Kung fu Elemental

Deber de padres

En el valle de la Paz Himiko y Lu estaban meditando tranquilamente, Lu estaba tranquila calmando sus pensamientos pero Himiko parecía no tener excito, parecía estar más y más nerviosa, cada vez que intentaban encontrar paz solo gruñía y apretaba los dientes-

Tranquila hermana, deja que fluya todo y encontraras tu centro -dijo Lu calmada-

Eso tratado pero cada vez que me siento a meditar siendo que la cola se me llena de hormigas -dijo Himiko molesta, solo termino sus postura y se acosto en el suelo- no entiendo ¿por que tu si puedes y no lo logro entender esta estupida cosa?

¿Que cosa? -dijo Lu calmada y Himiko tomó la Gema de la luna- la Gema de la luna

Si la Gema, está cosa me eligió por alguna razón pero no se cual, cada vez que trato de acercarme siempre encuentra una manera de alejarme, se que puedo mejorar pero siento que la Gema me...me rechaza de alguna forma -dijo Himiko intranquila-

Bueno si no más recuerdo, Hanabi me explico que esa Gema se adaptaba a ti por ser de conocimientos y habilidades que requieren más de una mente fuerte que un cuerpo fuerte -dijo Lu calmada-

¿Eso que tiene que ver? -dijo Himiko confundida-

Su poder necesita que esté calmada y concentrada pero eso no le quita que viene de una familia guerrera, el último usuario fue el Lord Shiba -dijo Lu calmada- quizás deberías hablar con él

En eso tienes razón también quiero ir a ver a mi ahijado -dijo Himiko sonriendo-

Me pregunto como estará Haruki -dijo Lu sonriendo- bueno vayamos a comer algo quiero comer bien después de este entrenamiento

¿Acaso ese es tu secreto? ¿Comer hasta que no te quepa nada? -dijo Himiko calmada, Lu solo sonrió rascándose la cabeza- aun no entiendo como no engordas

Es porque tengo buenos genes -dijo Lu sonriendo, las dos se iban caminando mientras Tigresa estaba viendo el papel en sus manos-

Creo que realmente...tengo que decirle -dijo Tigresa intranquila viendo el papel en sus manos-

Mientras más tardemos en decirle peor será para ambos -dijo Po calmado- es hora

Bien -dijo Tigresa deprimida- aunque con lo inteligente que es Himiko estoy segura que se habrá dado cuenta hace mucho, bien ahora con quien cuidará a Yu...

¡Safo! -Po gritó nervioso tocándose la nariz con un dedo-

¿De verdad? -dijo Tigresa molesta- Po es tu hijo ¿y no lo vas a cuidar?

Oye yo le cambio los pañales a Himiko por años y luego a Lu tú no cambiaste ninguno hasta que Yu nació, por culpa de esos pañales ya no poder oler nada como antes -dijo Po nervioso señalando su nariz-

Lo vas a cuidar y no se diga más -dijo Tigresa molesta- harás todo lo que diga por nuestro matrimonio

Eso sonó a sus votos matrimoniales -dijo Po poco sorprendido, Tigresa solo siguió caminando hasta que entró a la cocina con todos hablando entre ellos-

Himiko ¿puedo hablar contigo? -dijo Tigresa deprimida-

Claro mama, ya regreso -dijo Himiko sonriendo, salió de la cocina y camino frente a Tigresa- ¿qué pasa?

Ah...hija tú padre y yo estamos preocupados por tu avance lento -dijo Tigresa algo calmada-

Si no me lo tienes que decir, se que mi avance ha sido lento pero te prometo que haré lo que pueda -dijo Himiko sonriendo-

Eso lo sé hija, pero este yo...pensé que había una mejor manera, tal vez del método de Po no sea el que tú necesitas -dijo Tigresa sonriendo- tal vez...