#17🌕

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Gritos e insultos llenaron la vacía base de los Toros Negros, Sukehiro Yami ignoraba estos de forma olímpica, incluso los golpes en su espalda que no hacían realmente ningún daño, razón por la que por momentos se olvidaba de que estaba siendo agredido, eso y que se encontraba demasiado enojado como para prestarle atención a minimidadez.

-¡Bestia! ¡Animal sin educación! ¡Ba-Bastardo! ¡Tonto! ¡Yami, bajame de una vez! -gritó William pataleando y golpeando la fornida espalda del contrario-

El azabache gruño y tras un portazo tiró sin miramientos al rubio sobre su cama, Vangeance gimio adolorido y se volteó, dispuesto a salir de esa situación sin sentido.

-Se acabó el juego William -dijo serio Yami, aprisionado sus muñecas y susurrando tras su oído-

El Omega tembló, su cuerpo reaccionaba de forma positiva hacia el neandertal que tenía tras él.

-"Genial" -se dijo con sarcasmo- no se de que juego hablas ¡Pero Ya Sueltame De Una Vez, Sukehiro Yami! -

Yami gruño y froto su parte baja sobre el empinado trasero del Omega, William gimio y alzó aún más sus caderas, al darse cuenta de su acción se sonrojo y comenzó a revolverse avergonzado.

-Quieto -murmuro roncamente el azabache-

Vangeance negó y con sus mejillas rojas por las reacciones de su cuerpo mordió el brazo del Alpha.

-William -gruño Yami-

-Te, Te dije que me soltaras Alpha i-idiota -

Sus ojos volvieron a encontrarse, lila versus verde, William con cierto miedo espero ver furia en esos ojos que tanto le gustaban pero solo encontró diversión y algo más.

-Creo que tendré que castigarte por tu insolencia Omega -sonrió-

-"Dios" -jadeo en pensamiento el rubio- "es la sonrisa más caliente que he visto en mi vida" -

William abrió de imprevisto sus ojos como plato cuando Yami se abalanzó sobre sus labios y los beso de forma necesitada, casí feroz, sus lenguas jugaron buscando el dominio sobre la contraria, sus fluidos se derramaron y sus respiraciones se convirtieron en audibles jadeos que llenaron la habitación.

Las prendas del cuerpo del Omega fueron desapareciendo entre tirones y jalones llenos de desespero, su piel caliente contrarrestaba de forma perfecta la fría piel del pecho desnudo del Alpha

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Las prendas del cuerpo del Omega fueron desapareciendo entre tirones y jalones llenos de desespero, su piel caliente contrarrestaba de forma perfecta la fría piel del pecho desnudo del Alpha.

-William -susurro y mordió la rojiza oreja del Omega-

-¡Hiik! n-no hagas eso -pidió apenado, dejando que suaves suspiros escaparan de su boca-

Yami sonrió con satisfacción.

-Aquí  ... ¿te gusta? -pregunto, deslizando su lengua por el lóbulo de la oreja de su Omega-

¿Metí La Pata? -(Yami/William)-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora