupado, traía los anteojos en la mano y se tallaba los ojos.

- Dios¡ Me quede dormido, lo siento (cargo a la bebe) ¿Hace mucho que llegaron? ¿Que hora es?-

Los ojos del señor Rogel se veían cansados con ojeras, de seguro tenía mucho tiempo sin dormir, además estaban rojos e hinchados ¿Se quedó dormido llorando? No quise preocuparle más diciendole que hace una hora llegaron las niñas.

- Son las tres pasaditas, yo las recibí y estamos bien no se preocupe-

- Muchas gracias, no he dormido bien y hoy no pudo venir mi madre-

Angy salió del baño y quiso seguir con su labor en la cocina y su padre la regañó.

- Angy no molestes a Lolito con su trabajo, ve a tu habitación-

Su sonrisa se borró.

- Señor Rogel, no me molesta, de echo me está ayudando con un postre de galletas, ¿Si le da permiso para que me siga ayudando?-

Angy lo miró con una linda sonrisa suplicante que ablandó el corazón de su padre, y él también sonrió, se dio cuenta que de ayudante no era muy buena pero ver sus ojitos brillar lo valían, y de paso los ojos del padre se iluminaron, creo que ya no hay marcha atrás, oficialmente estoy enamorado.

Será mi secreto, mi pecado, amar a un hombre casado ¿Que me queda? ¿Sufrir? Dicen que el amor duele, pero yo me salté todos los pasos y me fui directo al llanto pues, él nunca me amara, yo soy un joven estudiante, inmaduro y gay.

Él es un hombre maduro, con un trabajo importante, una esposa, dos hijas y obviamente... heterosexual... ¿Porque el corazón no ve esas diferencias? ¿Porque solo ve sus lindos ojos y su hermosa sonrisa?

Vaya primer día de trabajo, llegué a mi casa tarde, se supone que salgo a las ocho de la noche, pero limpie el desastre de Angy y después me dio un recorrido de bienvenida por toda la casa, estaba tan contenta platicandome el significado de cada habitación, sin duda los niños ven con otros ojos la vida y fue lindo mirar las cosas como las ve ella, el único cuarto que no me enseñó fue la habitación de su padre, el señor Rogel ya me había comentado que la niña evita el tema de mamá.

Quede con una sensación de angustia al pensar en las niñas, las dejé a las dos acostaditas en sus camas, pero si Hannah despierta en las noches, es normal pues es muy pequeña, por eso el señor Rogel luce tan cansado...

El señor Rogel, es admirable sin duda... y muy guapo.

Quisiera dormirme y olvidarlo, pero sé que estará allí, en mis sueños y presiento que cada vez, se instalará más cómodamente en mi corazón. 

Soy Lolito y este es mi pecado: 

Mi pecado de amor.

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Hola Buenas noches ♥

Me está encantando la manera de narrar de Lolito, espero que a ustedes tambien, veo comentarios de lectores nuevos, muchas gracias por su apoyo y los invito a conocer las otras historias Mangelito en mi perfil y dejar su Follow para enterarse de las actualizaciones y si gustan compartir en sus bibliotecas mucho que mejor¡¡

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