Dos Días Después - A Las Afueras De La Ciudad (9:48am).
Base/Casa De La Organización Toros Negros.
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Caminando por uno de los pasillos entre cortos bostezos cierto castaño de mechones verdes balanceaba de forma juguetona una muy importante invitación entre sus manos. Al correr la puerta corrediza Finral noto la sala de estar que conectaba con la oficina de su jefe completamente vacía.
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-¿Ara? ¿Vanessa-san y los chicos aún no llegan? -pregunto al aire, suspirando-
Decepcionado y aburrido el Alpha ingresó y camino hasta la otra puerta, tocandola un par de veces.
-¡Yami-san! ¡Traigo un encargó! -grito del otro lado-
Un gruñido y el sonido de muchos papeles siendo pisados lleno la estancia.
-Pasa -dijo de forma simple el mencionado-
Finral ingreso con aparente cansancio, negando y suspirando, más su mente en ese momento máquinaba muchas cosas.
Cosas que estaba dispuesto a poner en jugue por una oportunidad.
-"Es momento de negociar por primera vez" -se dijo decidido el más joven-
-¿Y eso? -pregunto Sukihiro sin rodeos, señalando el papel en las manos del oji-lila-
-Oh, un mensajero lo trajo -lo colocó sobre el escritorio- por el sello me atrevería a decir que es de parte del "Rey" -
Yami rodo los ojos mientras encendía uno de sus tan adorados cigarros.
-Que querrá ese idiota ahora -refunfuño en voz baja- ¿y bien? ¿algo más mi querido transporte? -
-Yami-san~ -se quejó el Alpha como un niño-
Finral Roulacase a demás de ser un hombre que buscaba información hasta por debajo de las piedras, siendo solo increíblemente superado por Gordon y Grey, era el mejor conductor de su organización, tan rápido que siempre era jodidamente divertido molestarlo con pequeños mandados que hacía en cuestión de minutos.
