Capítulo 4.

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Cuando llego al comedor me encuentro a Marvel hablando con Gloss. Por lo que veo están hablando de estrategias. No se han molestado en esperarme.

-¿Me estoy perdiendo algo?- pregunto con un tono un poco enfadado.

-Le estaba dando algunos trucos de supervivencia.- responde Gloss. 

-Genial, la próxima vez esperarme. Yo también participo en estos juegos.

Entran Denise y Cashmere por la puerta y nos ponemos a cenar. Yo estoy sentada al lado de Marvel y puedo notar como de vez en cuando me mira con asco. Todo el rato que dura la cena estamos callados. Hay un poco de tensión en el aire pero supongo que es normal ya que  dentro de una semana estaremos luchando en unos juegos donde matar gente te hace ganador. Saben que solo uno de nosotros ganará, a no ser nos acaben matando a los dos.

Terminamos de cenar y nos dirigimos a nuestras habitaciones. Son las once de la noche así que me pongo el pijama y me meto en la cama. Mañana llegaremos al Capitolio y será el desfile de tributos. Tengo que estar descansada para que mis futuros patrocinadores se lleven una buena impresión.

Llevo al rededor de una hora en la cama dando vueltas. No logró dormirme. Se que no es por los nervios, ya que no tengo de que preocuparme (salvo que mañana tenga ojeras) y no tengo miedo porque en una semana este en la arena matando gente. Tal vez este emocionada por llegar al Capitolio y esa emoción sea la que no me permite dormir. Finalmente consigo dormir.

A la mañana siguiente me despierto bastante pronto. Miro el reloj y me doy cuenta que son las siete de la mañana. ¿Que hago ahora? Llegaremos al Capitolio dentro de 5 horas y pretendía estar durmiendo 4.

Me doy una ducha rápida y me pongo los pantalones negros y la camiseta rosa del armario. Me peino el pelo y me lo dejo suelto. Salgo de la habitación y me voy al comedor. Cuando llegó me sorprende ver a Marvel mirando por una de las ventanillas. El tampoco ha dormido muy bien.

-¿Nervioso por el desfile? -pregunto acercándome a el y sentándome a su lado. Puede que no me lleve con el, ni siquiera quiero hacerlo ya que me costaría más matarle, pero a las 7 de la mañana encerrada en un tren no me apetece estar sola en una habitación.

-No.

Sigue mirando por la ventanilla. Me ofende que no se haya girado para mirarme pero el es más distante con la gente que yo.

-¿Y que haces aquí?

-Lo mismo que tu.

-Interesante. Escucha, se que somos enemigos pero nos vamos a tener que aliar te guste o no y no me gustaría tener que dormir con un ojo abierto solo porque tu y yo no nos llevemos bien. -digo con una sonrisa. Vamos a tener que pasar unas semanas juntos y probablemente nos ayudemos mutuamente si queremos acabar con los demás tributos, será mejor empezar con buen pie y cuando crea que ya tenemos confianza matarle. Suena cruel pero para mi es divertido.

-¿Tanto miedo me tienes?-responde mirándome  a los ojos y  devolviéndome la sonrisa. La verdad es que es muy guapo.

-Yo no tengo miedo a nada, pero prefiero asegurarme de que no me mataras.

-No lo haré... de momento. Pero si quedamos los dos tendré que hacerlo.

-Lo mismo digo.

Ambos nos reímos. El resto del viaje nos pasamos riéndonos y comentado como serán los demás tributos y también formamos estrategias para matar a los del dos cuando menos lo esperen. Es divertido estar con el, me va a costar matarle.

Cashmere entra por la puerta y un minutos después entran Gloss y Denise. 

-Bien dentro de 1 hora estaremos en el Capitolio. Por la tarde será el desfile así que hasta que empiece os estaréis preparando con un equipo profesional. Ellos os vestirán y maquillaran para que todo quede perfecto. Hoy es un día muy importante así que más os vale estar de buen humor y sonreír mucho. -comenta Cashmere. 

-Vale, perfecto. -respondo.

En esa hora Gloss nos comenta que los del Capitolio pondrán obstáculos si ven que los juegos están siendo aburridos. También dice que seamos amables con los del 2 ya que nos hará falta la alianza.

Al fin llegamos al Capitolio y miles de personas nos esperan en la estación. Marvel y yo vamos a la ventana y les saludamos con una sonrisa vencedora. Salimos del tren y nos llevan a arreglarnos para el desfile.

Me tumban en una camilla y me van preparando. Obviamente soy una chica que se cuida, y el día antes de la Cosecha me depile el cuerpo pero eso no frena a los estilistas y me vuelven a depilar las piernas, las axilas y las demás partes del cuerpo. Me enjuagan, me echan perfume, me arreglan las cejas y el pelo y finalmente terminan.

-Eres divina querida, espera aquí a que venga Elvin y te vea. -me dice una chica con la piel rosa, el pelo recogido en un gran moño a juego con la piel y la cara llena de piercings.

Se van de la habitación y me quedo sola. Cojo un albornoz blanco y me lo pongo, aunque probablemente me lo mande quitar. La puerta se hambre y entra un hombre de unos 38 años. La piel la tiene normal pero tiene varios piercings al igual que la otra chica. Va vestido con un traje rosa chillón.

Se para delante de mi y me examina de arriba a abajo. Da una vuelta alrededor de mi y se vuelve a detener.

-Quítate el albornoz. -Me lo quito sin vacilar y el vuelve a examinar mi cuerpo. Es una situación incomoda pero me esfuerzo en que me sea indiferente. Es mi estilista, me tiene que ver así. -Déjame decirte que eres una de las chicas más espectaculares que he visto en todo Panem.

Sonrío victoriosa. Estoy acostumbrada a que me alaguen pero viniendo de un estilista que habrá visto a cientos de chicas me alaga más.

Me vuelvo a poner el albornoz y me siento en la camilla.

-¿Como serán los trajes de este año? -pregunto. Todos los años nuestro distrito es el mejor vestido en el desfile. Siempre llevan algo de pedrería los trajes ya que el Distrito 1 es encargado de fabricar las joyas que llevan en el Capitolio. Desde que era pequeña he querido llevar un vestido así.

-Solo te diré que será espectacular. Un año más seréis los mejores vestidos. 

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