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Fue completamente cansado tener que viajar por horas, durmiendo incómodo en los asientos del avión. No había descansado propiamente como debería pero agradecía con un suspiro cansado que de una vez por todas habían llegado a su destino, Japón.

Retrocediendo a lo que pasó cuando SeoJoon llegó entonces...

TaeHyung alistaba sus maletas rápidamente para no perder tiempo en despedidas, de todas formas solo le agradecería a JungKook y a Jihyo por ayudarle a acabar con su antiguo compromiso.

Quizás era un cobarde por no escucharle a YoonGi su explicación pero es que sabía que nada de lo que le dijeran le haría cambiar de opinión.

Cuando SeoJoon llegó a la casa de JungKook este lo recibió con un saludo a lo que SeoJoon lo envolvió en un fuerte abrazo que duró casi cuatro minutos. La verdad se sentía mejor sentir apoyo de alguien que a pesar de no conocer su historia le apoyaba en todo lo que tomaba, apreciaba realmente el hecho de que no le juzgara y esperaba que cuando se lo dijera tampoco cambiara.

SeoJoon llegó a TaeHyung  cuando mas lo necesitaba y brindando aquel afecto que reconfortaba. Era simplemente agradable.

SeoJoon dijo que era mejor esperar antes de tomar otro vuelo, porque estaba cansado y tenía hambre y que también el castaño debería darle un mejor recibimiento. Para ser sinceros su estado de ánimo no era el adecuado para recibirlo pero no se merecía su mal humor cuando todo lo que ofrecía era sinceridad y amabilidad, así que acató su orden, esperaron y comieron un poco de pasta que había preparado la ama de llaves de JungKook . Todo estaba bien hasta ese momento, pero como la felicidad y las risas no son eternas, recibió la noticia de que YoonGi estaba en la entrada de la casa de su amigo buscándolo para llevárselo consigo a la casa donde antes compartían. El cuerpo de TaeHyung se tensó y SeoJoon entendió la huida indirecta de TaeHyung.

Como todo buen amigo, decidió salir por la parte trasera de la casa y tomar el primer vuelo de regreso a Japón. Durante el viaje no hubo preguntas, ni rostros confundidos. SeoJoon trató de hacer todo lo posible para que TaeHyung no se sintiera tan tenso o que pensara en lo que había pasado. Entre juegos y desvelos por asientos incómodos pasaron la noche. 

—TaeHyung... Solo tienen una habitación por hoy, así que nos toca dormir de cucharita porque no he avisado que ya llegué.—Dijo en tono juguetón. SeoJoon empezó a acercarse con una llave en su mano.

—Lo importante es descansar ¿No?

Y ambos subieron en el ascensor que daba directo a la habitación. 

JiMin estaba mal, por supuesto que sí

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JiMin estaba mal, por supuesto que sí. ¿Cómo no estarlo? Es decir, dejar ir a la persona que amaba no era cosa sencilla.

Era algo inexplicable, porque no lo podía explicar a quien nunca pasó por aquello. No había una explicación lógica a lo que estaba sintiendo. Nunca antes se había sentido tan roto y lleno de rabia y dolor consigo mismo, ni siquiera cuando se escapó junto con su pequeña hermana de apenas tres años del hogar de niños sin padres, ni siquiera con eso lograba sentirse tan mal.
¿Cómo superar esa pérdida?

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