Prólogo

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¿Sabías que las estrellas que vemos en el cielo son astros que han cumplido su transcurso de vida? 

Aquello spuntitos que brillan en la noche realmente ya no viven, pero nosotros aún podemos verlos resplandecer en el cielo con tanta fuerza, haciéndolo sumamente fascinante. Podría decir que es un regalo del tiempo. Un pequeño regalo que nos ha hecho sonreír en algún momento.

Pero esto no es el único regalo que nos ha dado. Y eso fue algo que aprendí cuando al dormir, yo comenzaba a vivir. Porque el tiempo es mágico y muchas veces creemos que es corto, pero realmente solo es un favor. Un favor para nosotros aquellos que hemos perdido tanto en otras vidas y juramos con todo el corazón por una vida más. Una vida más donde hagamos las cosas bien a cambio de lo que nos hace ser lo que realmente somos: nuestros recuerdos. 

No tengo un nombre, ni tampoco existo. Realmente no sé que soy, pero me gusta creer que soy aquellos que los de tu mundo llaman como "ángel", pero no busco ayudar a la gente, ni tampoco cumplo deseos. Tal vez sea más un espectador. O un oyente. Tal vez un lector. 

Lo que sí te puedo decir es que observo todo y probablemente he pasado más tiempo en la tierra del que me hubiese gustado. 

Pero no todo es tan malo. 

He visto cosas que todos los seres humanos envidiarían en cada una de esas estrellas que han cumplido su siglo, pero tengo una historia favorita. Una pequeña historia que no parece terminar aunque quisiese. 

Y parece que hoy, por fin, vas a poder escucharla. 

en un millón de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora