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🌄 El mismo día
En el lado Sur del reino, había amanecido un poco nublado, nubes grises se asomaban por las montañas y un estómago crujía de desesperación. Magnus no quería abrir sus ojos, sabía que al hacerlo iniciaría su día de limitaciones, aunque debía ir a trabajar.
Era hijo único, su padre Asmodeus en algún momento fue un famoso sastre del reino. En la actualidad estaba casi en el olvido, gracias a Lorenzo Rey, que se encargó de destruir su carrera. Magnus, era huérfano de madre. La mujer murió por una peste que azotó al pueblo y no tuvieron los recursos para comprar sus medicinas, este suceso hizo que el chico no quisiera saber nada de su Rey. Por la mala publicidad de Lorenzo, los constantes robos al momento de buscar las telas y los impuesto, habían dejado a la familia Bane en la ruina. Por esta razón, Magnus debía trabajar en las haciendas de cacao como recolector, dos semanas al meses. En este empleo les pagaban un salario deprimente, sin embargo, los dotaban de ciertos kilos de la cosecha, para que las vendieran en el pueblo, cosa que podría tardar mucho. Con pesar se levantó de la cama, fue al baño. Luego a la cocina, ya su padre está ahí.
-Hijo, buen día -saludo el hombre-, ya está listo el desayuno.
-Buen día, pa' -lo abrazo por la espalda-, vamos los dos.
Asmodeus escondió su rostro, para evitar ver a su hijo.
-Tranquilo, hijo ya comí -le entregó el plato de un lado-, además necesitas comer, porque hoy tienes que ir a la hacienda.
Magnus vio con tristeza a su padre sabía que no había comido.
-Voy a comer un poco, me siento mal -se excusó.
No dejo terminar de hablar a su padre, tomó una de las rebanadas del pan duro y colocó parte del relleno, dándole Asmodeus el resto. Con cuidado y con mucha calma fue masticando los alimentos, para hacer algo de estómago.
-Magg, hoy voy a viajar al Este, a intentar vender el cacao y comprar tela para un vestido que me encargaron -le participó- a lo mejor me tarde toda la semana.
-Padre, es muy peligroso.
-Debo hacerlo, ya no tenemos dinero ni comida.
Magnus bajo su cabeza sabía que era verdad, con lo que tenían no iban a llegar muy lejos. Arreglaron el único caballo que tenían, para Asmodeus. El moreno se fue caminando hasta la hacienda.
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★El sol era incremente, tenía hambre y sed. El cuidador de la hacienda no les había llevado agua para refrescarse, por lo que cayó en el piso inconsciente.
-Magnus, responde -lo sujeto su compañero-, siéntate. Emma busca agua rápido.
La chica corrió entre las plantas. De regreso la acompañaba el hijo del señor Morgenstern, el dueño.
-Raphael, ¿qué sucede? -preguntó Jonathan.
-¡Patrón!, Magnus se desmayo.
Jonathan se agachó y colocó un poco de agua en sus labios.
-Vamos amigo despierta -le pedía el hombre a su lado.
Los ojos de Magnus comenzaron a moverse con cuidado. Al ver al rubio se asustó.
-Disculpe... Pa... Patrón -tartamudeó de la impresión- no me despida necesito el trabajo.
-Tranquilo Magnus, vayamos a la casa grande -le solicitó su jefe.
Al llegar a la cocina, Jonathan le ordenó a la cocinera que le sirviera un plato de comida. Se sentó en una mesa olvidada y comenzó a comer rápido con sus manos.
-Magnus despacio, te hará daño -dijo su jefe con cariño.
Magnus no lo escuchaba tenía muchos días sin comer bien. Al terminar la cocinera le sirvió un poco más y lo volvió a devorar sin dar tiempo alguno.
-Magnus, hoy irás a casa temprano -dijo Jonathan desde la puerta.
-Pero señor, no he terminado y no me pagarán completo -dijo entre sollozos.
-No Magnus, yo te pagaré hoy -metió su mano en el bolsillo con una gran sonrisa-, además, quiero hacerle un regalo a mi esposa y necesito que le lleves este modelo a tu padre, es con la misma tela de la otra vez.
-Puedo llevárselo, aunque mi padre está de viaje y regresa el final de semana -recordó-. Todavía tenemos esa tela, yo lo comenzaré si lo termino se lo traigo, señor Jonathan.
-Antes de irte iras con Claudia, para que te entregué una canasta con comida. Luego puedes ir a descansar y regresaras la semana que te toca.
Con eso el chico salió por sus cosas.
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★La canasta con el cacao pesaba mucho, al no tener el caballo debía cargarlo, al igual que la comida. Caminaba por los senderos, cuando vió un cuerpo en la orilla del río, por un momento sintió una mezcla de miedo con pesar. Se acercó con cuidado, la persona estaba inconsciente con su ropa rasgada. Magnus no pudo hacerse el desentendido. Un caballo con los símbolos del Palacio caminó en dirección hacia ellos, Magnus sujeto sus amarres, pudo ver en el pecho del animal la palabra Iglesia. Con cuidado lo anudo al árbol más cercano.
-Hola, disculpe -fue lo único que supo decir.
Su mirada se perdió en el rostro de aquel hombre dormido. Su cabello negro azabache hacían juego con sus mejillas blancas, pero un poco marcadas por los golpes y sus labios partidos era el resultado de una fuerte pelea. El desconocido se removió, al sentir el calor de otra persona se despertó asustado.
-No me haga nada, ya lo entregue todo.
Magnus se quedó con la boca abierta al ver el color de sus ojos, eran avellanas, un color hermoso. La piel de Alec se sonrojo, al ver la expresión de Magnus. Con rapidez bajo su mirada para percatarse que estaba casi desnudo. El moreno se volteó con pena y solo pudo murmurar:
-Lo lamento solo quería ayudarlo.
-No creo que pueda, mi ropa está rota y perdí a Iglesia... Mi caballo -se quejó algo malhumorado.
-Aaammm, está en el árbol -señaló tímidamente- ¿Puedo coser su ropa?
-No me malinterpretes, pero son trajes muy costoso y no creo que un agricultor pueda más que dañarla.
-Mi padre es sastre, me enseñó el oficio -contestó viendo el piso con pena-, está en su derecho en dudar. Permiso debo retirarme.
Alec supo que no podía ir al castillo en ese estado, no le quedó otra opción sino que disculparse.
-Lamento haber sido tan grosero y sacar suposiciones mal infundadas.
Magnus se quitó su capa y se la ofreció con mucho pesar. Con el objetivo de cubrir su hermoso pecho.
-Pero está sucia.
-Lo lamento señor -se disculpó recogiendo su mano.
Alec tomó rápido la prenda, sabía que había sido grosero nuevamente. Se la coloco por encima de sus hombros, al quedar cubierto un delicado olor a sándalo que inundó su nariz. Suspiro con el agradable aroma, y con una pequeña sonrisa se terminó de quitar la camisa.
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Publicado el 21 de octubre de 2020
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No Busco Princesa . 👸🏻🤴 || «Malec»
Fanfiction✿*:・゚ 💖 ゚・:*✿ Completa ✿*:・゚ 💖 ゚・:*✿ En un reino muy lejano, vivía un príncipe encerrado en su castillo por mandato de su padre. A escondía salía para ayudar a su pueblo el cual también era sometido por el Rey. En uno de esos viajes su coraz...