Capitulo 3

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Yo era la última de ese grupo. Me acomode en el único asentó libre que quedaba, junto a una chica. La miré y me dedicó una sonrisa.

- Hola. Soy Claudia, ¿ como te llamas ?.

- Hola. Me llamo Michelle - dije.

- Un gusto Michelle - dijo Claudia.

Después de eso no volvimos a hablar. Esperamos a que terminaran de organizar los grupos. Ninguna de nosotras ( me refiero a mis amigas ) quedamos en el mismo grupo.

- Bueno jóvenes así quedan los grupos. Luego rotarán para las otras clases y con saben se encontrarán con otros compañeros - dijo la directora - ya pueden retirarse.

Me despedí de Rose y Chris y fui con mi grupo a las aulas asignadas. Mientras caminaba iba pensando en como sería este nuevo año, que nuevas amigas o enemigas haría y quién se cruzaría en mi vida. Al menos este era mi ultimo año en el instituto.

Llegamos al aula y como casi todos se conocían entre si , se sentaban juntos los que eran amigos o por lo menos conocidos. Me senté en un opuesto vacío. Aún quedaba libre el otro, por lo que no me preocupé. Pero eso cambió, porque a los cinco minutos de haberme sentado, alguien se sentó junto a mi. no vi quien era porque estaba concentrada en mis pensamientos, pero lo único que bastó fue girar me para encontrarme con un chico. Él era alto, con piel pálida, cabello negro y liso que le llegaba a los hombros y unos ojos extraña y hermosamente grisáceos casi negros.

Lo miré embobada, pero inmediatamente tomé compostura y volví a girarme.

- Hola- dijo el chico sonriendo burlón.

- Ho...Hola - tartamudeé. Este chico me ponía nerviosa.

- ¿ Como estas ? - dijo.

- Bien. Aburrida, porque es primer día de instituto, ¿ y tu ?.

- Bueno pues bien. ¿ Cómo te llamas ?.

- Michelle Liejett , ¿ y tú ?.

- Danilo Woods. Un gusto conocerte Michelle.

Dicho esto me estrechó la mano y me dio un suave beso en la mejilla. obviamente me sonrojé. Danilo me observó y dijo :

- Te ves muy linda cuando te sonrojas.

Ante su comentario me sonrojé aún más, por lo que rápidamente me giré para quedar mirando haca el frente. Al preciso momento de girarme entró el profesor.

- Buenos días jóvenes. Mi nombre es Manolo Winters y soy el dicente d cálculo - él era un hombre de edad avanzada, más o menos de unos cincuenta y cinco años, bajito y medio calvo - los voy a acompañar las dos horas siguientes.

Dicho esto puse mala cara y recosté la cabeza y los brazos en el pupitre. Odiaba las matemáticas profundamente, además de que nunca fui buena para ellas. Mientras pensaba en todo esto Danilo me susurró.

- ¿ Oye , estas bien ? - dijo.

- Si. lo que pasa es que no soy buena para las matemáticas , además de que las odio profundamente - contesté.

- No te preocupes, te ayudaré en todo lo que necesites. No soy muy bueno pero podré ayudarte sin problema - dijo el chico.

- Gracias - susurré agradecida.

ÉL En mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora