Mi Tentación (#1)

8 - Lo bien que se ve el color rojo en ti

Todo se veía bien en ti.

Te veías increíble sin importar lo que te pusieras —o te quitaras—.

Pero cuando te dije eso, tu rostro se volvió completamente rojo.

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Tal vez no lo habías notado, o no eran tan importantes estas fechas para ti, pero cumplíamos un mes de estar juntos.

Ya habíamos salido a citas algunas veces, pero en esa ocasión estaba más nervioso de lo normal por invitarte.

Fuimos a tu habitación a pasar el rato después de clases, pero finalmente me animé a invitarte.

—¿Quieres que salgamos? Podemos comprar algo delicioso.

Saltaste de tu asiento como si hubieras estado esperando la propuesta.

—Busco una ropa mejor y salimos.

Comenzaste a hacer un caos con tu armario. Cambiabas constantemente tus camisas o camisetas y te mirabas al espejo para ver cuál quedaba mejor.

Todo se veía bien en ti. En realidad, la ropa y los colores mejoraban al estar a tu alrededor.

—¿Cuál crees que me quede mejor?

Estabas delante de mí, con el torso desnudo, mostrándome dos camisas. Me fue imposible evitar perderme un instante en el tatuaje de tu pecho y en cada milímetro de piel de tu torso, pero con mucha fuerza se voluntad volví mi atención a la charla.

—Si tuviera que elegir, prefiero esa. Pero te ves increíble sin importar qué uses. Aunque también eres hermoso sin ropa.

Desviaste la mirada al instante, pero aún así veía tu rostro, orejas y cuello completamente rojos.

Definitivamente, ese es mi color favorito.