— ¡Hola! — me sonrió, haciendo notar sus pómulos rojizos.— Qué bueno que llegaste — dije y lo jalé de la mano para sentarlo conmigo.
— Dime, ¿qué pasa?
— Bueno, tengo un muy, muy, grave problema — farfullé.
Sus cejas se elevaron al mismo tiempo en un gesto de sorpresa pero luego pasó a ser un ceño fruncido bañado de un matiz de preocupación.
— ¿Qué tipo de problema? ¿Qué es? — Inquirió, visiblemente atento.
— Bueno, ¿prefieres que te lo diga sin tantos rodeos? — Pregunté, a lo mejor así era más fácil para mí.
Asintió.
— Creo que me gusta tu hermano — dije, casi hablando entre dientes, consumida por la vergüenza.
— ¡¿Qué te gusta quién?! — sus verdes ojos se abrieron al igual que su boca.
— No me hagas repetirlo — lo fulminé con la mirada.
— ¿Estás enamorada de Noah? — Preguntó y su voz se mezcló con alguna chispa de arrebato repentino.
— No, no, no — gesticulé —. Enamorada, no-negué rotundamente, meneando la cabeza —. Sólo, me gusta... mucho — admití, ruborizándome.
— Vaya — se recargó con aplomo sobre el respaldo metálico de la banca —. Ahora somos compañeros del mismo dolor — bromeó.
— Jay, no estoy enamorada de tu hermano — volví a especificar.
— No por ahora.
Le fruncí el ceño y el rió.
— Vamos, cuéntame cómo ocurrió — me palmeó la pierna cariñosamente.
— Bueno — suspiré —, creo que fue desde que lo vi. Mira, yo no creo en el amor a primera vista, pero cuando vi a Noah, me atrajo al instante. Tu hermano es muy apuesto.
— Ya he oído eso — musitó Jay.
— Bueno, tú no te quedas atrás — admití.
— Gracias. Continua.
— Él no me dijo que era novio de Sharon, y Sharon tampoco me mencionó que tenía uno; así que mis pensamientos volaron libremente y entonces chocaron contra una dura pared cuando me enteré de que ellos eran pareja.
— ¿Cómo te enteraste?
— Oí a Sharon decirle 'amor' y luego besarlo.
— Oh — musitó y quiso fingir indeferencia, pero fue notable que le dolió. Capté entonces que debió guardarme comentarios como ese.
Continue.
— Luego Sharon me explicó que lo eran y... yo comencé a convivir con Noah, ya sabes, mientras espera a que Sharon llegue del trabajo y eso; luego...
— Espera, espera — me interrumpió —. ¿Cómo que convives con Noah mientras espera a que Sharon llegue?
— Sí, bueno, Sharon llega a las ocho de la noche y Noah va a las siete al departamento.
— ¿Por qué hace eso? — Preguntó, confundido.
— Dice que es agradable estar allí — me encogí de hombros.
La cabeza de Jay se meneó y luego soltó una risita junto con un resuello.
— Continúa, continúa — me instó.
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El Manual De Lo Prohibido |Noah Beck|
Fanfiction|TERMINADA| ¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista del "No toques, ni codicies" pero que cada momento te incita más y más a tenerlo. NO TIENE QUE VER CON NADA DE TIKTOK Créditos a su respectivo autor. Adaptada