MI PECADO DE AMOR (MANGELITO EDITANDO)

CAP4. CORAZÓN EN PAUSA

Pase mi primera semana de trabajo, llegó el domingo día de descanso y paga, se me hizo raro estar en casa todo el día, saliendo de la universidad todas mis tardes fueron en casa de los Rogel y es sencillo acostumbrarse a pasar las tardes en compañía, desde que llegué a vivir a la ciudad he estado muy solo.

Como ya les había contado... me aleje del amor hace tiempo, en mi pueblo nunca tuve novio, fue hasta llegar a la universidad que vi tanta gente diferente y me atreví a ser más yo, dejé crecer mi cabello y le sonreía a los chicos que me miraban.

Al principio me divertí mucho, creí que en realidad les gustaba, me ilusione con un chaval, insistía en acostarse conmigo pero tenía muy arraigados los valores de mi casa y no aceptaba hacerlo, un día en una fiesta me emborrachó y pues... el alcohol deshinibe y yo no era experto con la bebida, ahora lo soy jsjsjs.

En fin, terminamos liandonos en una habitación, no se si fue el alcohol pero no me gusto mi primer experiencia sexual, pero el chico me gustaba y pensé darle otra oportunidad, mi sorpresa al otro día es que él no pensaba igual, y simplemente me mandó a volar.

Mi primer corazón roto, cuando es tu primer experiencia crees que es lo peor que te pudo pasar en la vida y te tiras a la depresión, pero era solo un novato, después vendrían cosas peores, por ejemplo, me apasione con un imbécil al poco tiempo, era muy bueno en la cama y se quedaba en mi casa todas las noches, hasta que descubrí que no solo se acostaba conmigo, me creí muy valiente y lo termine en la misma universidad, él se sintió humillado y me pagó con la misma moneda, según él, exhibir fotos mías desnudo sobrepasa cualquier límite de humillación...

Que suerte que tengo suficiente autoestima como para no demostrarle al tipo en su cara lo que me dolió su golpe bajo, solo agarre una de mis fotos y la mire sonriendo frente a él y muchos otros que esperaban mi rostro ardiendo en vergüenza y le dije:

- ¡Ah mira lo que te pierdes por PUTO!-

Después de eso, me llovieron galanes, pero ninguno me interesó, después de lo sucedido decidí no involucrarme más con personas de la comunidad universitaria, así pasé un año solitario, de mi casa a la escuela, hasta que lo conocí...

Sí, ya saben a quien me refiero, al señor Rogel... Oh dios, necesito algo así de maduro en mí vida... ¿Como lo saco de mi corazón? Para poder buscar algo parecido, que no sea casado y que sea gay... ¿Pido demasiado? Creo que sí... Solo tengo una semana trabajando a su lado y ya siento que mis ojitos brillan cuando lo miro, no creo que haya nada parecido a él en todo el mundo.

Trata a sus hijas con tanto amor, es tan amable conmigo, atento, trabajador, vive por su familia, por su esposa, eso es tener un motivo para vivir. No como los imbéciles e inmaduros de la universidad ¿Porque alguien no vive por mí así? Después de conocer al señor Rogel... todo hombre me parece nada, ¿En que momento me clave tanto? ¡Dios! Me duele... me duele que nunca me querrá.

Y así me quede dormido, llorando por mi amor platónico. A la mañana siguiente, lo siento, se que era muy temprano pero no iba a resistirlo más, me toqué con su imagen en mi mente, era muy necesario, para poder continuar con mi auto castigo.

Después de pasar al banco a depositar mi paga me fui a la universidad, solo me compre unos sueters y dos pantalones, pensaba comprarme un sillón para mi casa pero la verdad... no pretendo pasar mucho tiempo allí.

Saliendo de la universidad ya quería llegar a la casa de los Rogel, el sábado como no tengo clases pase un poco más de tiempo con las niñas, y el domingo no las mire, las extraño, como de costumbre me recibe el señor de la casa con su bella sonrisa y cansados ojos.

- Hola Lolito ¿Como te fue tu día de descanso?-

- Pues... fue aburrido la verdad!! No tenía nada que hacer-