🌹║Epílogo

1K 91 14
                                    

Ten estaba sentado sobre la silla de playa. Bajo una sombrilla que alcanzaba a cubrir todo su cuerpo. No quería terminar bronceado. Con el torso descubierto y un short playero con estampados de palmeras en este.

Suspiró y se reacomodó sobre la silla. Aún se comía la cabeza por saber por qué Taeyong había estado de un humor medio raro antes de subir al avión rumbo a casa de su madre. Varios meses atrás, habían acordado visitarla una vez que Ten finalizara su curso y tuviera unas largas y merecidas vacaciones.

Claro que ninguno de los dos se imagino que su círculo social aumentaría más haya de Doyoung y Yukhei. Ahora estaba Doyoung junto a Jaehyun, y Yukhei con Jungwoo. Así que hablaron con su madre, y ella estuvo eufórica cuando su hijo le dijo que iba de visita. Estuvo más que de acuerdo y aceptó, maravillada, que Ten y su ahora novio formal, los visitaran en Japón, junto con sus amigos.

Chaerin insistió en enviarles los boletos de avión para los seis. Aunque tuvieron que aplazar el viaje por el fin de semana de Jaehyun y Doyoung, cortesía de Yukhei y Taeyong por perder la jugada de póker.

Cuando finalmente pudieron viajar, Taeyong estuvo mirando mal a cualquiera que se tomara más de cinco segundos al mirar a Ten. Gruñía cosas que ni él mismo Ten entendía, y estuvo de un humor muy voluble. Ya no sabía que era lo que le sucedía a Taeyong. Simplemente ya no lo entendía.

Una vez que llegaron a casa de su madre, Taeyong estaba mirándolo a cada segundo con un gesto receloso en su mirada. Lo miraba fijamente cuando reía con su madre y con Jiyong, bufaba cuando Chaerin lo abrazaba con fuerza, así que Ten decidió dejar de darle tanta importancia.

El rubio, al intentar indagar sobre que le pasaba a su novio, recibió una mirada frustrada y un frío "No sucede nada, Ten". Para que luego el pelirrojo saliera por la puerta hacia el baño. Donde se encerró por dos horas.

Así que al día siguiente, Ten aventó todo y salió disparo hacia la piscina de su madre, donde había estado por toda la mañana, sin desayunar ni almorzar. Demasiado enojado como para hablar. Así que terminó por ignorar a Doyoung.

Sintió pasar a alguien y en segundos escuchó y sintió como se sentaban en la esquina de la silla donde estaba tumbado. Estaba irritado, así que ignoró a la persona y siguió con los ojos cerrados y concentrado en el sonido que causaba el agua al chocar con las paredes de la alberca.

¿Vas a ignorarme? —Ten abrió los ojos y se encontró a Taeyong, sentado casi encima de sus piernas. Ten tiró de su cabello hacia atrás y se encogió de hombros.

No lo sé. ¿Tú vas a seguir comportándote como un niño? —Taeyong negó con la mirada sobre el suelo.

Entiéndeme un poco, Ten-sshi.

Y cómo quieres que te entienda, si no hablas conmigo. —le reprochó el tailandés, levantándose de la silla para sentarse y discutir mejor con Taeyong.— Cuando te hablo, huyes de mí; cuando abrazo a mi madre, gruñes cosas que no entiendo. No puedo abrazar a Jiyong porque me miras receloso y te vas a la habitación, bufando como un niño pequeño. ¡¿Cómo quieres que te entienda si siempre actúas así?!

¡Estoy inseguro!

Ten guardó silencio. Era la primera vez desde que conocía a Taeyong, que el mayor aceptaba que estaba inseguro de algo. Taeyong era un chico como cualquier otro, quizás más guapo pero con los mismos problemas, y ahora lo estaba comprobando.

¿Inseguro de qué? —Taeyong desvió la mirada, con las mejillas pintadas de un ligero rosa.

Siento que al estar aquí, con tu madre, te darás cuanta de que en verdad quieres estar con ella. —respondió en voz baja. Ten sintió un rio de ternura. Taeyong siempre era así sin darse cuenta.— Siento que me regresaré solo a casa. Sin ti.

lips to divide up│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora