22. Tienes manos de princesa.

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Llegamos sin dos integrantes, uno muerto y otro se fue. Alex vino con nosotros a buscar a su compañero Oscar.

—Lo lamento, viejo.

Le dijo Rick, puse mi mano sobre su hombro y di un pequeño apretón.

—Nos cubrió las espaldas, nos salvó la vida.—dije.

—Gracias.

Estábamos agotados, lo único que podíamos hacer era tomar una ducha con agua fría lo cual hice en seguida. Había un grupo de personas que Carl había rescatado en alguna parte de la prisión y Rick ya los estaba corriendo.

—Vete de aquí... Déjame...—decía, pero notaba algo raro en él.

—Ayudaremos, de verdad lo haremos. No somos malas personas.—hablaba una mujer.

—Vete , vete, vete de aquí.— seguía diciendo.

—Es mejor que se vayan, lamentamos todo esto, Carol les dará algo de comida para el camino y unos días más. Lo siento muchísimo.—les dije.

—Tienen mucho lugar de sobra.—dijo un hombre grandote.

—Lo sé, pero hemos pasado mucho estos días y él no se siente bien... Si algún día los encontramos serán bienvenidos pero hoy es un mal día.

—Malditos, ¡tienen lugar de sobra!

—Vámonos Ty.—le dijeron al grandote.

Carol les dió una mochila con comida y varias municiones y se fueron porque cada segundo que pasaba Rick se volvía loco y gritaba más y más.

(...)

Salí al patio, Rick estaba en el área donde estaban las tumbas, parecía que hablaba.

Me acerqué lentamente a él, sabía que algo no andaba bien.

—Hey... Rick.

—La veo.—me dijo.

—¿A quién?

—Lori... No deja de desaparecer, no estuve con ella cuando me necesitaba.

—Oye, sé que te puedes sentir mal por eso, pero estuviste manteniendonos a salvo. A todos por mucho tiempo. Está agradecida por eso, lo sé.

—¿Entonces que quiere de mi?

—Tal vez te tienes que perdonar a ti mismo.

Se puso en cuclillas, cerró los ojos y empezó a llorar.

—No puedes derrumbarte, dependemos de ti, llora todo lo que tengas que llorar, habla con ella todo el tiempo que quieras hablar pero por favor no te derrumbes.

(...)

Ese día por la tarde, después de dormir y descansar,  salí a mirar y a respirar aire fresco, Rick y Hershell estaban por la parte delantera de la prisión viendo el pequeño canal que pasaba por las afueras.

Michonne estaba en uno de los patios, caminaba y Carl la observaba desde el patio donde estaba la torre de vigilancia y dónde entraban los autos. Carol y Alex estaban en el patio donde yo estaba pero más lejos, estaban animados en su platica cuando de pronto un camión cruzó la puerta principal de la prisión. De este salieron caminantes, Michonne empezó a matarlos con su espada, se escucharon disparos y alrededor del bosque salieron hombres armados a dispararnos.

Saqué mi rifle y detrás de un estante empecé a disparar, no quería matar a nadie, sólo los haría de las rodillas o los hombros.

Carol se cubría con el cuerpo de Alex, quien ya estaba muerto,  y no sabía que pasaba más allá de eso. Dejé de ver a Hershell y a Carl, Rick tampoco estaba y Michonne seguía luchando. Como pude me acerqué a Mich y disparé a varios de los caminantes con los que luchaba.

Después salió Maggie con armas y le pasó un par a Carol, Glenn salió enseguida y disparó aun estando herido.

El gobernador estaba desde su camioneta observando, a su lado estaba Martínez. Lo vi hasta que él Me miró, hicimos contacto visual y entonces dejó de disparar,  en eso se fueron dejándonos heridos y rodeados de muertos.

Volvimos a limpiar los patios y a despejar la parte de afuera. Daryl había vuelto y no sólo él, también Merle.

(...)

—Brooke... ¿Puedo...?

Era Daryl, estaba afuera de la celda mientras Hershell me limpiaba la herida.

—Te debo una disculpa por tratarte inadecuadamente.

—Está bien Daryl. Él es tu hermano y sé lo que sufriste al no encontrarlo en Atlanta.

—Gracias.

Hershell me vendó

—Ya está, cuida que no se infecte.

—Gracias Hershell.

Salimos de su celda y fuimos a la mía, me dió un fuerte abrazo y lloró en mi hombro.

—No pensé que seguiría vivo y menos que le haría daño a nuestros amigos.—me dijo.

—A todos nos tomó por sorpresa.

—Hay algo que debo decirte... Andrea está viva y está con el Gobernador.

—¿Qué? Ella estaba muerta...

—Desapareció y lo logró pero está con ellos.

—Merle también lo estaba.

—Siempre supe que había algo entre ustedes dos.— oí decir a Merle.

—Largate de aquí.-le dije.

Soltó su risa burlona y se fue de la celda.

—Prometo que no le hará daño a nadie, lo mantendré cerca.

—El no me preocupa...

Nos sentamos en la camilla, en silencio. Lo miré de reojo y lo observé, estaba herido, tenía marcas de moretones por distintas partes de su cara.

—Tengo algo que te puede servir.

Saqué de mi mochila una camisa, se la di, era negra y era de tela calientita.

—Gracias.

Se quitó la que tenía puesta, estaba rota por todas partes, también estaba sucia y llena de sangre.

Miré su torso, tenía marcas en su espalda, eran viejas, ¿Quién era Daryl antes de esto?, ¿Qué vivió que lo volvió tan débil y rudo?

—¿En qué piensas?—preguntó.

—En nada... Es solo que, ese tal Gobernador me parece extraño, no sé, no tenía porqué atacarnos.

—Matamos a muchos de sus hombres.

—Tienes razón.

Estaba confundida en este momento. No sabía de dónde venían todos estos pensamientos.

—Es bueno saber que tu hermano está vivo, creo que te ayudará.

—No te creo.

—De verdad, si tú estás feliz yo también.

Me tomó la mano y la apretó suavemente, me sentía pequeña, más de lo que era.

—Tienes manos de princesa.—le dije.

El ambiente entre ambos se estaba formando raro, incómodo, salían deseos desde lo más profundo de mi corazón que no sabía que tenía. Deseos que no tenía desde hace años.

—Tú, tienes manos de obrero.

—Gracias, Daryl.

Reímos, entendíamos el sarcasmo del otro a la perfección.

🌻

Sunflower. |Daryl&Tú|TWDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora