40

93 15 0
                                    


—¿Seguro no quieres que te lleve? No tengo problema en hacerlo.

—No es tan lejos a donde voy, iré solo, vete ahora.— insisto quitando la bolsa de sus manos, que de hecho gracias a que conseguí una bolsa negra, no se puede ver lo que hay dentro.

Conozco a Yuvin y su mayor característica es que es demasiado curioso.

Luego de lo que escuché que él y sus amigos hablaban, preferí no decir nada sobre a dónde pienso ir, algo me dice que no debería hacerlo y ese algo, es que tal vez hablaban de alguien que conozco muy bien.

—Nos vemos en la escuela. Un placer conocerlos chicos.— al fin me libré de la bola de revoltosos. Yuvin es muy social, pero no esperé que terminara invitando a cinco completos desconocidos de internet. No es que me hayan desagradado por completo, pero los temas de los que hablan son o muy tontos, o recaen en burlas sobre otra persona lo cual es incómodo de presenciar. Otra razón más para irme de aquí.

Una vez solo —como gran parte de mi tarde— me convenzo de no perder más tiempo y en lugar de ir a la parada de autobuses la cual no estaba tan lejos realmente, en su lugar, subo a un taxi, pues aunque no es tan barato quiero llegar a mi destino lo más rápido posible.

Lo sé porque la idea de ver a Junho, tan sólo de pensar en verlo fuera de la escuela es muy lindo a decir verdad, hace que en mi rostro aparezca una boba sonrisa que no puedo evitar y al contrario; soy feliz con ello.

Estar con él, me hace olvidar por un momento mis problemas, hace sentirme menos solo con su compañía y al mismo tiempo, me entiende y en muchas de las ocasiones es de apoyo muy a su manera. Cuando no estoy en la escuela o el trabajo, hago lo posible por verlo o estar con mis amigos, de otra manera, seguramente mi vida seguiría siendo tan monótona o rodeada de personas que me han demostrado ser solamente superficiales. No es por hacerme la víctima, pero es verdad que he salido con un par de personas que al final, sólo estaban conmigo para encajar, por mi apariencia, porque estar conmigo les daba "popularidad". Muy estúpido ese pensamiento, soy una persona como cualquier otra, con problemas, inseguridades, deudas, responsabilidades al vivir solo y miles de problemas más con mi familia.

¿Cómo es que logro hacer muchos amigos sin siquiera esforzarme mucho? Pues es gracias a que la gente es quien se acerca primero a hablarme, u otras veces me armo de valor e inicio la conversación.

Todo pensamiento tonto y deprimente desaparece en el momento que el taxi que he tomado se detiene en la calle de la casa de Chacha, que al revisar mi teléfono me percato de que la distancia fue algo larga, pero el amable señor del taxi condujo algo rápido y por una ruta menos larga, por lo cual el trayecto fue de menos de una hora; me bajo no sin antes pagar y comienzo a caminar hasta su casa, porque me bajé algo antes.

La puerta se encuentra abierta, por lo que con algo de confianza me adentro por el jardín y llego a lo que es la puerta principal. Toco el timbre algo nervioso de quién pueda atender, recuerdo a la perfección los ruidos detrás de la voz de Chacha cuando hablábamos por llamada, hoy vino su familia a pasar la tarde.

Y se me ocurrió agregarme a su juntada familiar. No lo pensé dos veces y aún así decidí venir.

Conoceré a su familia.

Demonios, no me había detenerme a pensar seriamente la situación, simplemente estaba feliz por verlo que no me puse a analizar lo demás.
Ahora mi mayor preocupación es lo que vayan a pensar de mí, de mi apariencia, de mi relación con él,

¿Y si me hacen muchas preguntas?

¿Qué digo? ¿Y si digo algo de más o no de su agrado?

Dios, quisiera ser menos ansioso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

notes; junhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora