RWBY ZERO

Capitulo 88

Todos los eventos familiares del Día de los Caídos significaron que no pude llevarle esto a Ryu a tiempo para la beta antes del final del domingo. Cualquier error gramatical es solo mío.

Si desea apoyarme, consulte mi P a treon para ver resúmenes de capítulos futuros, ideas para historias y más: pa Treon. (C om) (barra invertida) themaster4444

Arte de la portada: nytemarezero300

"¡ Este es el Cinco de Oro! He perdido a mi compañero ..."

"- Todo el escuadrón va ...

" Mira esas bolas de fuego ...

"- ¡¿ Aquí están esos malditos mechs ?!"

" ¡General! Están en todas... ¡AAAGGH!"

Ironwood se tensó, la última tanda de gritos resonó sobre el puente de The Mantle , la repentina sacudida a la estática no hizo nada para calmar su mente. Se había acostumbrado a tener que enviar buenos soldados a la muerte por un bien mayor, pero nunca había sido más fácil. Si lo hubiera hecho, habría renunciado al mando.

Pero esto ... esto fue una masacre.

Los cañones de la poderosa armada de Atlas resplandecieron una y otra vez, las andanadas estallaron en la horda de Grimm en los cielos. Las torretas y los luchadores derrotaron a Griffon tras Griffon, más demonios cayendo en picado del cielo de lo que la mayoría de los cazadores vieron durante toda su carrera. La fuerza completa del más grande de los reinos no faltó en su guerra con las criaturas de las tinieblas.

Pero ... había tantos. El cielo carmesí ni siquiera se podía ver, las legiones del infierno eran demasiado numerosas para permitir que la luz pasara más allá de sus formas negras, salvo los destellos de bolas de fuego que escupían de sus mandíbulas. A su alrededor, los Nevermores atravesaron escuadrones de cazas, las esfinges destruyeron las cañoneras y los wyverns descendieron en picado para aplastar a los mechs en el suelo. Grimm, parecido a un calamar, que el general nunca había visto antes, nadaba por el aire como si fuera agua, sus gruesos tentáculos envolvían a los cruceros y apretaban hasta que el metal crujía y chispeaba bajo la presión. Abajo, una docena de Leviatanes exhalaban gigantescos rayos de energía crepitante de fauces del tamaño de casas, cada uno de ellos se elevaba hacia el cielo y partía un acorazado en dos.

Esta era la oscuridad que Ozpin había temido, el mal del que les había advertido. Estas eran las cosas que Qrow había explorado, de las que había hablado con tanto terror. Y tal como ambos habían dicho, las máquinas de James, su orgulloso ejército, hábilmente perforado y armado con la mejor tecnología del mundo, no era nada ante ellos.

Y todo lo que Ironwood pudo hacer fue apretar los dientes y mirar.

No tenían que ganar. Sabían que no iban a ganar, no esta pelea. Pero no tuvieron que hacerlo. Solo necesitaban ocupar tantos Grimm como fuera posible, porque cada demonio que estaba tratando de matarlos no estaba tratando de matar a los maestros mientras sus sirvientes estaban ocupados. Solo necesitaban mantener ocupados a los monstruos hasta que estallara el Grial. Entonces, esta pesadilla finalmente terminaría.

"¡General!" uno de los miembros de la tripulación del puente, el suboficial Rouge, con el pelo escarlata, normalmente recogido en un pulcro moño profesional, agotado de terror, se lanzaba entre su pantalla y las infernales pupilas carmesí que brillaban fuera de la ventana. "¡El Escuadrón Dorado está terminado! ¡Hemos perdido contacto con los mechs en el suelo y las cubiertas cuatro a once están reportando pérdida de sistemas de armas! ¡Los otros acorazados están reportando grandes daños!"