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— ¿Podemos hablar ahora?

Yohan se acercó donde Cha llamando su atención tocando su hombro. Este conversaba tranquilamente con su grupo de amigos —Minhee, Hyeongjun y Eunsang—, su vista se posicionó en él sonriendo ampliamente.

Se repitió a sí mismo que actuaría como una persona normal y cuerda frente al mayor.

— Oh, hola Yohan. Claro, hablemos —responde controlando el suspiro que amenazaba con salir de lo más profundo de su garganta. Le dijo unas cuantas cosas a sus amigos y siguió a Kim por el pasillo donde se dirigieron a la puerta que daba con el jardín.

Caminaron hasta una zona tranquila donde no hubiese muchas personas, justo en el césped tomaron asiento debajo de árboles no tan grandes que adornan el lugar. A lo lejos veían a estudiantes riendo, otros leyendo, escuchando música y uno que otro dormía en el suelo.

Nada molesto.

El silencio reinaba siendo no necesariamente incómodo, sino agradable gracias a la fresca brisa que adorna el ambiente, el sonido de las aves entre los árboles y las risas lejanas de los estudiantes que disfrutaban del receso extendido — por una junta de maestros — ayudan a que sea cómodo.

Yohan mira de reojo al chico a su lado, está sentado con las piernas cruzadas y sus brazos descansan de igual manera detrás de su nuca, recargado su peso en el árbol donde anteriormente tomaron lugar, sus facciones transmiten tranquilidad mientras descansa sus ojos estando cerrados. Una imagen completamente angelical del chico, justo a como es su personalidad en sí, es tímido pero al mismo tiempo ocurrente, y así como es tranquilo puede llegar a ser una bomba de persona cuando se lo propone, actuando como un chico extrovertido puesto que es lo contrario.

¿Tal vez sea mitad introvertido mitad extrovertido? ¿Cómo se les llamará a esas personas? ¿Introextrovertido?

Para empezar, ¿Existirá ese término?

No está completamente seguro, el menor le causa mucha más intriga de la necesaria, le encantaría conocerle a profundidad, saber sus gustos, sus más grandes sueños, sus metas a futuro, miedos, saber qué lo hace feliz y qué le preocupa. Quisiera cuidarlo, protegerlo de todo y todos, incluso de él mismo.

Hay tantas cosas que no sabe del menor y desea descubrir en un futuro.

Sí, hará que exista ese futuro con el menor.

Sonrió entre pensamientos soltando una pequeña risa, había pasado más del tiempo querido pensando en el lindo castaño a su lado. Regresó su mirar a susodicho, permanecía en la misma posición, recargado en él árbol con las piernas cruzadas y los brazos detrás en su nuca.

— Me gusta estar así. — soltó sincero sin apartar la mirada de él. Pero no respondió nada, supuso que esperaba a que continuara hablando— Me refiero a que, estando contigo aquí, simplemente con tu compañía, me siento en tranquilidad, feliz. — confiesa con el rostro levemente colorado.

Nada, seguía sin emitir palabra alguna.

Tal vez esperaba a que dijera algo mejor. Su confianza aumentó repentinamente sintiéndose con la seguridad de soltar esas palabras. Palabras que ni él mismo aseguraba querer decir antes, pero en este preciso momento, la necesidad de soltarlas le podían.

— Lo he pensado y...— soltó un pequeño suspiro para luego continuar — Tengo la necesidad de saber cómo estás, qué haces, si has dormido bien, de cuidarte, te pienso más de lo que me gustaría y es curioso porque me gusta sentirme de esta manera. Me gustas, Chacha.

Terminó de decir escondiendo su rostro entre sus rodillas, la vergüenza recorría cada parte de su ser.

¿Qué hizo exactamente?

Permaneció en la misma posición durante varios segundos, segundos en los que aclara su mente, tranquiliza los latidos de su corazón repitiéndose mentalmente: "hiciste lo correcto, Yohan, estás siendo sincero". Suspiró finalmente y levantó su rostro, dirigiendo de nueva cuenta su vista a Chacha, este ni se inmutó, seguía en la misma posición sin reaccionar.

Su entrecejo se frunce, algo preocupado.

¿Le pasará algo? Se preguntó a sus adentros.

Para confirmarlo, trató de llamarlo.

"Chacha, ¿Estás bien?" Nada, ni una respuesta de su parte. Con cuidado acercó su dedo pulgar, picando en varias ocasiones levemente su brazo, este al fin pareció reaccionar abriendo lentamente sus cansados ojos seguido de estirar sus brazos con desgane.

El menor se había dormido a su lado.

No escuchó ninguna de sus palabras.

— Lo siento, estaba muy cansado y sin saber me quedé dormido. — se disculpó soltando un bostezo al final, luego rascó sus ojitos para despertarse mejor — ¿Decías algo?

Sus ánimos bajaron, pero había presenciado una de las imágenes más lindas que nunca imaginó: Chacha luciendo adorable al despertar.
















Al fin actualizo esto, es un milagro.

La verdad es que había perdido el sentido de la historia, no sabía cómo continuar pero luego de semanas soy capaz de traerles esto, ¿Se lo esperaban? Porque yo no y honestamente amé el resultado.

Yohan siendo ahora el loco enamorado sjdndnks.

Espero que les haya gustado este capítulo.

Antes de irme, quiero contarles que en mi perfil podrán encontrar una adaptación de uno de mis fanfics favoritos del momento, "don't be a fool" con temática de los bebos de Cravity, por si gustan pasar a leerla, sé que les encantará.
(También la original que es de Ateez uwu en el perfil de cookxkook )

Nos leemos pronto:)

Yaz

notes; junhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora