Mi Tentación (#1)

4 - Tu cabello

Tus dedos se colaron entre tus cabellos y lo peinaste hacia atrás.

Se veía tan sedoso que tuve que contener las ganas de acariciarlo.

Te veías tan atractivo haciendo eso. Y ahora podía ver tu rostro despejado y realmente mi corazón latía por ti.

~

No recuerdo cómo llegamos a esto, pero estaba golpeando la puerta de tu habitación del campus.

De alguna u otra forma nos hicimos grandes amigos y nos juntábamos a estudiar, aunque nuestras disciplinas no se asemejaran en nada.

Era entretenido estudiar en tu compañía. No solo por el pacífico silencio que nos rodeaba, sino que, al tomar un descanso, podía dedicar mi atención a la obra de arte frente a mí.

¿Alguna vez te dijeron lo hermoso que eres?

Realmente necesito que lo sepas. Mi corazón se altera con solo pensar en ti.

Pero también eres increíblemente amable y bromista. Te encantaba jugarme bromas, y a mí me encantaba verte reír al tener éxito.

En aquella ocasión estabas más concentrado que de costumbre en tu cuaderno.

Y en aquella ocasión, yo estaba más concentrado que de costumbre en ti. Observaba tus hermosos labios que acababan de ser humedecidos por tu lengua. Seguía con mis ojos tu perfecto perfil, esa nariz que sería la envidia de cualquiera. Conté cada piercing y admiré cada milímetro de tu piel.

Y tu cabello brillaba con la luz del atardecer que entraba por la ventana.

Saliste de tu trance unos segundos y llevaste tu mano hacia tu cabello. Tus dedos se colaron entre tus mechones y lo peinaste hacia atrás.

Ante ese movimiento tan sensual, tragué en seco y mi corazón se detuvo. Tu mente seguía en lo suyo y no notabas que estabas matándome poco a poco.

Al ver tu rostro despejado sentí unas incontrolables ganas de acercarme a ti, besarte y tocarte.

Simplemente dejé caer mi cabeza sobre mis cuadernos, haciendo un ruido espantoso y asustándote. Pero debía calmar a mi pobre corazón, alterado por mis sucios pensamientos.