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Estoy tan confundido.

Yukhei y Jaehyun se miraron entre sí antes de suspirar y recargar sus mentones en sus manos. Odiaban ver a su mejor amigo de esa forma; tan triste y con un torbellino invisible encima de su cabeza. Sus pensamientos le hacían fruncir el ceño cada dos minutos.

Sin notarlo siquiera, Jaehyun regresó a un lado de Yukhei y pasó algo por debajo de la mesa sólo para el moreno. Ambos se miraron antes de que Yukhei soltara el polvo de una pastilla en el café de un distraído y un poco atormentado Taeyong.

Inconsciente de las acciones de sus amigos, tomó de un solo trago el líquido tibio. Diciéndose a sí mismo que debía hablar seriamente con Ten. Aunque esos eran sus pensamientos, luego empezó a ver borroso y doble. Sus ojos pesaban cada vez más hasta que cedió y quedó con la frente recargada en la mesa.

Por otro lado, Yukhei vio a su amigo respirar con fuerza y tranquilidad. Entre Jaehyun pagaron la cuenta y al salir del local, con Taeyong como borracho, se encontraron con el Dogge de Yukhei frente a ellos.

Jungwoo bajó con un pronunciado ceño fruncido. Mirando confundido a Jaehyun y Yukhei. El menor había recibido una importante y urgente, según Yukhei, llamada telefónica. Jungwoo se vio obligado a dejar una valiosa jugada de póker con Doyoung y el dueño del local, Johnny.

¿Qué significa esto y por qué está inconsciente? —Yukhei y Jaehyun se miraron entre sí. El menor puso sus manos en la cintura.

¿Cómo te diste cuenta? —Jungwoo rodó los ojos por lo obvio.

Taeyong está en medio cuando siempre está a una orilla y Yukhei en medio de los tres.

¿Sólo por eso?

No. Ustedes están sosteniendo sus brazos, cada uno un brazo, mientras caminan él, notoriamente, no está siguiéndoles el paso y lo llevan arrastrando sus pies.

Yukhei y Jaehyun se miraron con un ligero sonrojo pintando sus mejillas. Pasaron por alto el detalle de que Taeyong era casi tan alto como ambos chicos. Jungwoo suspiró y abrió la puerta trasera del Dogge.

Jaehyun se despidió de ambos y regresó al bar con Doyoung y Johnny. Éste último le debía una partida de póker. Miró a los chicos por última vez antes de volver a su motocicleta y regresar al bar.

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Cuando Taeyong despertó, se removió sobre el incómodo sofá. Abrió los ojos, aturdido, observó a todos lados hasta dar con una figura conocida. E inmediatamente supo lo que estaba sucediendo. Yukhei.

Se levantó del sofá, mirando a Ten con cautela. No quería que el chico volviera a correr lejos. Deseaba explicarle y aclararle las cosas. Se quejaba con Yukhei por no hacer las cosas de una forma más normal.

Oh, no.

¿Esto fue tu idea? —Taeyong frunció el ceño.

Claro que no. ¿No te diste cuenta de que a mí me drogaron?

No me importa.

Te importa. Y tú estás tan mal como yo.

Ten se quedó tenso en su lugar. Eso no era cierto. Él se sentía en perfectas condiciones al tener a Taeyong y sus manos lejos de su vida. La distracción y el vacío eran porque estaba aburrido. Sólo era por eso.

Miró a Taeyong y enarcó una ceja. Tratando de verse mejor de lo que se sentía. Antes de correr para alejarse de Taeyong, éste ya lo había tirado al suelo. Se subió encima de él y aprisionó sus muñecas arriba de su cabeza.

lips to divide up│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora