¿Metí La Pata? -(Yami/William)-

#14🌕

Al Día Siguiente.

6:45am.

Llevaba alrededor de cinco minutos mirando el techo de su habitación, procesando todo lo sucedido, con cierta cautela se sentó y tomó la ropa que estaba aún lado de su cama, vistiéndose con prisa, cuando ya estuvo vestido camino suavemente hasta la puerta y la abrió, asomó su cabeza y miro a todos lados, suspiro al no ver al Alpha.

Con pasos ligeros y cierta culpa como enojó camino hasta la salida.

-¡Langris! -gritó Finral, tirando del brazo del Omega-

El de ojos azules hizó una mueca de dolor siendo rápidamente soltado por el asustado castaño.

-¡L-Losiento, Langris! -dijo torpemente mirando de arriba a bajó al castaño-

-¡Idiota! -regaño el menor, acariciandose la parte afectada-

-E-Espera -pidió y lo tomó de la mano al verlo encaminarse hacía la salida- Langris, escuchame, yo- -

-¡¿Yo?! ¡¿Yo Que?! -le grito, saltándose de un tirón- ¡¿Vas A Burlarte?! ¡¿Vas A Decir Que Eres Mi Dueño?! ¡Si Nunca Me Aceptaste Como Tu Hermano Debiste Seguir Ignorandome Como Siempre! ¡No, No Hacerme Esto! -sus ojos azules comenzaban a cristalizarse del enojo- ¡Debiste Evitarme Como Lo Hacías Desde Pequeño! ¡Debiste, Debiste! -repitió con sus puños apretados y lágrimas deslizándose por sus mejillas- debiste dejarme solo en esta mansión como hace años -le confesó con dolor, limpiandose las lágrimas- no volver y pretender que te importó -murmuro dándole la espalda- no me sigas -

Cuando la blanquecina mano del Omega se acercó a la puerta una más grande y acanelada la tomó y la cubrió, entrelazando sus dedos.

-Perdón -susurro el Alpha, dejando caer su frente sobre el hombro del menor mientras que con su mano libre rodeaba su cintura- Langris, perdón, no sabes la tortura que fue verte sonreír y correr hacía mi, tus abrazos, tus berrinches, todo tu era una constante tortura porque se sentía tan mal el quererte, el querer poseerte y cuando, cuando ocurrió aquel incidente nuestros padres- -

El menor fruncio el ceño y se giró.

-¿Padre y madre? ¿que hicieron? -

Roulacase distorsiono su rostro en una mueca de enojo y odio.

-... Ellos me enviaron lejos, no pude verte o despedirme de tí, yo ... lo lamento, lamento amarte como lo hago, lamento no poder decirte que aunque sea con otro mientras seas feliz yo lo seré porque no es así -afirmó, estirando su mano y acariciando el confundido rostro contrario- te amo más de lo que se considera normal, te amo más de lo que te puedes imaginar -

Langris suspiro y se separó del mayor, se dio la vuelta y masajeo el puente de su nariz con cansancio, se sentía tan perdido que el retumbar de su corazón no lo ayudaba a pensar con lógica.

Con determinación se giró y enfrentó al mayor, quién lo miraba como un cachorro regañado, más el Omega necesitaba saber algo.

-Finral -llamó serio- si yo te pido que rompas el lazo, que me dejes y no vuelvas a buscarme ¿lo harías? -

El Omega pudo notar enseguida como las facciones del mayor se endurecieron y sus ojos color lila perdían todo rastro de gentileza, su fría mirada hizó cosquillear su vientre y pecho.

-Nunca, nunca te dejaría, tú estarás conmigo para siempre, yo te pertenezco y tu a mi -sentenció en un bajó gruñido-

Langris rio para desconcierto del mayor.

-Espero que cumplas con lo que dices, que no me dejes así todos te lo pidan -paso de largo al Alpha- ahora, Finral, tengo hambre, hazme algo de comer -y sin más comenzó a caminar hacia la cocina-