Capítulo 35

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Narra Leire.

-¿Vamos primero a por un helado, Mia?-Preguntó Ismael ya saliendo de casa.

-Siii.-Dijo la niña saltando y moviendo sus rizitos negros.

-Leire ¿Tu cuidas a mi primo a que si?

-Si ¿Porqué?

-Porqué la última vez que vine tenia heridas. -Dijo la niña. A Ismael se lo borró la sonrisa. Le di un apretón en la mano. Me sonrió.

-¿Me columpiais?-Dijo andando de espaldas para mirarnos.

-Venga vale. Dame una mano y a Leire otra.-Dijo Ismael y eso hizo la niña.

-A la de una.-Dijo Ismael.

-A la de dos.-Dije.

-A la de tres.-Dijimos a la par y la levantamos por los aires. Ismael puso una mano en su trasero y la levantó aun más alto y por más tiempo haciendo que estallara en carcajadas.

-¡Otra vez!¡Otra vez!-Dijo la niña tirando de nuestras manos. Repetimos el proceso.

-Leire nosotros le hemos pedido permiso a nuestras mamás. Porque siempre hay que pedir permiso para salir de casa, porque el hombre del saco es malo.-Dijo abriendo mucho los ojos- ¿A ti te ha dejado tu mamá?-Preguntó la niña. Mamá, si mi mamá estuviera viva yo no estaría aquí contigo reina. Es una niña no la puedo culpar es muy inocente. Aunque comentarios así hay a pares ya que la gente no es adivina. Tenga la edad que tenga. Los ojos se me llenaron de lagrimas al recordad a mi madre. Esos "buenos días mi niña" "Venga que espera un largo día" Venía a mi cama y me daba un beso en la frente. Pero no iba a llorar, menos con una niña delante.

-Si, me ha dado permiso.-Contesté al rato.

-Mira aquella es la tienda -Dijo Ismael señalando a su derecha- ¿ves el cartel al lado de la puerta?-La niña asintió -pues corre ves a elegir el helado.

Una vez la niña corria por la plaza hacia la tienda Ismael me abrazó.

-Lo siento, trébol.

-Es una niña no importa.

-Si importa, pequeña se te han puesto los ojos llorosos.-Dijo y ahora es cuando empecé a llorar. Pero a llorar fuerte. Todabia abrazada a Ismael. Mis padres eran mi punto débil. Papá, mamá quiero que volvais conmigo. -Tranquila mi amor. Tranquila.-Decía Ismael mientras pasaba las manos por mi espalda.

-Los echo tanto de menos, Ismael.-Dije entre sollozos.

-Lo sé cariño, lo sé. -Dijo, me separé de él y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano.

-¿Volvemos a casa?-Preguntó preocupado.

-No, vamos con Mia.

-¿Segura?

-Si. Estoy bien de verdad.-Mentí. El no estaba muy seguro, igualmente le di un ligero beso en esos hermosos labios y sonrió.

Mia estaba saltando delante de la puerta.

-¿Ya has elegido, Mia?-Preguntó Ismael.

-Sip. Quiero ese de chocolate.-Dijo señalando el cartel.

-¿Y tu Leire?

-Nada mi amor.-Era verdad se me había cerrado el estomago.

-Bueno pero hace calor.-Dijo.

-Ismael no me apetece de verdad.-Dije ya entrando en la tienda.

Mia alzó las manos para que la cogiera.

Una mala jugada en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora