lips to divide up│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

🌹║06

Taeyong se quedó en la puerta, mirando a Ten desaparecer por el pasillo a grandes y rápidas zancadas. Sintiendo, por primera vez, el peso de la culpa. Porque era su culpa, desde el principio en que vio a Baekhyun. Pero nunca esperó nada de esto.

Sintió un fuerte golpe en su nuca y uno más en sus costillas. Quejándose, dio media vuelta y se encontró con Jungwoo y Doyoung. Ambos con el ceño fruncido y los brazos puestos en jarras, mientras recargaban sus pesos en una pierna.

—Lo hiciste, Taeyong. Lastimaste al chico.

El profundo ceño de Jungwoo superaba la mirada asesina de Doyoung. Ambos mirándolo mal. Por segunda vez, se encogió esperando que los chicos lo golpearan.

Jungwoo negó y se encaminó a la salida. Antes de salir, volvió a darle un golpe en la nuca a Taeyong.

—Idiota. —el pelirrojo se quejó, pero no dijo nada. Vio a Jungwoo salir en busca de Ten.

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Ten caminaba entre el mar de gente, comenzaba a odiar que el lugar fuera tan concurrido. Golpeando a cualquier persona que se interpusiera entre él y la salida, se iba abriendo paso hasta que finalmente llegó a la puerta.

Al salir se encontró a Baekhyun colgado del cuello de Chanyeol. Ignorándolo, ya que seguramente no era necesario que cuidara más de él. Siguió su camino hasta su jeep, ajeno a la mirada y sonrisa burlona de su primo.

—Ten. —el brazo del chico fue jalado por Jungwoo. El rubio dio media vuelta y el menor aprovecho para abrazarlo fuertemente.

—Estoy bien...

Se sorprendió al escuchar su voz temblorosa. Esa voz no era de él. Él no hablaba así. Ni siquiera sabía que podía quebrar o hacer temblar su voz así.

—¿Qué sucede? ¿Tanto te impactó saberlo, o es algo más?

Ten miró el suelo una vez que Jungwoo lo liberó. Desvió su mirada y sus ojos se encontraron con los ojos oscuros y odiosamente encantadores de Taeyong. Su expresión preocupada y hundida lo terminó de hundir a él.

Molesto, volvió su mirada a Jungwoo.

—Habláremos, pero no aquí. Salgamos por ahí. —Jungwoo asintió y siguió a Ten.

Ambos subieron al jeep del rubio mientras que Jungwoo miraba la mueca vencida de Taeyong. Su amigo no era un mal chico, pero era muy, en extremo, compartido con las personas. Las lindas en especial.

En silencio, esperó hasta que Ten condujo por la cuidad. Llegaron a un café, tranquilo y de apariencia sencilla. Entró a la par del rubio y ambos se sentaron de una de las mesas más alejadas del local.

—No sé qué me pasó. —murmuró Ten. Jungwoo lo miró con pesadez. Podía entender sobre cómo se sentía el chico.

—¿Estabas celoso?

—No. —respondió al instante.— Rayos, no. Pero... No sé, fue tan...

—¿Rápido, instantáneo?

—Rápido. No esperaba saber que mi primo quedó entre las sabanas de Taeyong. —se pasó una mano por el cabello.— En verdad, no quería saber nada de sus ligues en el pasado.

—Entonces, ¿Te alejarás de él? —Ten bufó.

—Que más desearía. Pero no puedo y él no me dejaría en paz.