Yoongi, un veterinario, no tiene la mínima intención de comprometerse con nadie, hasta que conoce a Jimin, el chico de sus sueños.
Sin embargo, hay un pequeño problema, el joven se levanta cada mañana sin recordar absolutamente nada del día anterior...
- Jimin!! Ten cuidado no quiero que te lastimes!! - gritaba yoongi mientras intentaba seguirle el paso al alegre chico que corría por el gran campo de flores amarillas, su risa llenando el silenció.
- esto es genial!! Es tan hermoso!! Yoonie!! Ven, corre! - le gritó mientras mostraba su hermosa eyes smile, igual sonrió y tomó fuerzas para correr tras de el.
- voy a atraparte!! - entre risas y pequeños juegos corrían por el campo, junto al atardecer que comenzaba a asomarse y la suave brisa del verano.
- espera! Yoonie me haces cosquillas - reía a causa de yoongi que movía sus traviesos dedos por las costillas del rubio que solo podía retorserse y reír a carcajadas - ya ~ basta ~ - entre risas ambos cayeron al suelo, uno encima del otro.
Yoongi viendo sus pequeño ojos cerrarse junto a su gran sonrisa, notando un diente algo torcido pero le daba un toque de ternura junto a sus mejillas algo rosas por correr, se veía tan feliz que hacía a su corazón agitarse al ser una de las causas de su felicidad. Jimin se merecia el mundo y se lo daría si de alguna forma pudiera atraparlo en una pequeña cajita.
- eres hermoso - dijo después de apreciar a Jimin por unos cuantos minutos más, este río avergonzado sintiendo sus mejillas tomar más color - puedo besarte? - preguntó sonriendo viendo a un muy avergonzado Jimin, quien asintió lentamente.
Tomó sus rechonchas mejillas y se acercó a sus labios, cuando estuvo a centímetros de chocar sus labios se detuvo, Jimin se vio confundido, con una mirada de decepción al notar que se detuvo, sonrió al ver que Jimin igual deseaba ese beso y sin esperar más lo beso lentamente, disfrutando como sus gruesos labios encajaban perfectamente con los suyos al moverse, las lenguas salieron y se entrelazaron pero sin ningún tipo de otras intenciones, solo era un tierno beso demostrando todo lo que sentían. Al separarse Jimin lo miro sonriente mientras mordía su labio, yoongi no podía sentirse más enamorado.
- no hay nada como el primer beso - ambos se miraron con grandes sonrisas mientras el atardecer era el fondo de su tierna escena.
- nada como el primer beso - repitió sonriente yoongi para luego volver a besarlo, acariando sus mejillas con sus pulgares.
Su tarde paso entre besos y juegos como si fueran dos adolescentes en su primer amor, yoongi no podía estar más hechizado por el rubio y este sentía que siempre lo amo.
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