Te Compro A Tu Novio ᴹⁱⁿⱽ

«18»

Nunca pasó por su cabeza volver a ver al niño con el que por cosas del destino jugaba y aprendía a crecer pero el mismo destino lo puso en su camino importándole poco el resentimiento que tuviera.

— ¿Kim Namjoon? — Suspiró y a pesar de tener cierto rencor lo recibió feliz con un abrazo.

— Tae bebé, mira como has crecido cabezita de merengue. — NamJoon siendo más alto dejaba un beso en la frente del bajito.

— Maldito traidor, te odio.

— No, Me amas. Amas a este hermano mayor a pesar de todo.

— ¡Dios! ha pasado mucho tiempo. — ambos se extrañaban como los buenos hermanos que eran. 

— ¿De qué no me enteré Taecito? — Jimin interrumpió la pequeña conversación de los otros dos. 

— Este tonto del roce es mi hermano NamJoon. — TaeHyung miraba con mala cara a su hermano. 

— ¿Así que eres mi cuñadito? — Le susurró porque obviamente no diría eso en voz alta.

— Mi hermano es Hetero, bebé. — TaeHyung se burló riendo en voz alta. 

— ¿Pasa algo Tae?  — preguntó  el curioso Nam. 

— Muchas cosas Nam y tenemos que hablar. 

— Sí pero hoy no así que si me lo permites... — el peli plateado fue directo a tomar la mano de Hoseok y por supuesto que el pelirojo no iba a renegar la invitación. 

Y bien ahora si me quedé solo. Pensó TaeHyung.

Park JiMin no supo como actuar al momento de volverlo a ver, llevaba días frecuentando a personas ofrecedoras de sexo y no hablamos exactamente de prostitutas más bien sus propias empleadas indirectas para intentar dejar su gusto por TaeHyung, conoció a bellas mujeres con clase y elegancia y ni hablar de hombres de buena clase social con aquel toque varonil pero delicado — gusto que surgía por el castaño — el problema era que todo se estaba agotando y no debía volver a verlo por esa razón decidido tomar otro camino y dejar a su amigo NamJoon junto con el chico y Hoseok.

Sí, no lo buscaría ni lo ayudaría a pesar de verlo ahí solo, luciendo sexy y con esa cara de querer hacer algo, pero su voluntad y orgullo estaban elevados a mil por hora y no lo haría.

TaeHyung seguía preguntándose que pasaba en la cabeza de JiMin que no dejaba de verlo e incluso negaba hablándose a si mismo; quería reírse porque se imaginaba que las mismas dudas que sentía él también estaban afectando a JiMin. 

Su cabeza era un lío, tantos cambios y vueltas que la vida le regalaba inesperadamente lo tenían desesperado.
Primero su novio siendo infiel, que digamos era algo de lo que ya era consciente, después estaba su extraña amistad con el amante de su novio, el regreso de su hermano y ahora Park JiMin y vaya que este último era el más complicado porque no entendía que pasaba acerca de ellos dos, por un lado estaba el presentimiento de que JiMin no buscaba algo serio porque nunca traicionaría a un amigo y por otro estaba su actual atracción por el rubio porque a pesar que su cabeza le dijera que estaba mal, su maldito corazón se aceleraba con emoción y el zoológico que guardaba en su estomago no dejaban de celebrar con tan solo verlo, el solo hecho de verlo luciendo tan malditamente atractivo le instaban a dejar que su corazón reinara ante tal petición. El problema radicaba en que su cabeza le dictaba que no se moviera, que estaba mal, que llegaría el momento, que solo tenía que esperar pero ¿Estaba JiMin tan dispuesto a esperar?  Nadie dejaría su vida por una ilusión ¿No? No quería que Park JiMin se ilusionara por nada.