RWBY ZERO

Capitulo 59

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Beta-ed por Ryujomaru15

Arte de la portada: nytemarezero300

Todo pasó muy rápido.

Mordred comenzó a moverse tan pronto como vio los portales dorados abrirse, el poder emanaba de ellos en tal cantidad que habría sabido que eran peligrosos incluso si Jaune no le hubiera contado sobre los eventos en Beacon. Ignoró el dolor sordo en su hombro y se lanzó hacia adelante, un relámpago carmesí surgió de Clarent mientras cargaba.

Aterrizó ante los Arcs justo antes de que golpeara el bombardeo de Gilgamesh. Su espada brilló en el aire y desvió a tres de los Noble Phantasms lanzados, pero el cuarto impactó el suelo justo frente a ella. La explosión levantó una considerable nube de polvo y la obligó a retroceder unos metros para recuperar el equilibrio.

"¿Mordred?" Sable jadeó, el miedo era evidente en su voz.

"Aléjate de aquí", le dijo entre dientes a su hermana. Apretó su agarre sobre Clarent, dejando al descubierto su espada para la batalla. "Cubriremos su escape".

"¿Que pasa contigo?" Jade gritó.

"Estaré bien", gritó Mordred. "¡Solo vamos!"

El humo se disipó y la Caballero de la Traición volvió a concentrarse en su oponente, un escalofrío involuntario recorrió su columna vertebral.

Había escuchado mucho sobre Gilgamesh de los demás. Jaune, Ruby, Archer, Qrow, el falso Merlín, quienquiera que hablara de él solo lo hacía con el tono más grave, seguro de que si bien Salem era la mayor amenaza para el mundo, el Rey de los Héroes era el enemigo más peligroso que podían encontrar. . Iskandar, Karna, incluso su padre, los Espíritus Heroicos que supuestamente habían caído contra él eran algunos de los más poderosos del Trono.

Ahora, mirando al rey dorado, sus ojos carmesí mirándola con desprecio no con la irritación de un nuevo obstáculo, sino con frío desdén de que cualquiera sería lo suficientemente tonto como para intentar detener su inevitable voluntad, podía apreciar su inquietud. Este hombre no era ni el glorioso modelo que había sido su padre ni un bruto malicioso como los falsos reyes contra los que había luchado como miembro de la Mesa Redonda. Era una constante, no le aseguraba que podía tomar lo que quisiera, sino que todo ya era suyo. Un pilar de un mundo que no era bueno, malo, justo o cruel, simplemente existía como era.

A pesar del peligro, a pesar del terror que se deslizó por sus venas más profundo incluso que el hielo que había sentido ante Camlann, Mordred no pudo evitar sonreír.

Si este hombre era un pilar del mundo, entonces era su deber como Caballero de la Rebelión derrocarlo. O al menos evitar que lastimara a sus seres queridos.

Gilgamesh frunció el ceño ante su presencia. "Ah, la desgracia original. Assassin mencionó que estabas aquí, chucho. Aunque lo admito, me sorprende que ayudaras a tus hermanos dada tu historia con su sire. ¿Has vuelto a aprender lealtad en tu segunda vida, Caballero de la Traición, o no simplemente desea matarlos usted mismo? "

Detrás de ella, notó que Amber ayudaba a Lavender a ponerse de pie, la pobre chica tosía locamente por el polvo anterior. Aun así, Hazel y Coral le devolvieron la mirada, el terror a Gilgamesh era evidente pero también teñido de confusión. —Mordred —inquirió Coral en voz baja, su tono normalmente agudo sacudido por el miedo—, ¿de qué está hablando?

"Nada importante", declaró Jaune de inmediato. Llegó junto a Mordred, Crocea Mors como espada y escudo. "Le encanta escucharse a sí mismo hablar".