Día 1 Dulce y Amargo

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Solo un sueño 

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—¡Ming-Xiong! Vamos al reino mortal— Shi Qing Xuan ingresó a la habitación en su forma femenina.

Al ver Ming-Xiong recostado sobre la pared con los ojos cerrados, cerró la boca y permaneció callado

"Oh, está durmiendo"

Se acercó despacio y observó los rasgos del Maestro de la Tierra con gran interés. Ming Yi nunca dormía o al menos no lo hacía cuando él estaba presente.

Su curiosidad se encendió y se preguntó si realmente estaba durmiendo o estaba intentando ignorarlo de nuevo.

"Parece estar profundamente dormido" —Pensó al ver su rostro relajado,hasta podría decir que tierno "¿No está durmiendo bien?"

Un rastro de preocupación hizo doler su pecho. Ming Yi siempre lo estaba acompañando en su salida y nunca lucía cansado o agotado, tal vez era su imaginación, pero lo notaba más pálido que de costumbre.

— ¿Debo cargarlo a la habitación? Ah... Pero si lo hago se despertará y se pondrá gruñón.

Miró en todas las direcciones algo que pudiera ayudarlo, cuando vio sus largas túnicas exteriores y una idea se le ocurrió. Se despojó de la prenda y con ella cubrió a Ming Yi.

Sonrió al ver que la expresión se tornaba más suave. Se dio vuelta para no perturbar el descanso del dios mientras pensaba "¿Tal vez debería irme a dormir?"

"¡Ten  dulces sueños Ming-Xiong!

Su voz Caterina resonó y Ming Yi abrió sus ojos de forma lenta.

La colorida y elegante habitación había desaparecido, a su alrededor solo había oscuridad y una solitaria vela, tan pequeña que su llama solo alcanzaba a iluminar levemente su sombra.

En sus manos había un abanico roto. Lo miró un momento y luego lo apartó de su vista.

—Solo un sueño.

"Ming-Xiong"


En este mundo (Tian Guang Ci Fu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora