Una misión para los hermanos

44 1 0
                                    


Era una tarde normal en el Valle de La Paz pero en algún lugar de él había gritos de miedo de parte de una panda hembra-

¡Mi bebé! ¡Mi bebé sigue atrapado en el fuego! -gritó la panda asustada, Long e Isaac llegaron al lugar sólo para ver una casa lo suficientemente grande para pandas, la casa se estaba envolviendo en llamas-

Descuide señora los maestros del fuego y el hielo nos haremos cargo -dijo Long serio, la panda asintió mientras Isaac asentía-

Vamos hermano tenemos que salvar a ese bebé ¿en dónde lo dejo? -dijo Isaac serio-

Está en el segundo piso en su cuarto -dijo la panda asustada- ¡Salven a mi hijo!

Andando hermano -dijeron los dos y golpearon la puerta tirándola al suelo, todo el lugar estaba ardiendo en llamas mientras la estructura se estaba cayendo poco a poco-

¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! -se escuchaban gritos agudos de un muchacho-

Lo escucho estaba en la segunda planta rápido -dijo Isaac serio, los dos estaban subiendo las escaleras, Isaac extendió los brazos creando algo de vapor frío pero apenas afectaba el fuego haciendo que bajara un poco- hace tanto calor que mis poderes apenas sirven

Entonces tendré que usar mis poderes para dispersar un poco el fuego -dijo Long calmado, extendió los brazos y las flamas solo avanzaron hacia el despejando el camino- vamos -los dos corrieron por el pasillo- amigo sigue hablando estamos aquí para ayudarte

¡Estoy aquí! ¡Ayúdenme! -se escucharon gritos y los dos abrieron una puerta- gracias son mis héroes

Wau -dijo Isaac sorprendido-

No me lo creo -dijo Long sorprendido, frente a ellos estaba un panda más que grande, era tan grande y gordo que sus brazos eran pequeños a comparación, tampoco parecía que se podía mover- ¿tú eres el bebé?

Si lo soy ayúdenme qué siento que huele a carne asada -dijo el panda en la cama asustado-

Si...huele algo delicioso como cerdo de 900 kilos -dijo Isaac sorprendido- ¿qué pasó aquí? ¿Te echaste un pedo y toda la casa se quemó amigo?

Apuesto que le salió con premio por eso la casa se quemó -dijo Long riendo un poco, los dos se estaban riendo un poco-

Apuesto que lo que lo protegió fue toda su corpulenta grasa -dijo Isaac riendo un poco-

Yo digo que hoy fue el primer día de dieta y pensó "no quiero hacer dieta así que me mejor quemo la casa" -dijo Long riendo con un poco fuerza igual que Isaac mientras al panda no le hacía gracia-

Espera tal vez el empezaría a hacer ejercicio y fue tan estúpido que pensó "mejor quemo la casa así mejor sudo los pasteles que comí ayer" -dijo Isaac riendo-

¿Terminaron? -dijo el panda molesto-

Espera ¿a cuento te inflaron? Extra jumbo de dumpling -dijo Long riendo-

No puedo levantarme de la cama -dijo el panda nervioso-

¿Cuál cama? Parece que tu cuerpo se tragó la cama -dijo Isaac riendo-

¿Puedes caminar gordito? -dijo Long riendo-

No he caminado en más de cinco años -dijo el panda asustado-

Tal vez si lo atamos a un elefante o a cincuenta rinocerontes podría salir -dijo Isaac sonriendo-

No, nosotros podemos muchos levantan carretas por la adrenalina -dijo Long sonriendo-

Pero este sujeto es tan pesado como una casa -dijo Isaac sonriendo- ¿qué tal si lo despedazó? -mostró su espada y el panda se asustó- relájate es un chiste ¿listo?

Kung fu ElementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora