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«35. La boda»

Era uno de los días más importante de toda su vida, debía serlo. ¿Por qué entonces sentía que lo que se vendría sería lo peor? 

La ropa estaba lista reposando a un lado de su cama, era un hermoso smoking blanco, con detalles brillantes y sin corbata. Era acompañado por zapatos negros brillantes, y algunos accesorios para las manos.  Todo estaba listo.

Suspiraba y pensaba en como el tiempo pasó tan rápido, hace apenas un poco tiempo estaba eligiendo corbatas y hoy ya era la boda.

Su cabeza empezaba a maquinar ideas no deseadas, dejar de pensar en JiMin era la que más lo tenía loco. Existía una sofocación por sentirse atrapado, era asfixiante pensar día y noche una tonta excusa para acercársele pero el hecho de que JiMin ni siquiera le enviara un mensaje para disculparse lo ponía de mal humor. ¿Era posible que JiMin lo extrañara? ¿JiMin estaba arrepentido por lo de Baek?. Habían más preguntas que respuestas.

Era el día correcto donde entregaría su vida a alguien que aún dudaba si lo quería como esposo o no. Amarrarse a YoonGi era algo de lo que no podía darse la vuelta. Era un compromiso eterno por parte de TaeHyung...

Se sentó en su cama a un lado de su vestuario, admirando lo hermoso que lucía. Recordando lo precioso que estaba el decorado de la iglesia y la recepción donde se llevaría a cabo la fiesta. Su esfuerzo no fue tan grande pero el perfeccionismo de YoonGi si lo era.

Agarró su ropa para darle rienda suelta a su plan. 

YoonGi, por su parte, estaba nervioso, ya estaba listo y ansioso por lo que se venía. Sabía de buena manera que la decisión de casarse con TaeHyung no era vana, era algo que valía la pena, por lo que no perdería más tiempo.

Sonreía feliz a cada invitado que llegaba, su sonrisa era amplia y se sonrojaba cuando lo felicitaban por su decisión. Su familia lamentablemente no había llegado, el viaje era muy largo pero quizás después podían visitarlos. Viajar a Milán en luna de miel sonaba de maravilla. 

Los nervios estaban de punta, las manos le temblaban y sus piernas eran gelatinas andantes. Cuando vio a HoSeok a lo largo, comenzó a pensar que era un completo tonto por haber cambiado a TaeHyung por él, no consideraba que HoSeok valía lo mismo que TaeHyung, fue más una pérdida de tiempo y dinero.

HoSeok no iba a mentir, estaba feliz pero a la vez nervioso. No entendía porque TaeHyung continuaba aquella relación con su ex amante, era algo ilógico que la relación continuara a pesar de tantos baches, no iba a hablar con TaeHyung acerca de su relación con YoonGi, ese era un secreto que se llevaría hasta la tumba. Se sentía mal, sin embargo si la boda se estaba realizando era por algo. Odiaba ver a YoonGi con esa cara de felicidad absoluta mientras ocultaba descaradamente su infidelidad, era algo irónico, pero real.
No le tomaría más atención a aquello dado que ahora estaba feliz con NamJoon a su lado.

....

JiMin era un saco de nervios, la invitación recibida en su E-Mail no le agradaba y pues... ¿A quien le va a agradar que el amor de su vida se case con su pareja? A nadie, nadie sacrifica su felicidad por la felicidad de otro y quien lo hace, entonces es un tonto.