Capítulo 2. No me ignores.

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Como había temido, el chico raro me siguió y se ubicó en una de las bicicletas cercanas a mí. Subí la música y no le presté atención. Comencé a pensar en la universidad, el lunes tenía un examen y aún no había estudiado, mis amigos seguramente estaban durmiendo por la fiesta de ayer a la que no pude ir, y no creía que tuvieran ánimos para estudiar. Súbitamente, el chico raro me quita un auricular. Antes de que pudiera hablar, él lo hizo.
-No me ignores-Me pidió. Suspiré. -Este gimnasio está desolado, y me aburro sin hablar con nadie-Replicó.
-Pues puedes ir a algún gimnasio de barrio, te ahorras dinero y tienes "amigos"-Dije haciendo una mueca y haciendo las comillas en la palabra amigos.
-Eres una riquilla ¿no?-Preguntó observándome con suficiencia. Por un momento me sentí inferior, ¿qué tenía de malo tener un poco de dinero?
-Ajá- Sólo dije.
-Mientes-Me acusó. Lo miré incrédula y él siguió. -Tus padres tienen dinero, y por eso lo tienes tú. Si ellos no tuvieran dinero, ahora estarías en algún gimnasio de barrio, haciendo "amigos", como dices tú-Murmuró.
-Qué sabrás tú-Dije un poco molesta, pero en realidad no sabía cómo excusar su acusación.
-Niégalo-Me desafió. Puse los ojos en blanco y seguí con mi ejercicio. Sorprendentemente "Don raro" se dirigió a hablar con Billy. Me coloqué los auriculares simulando que escuchaba música pero en realidad quería escuchar la conversación. Pausé la música y escuché.
-Billy, me gustaría cambiar mi horario, la gente es muy desagradable-Comentó "Don raro".
-Lo cambiaste la semana pasada, debes mantenerlo un mes por lo menos. Te quedan tres semanas-Respondió Billy. "Don raro" suspiró audiblemente y me observó durante un momento. Luego en la caminadora, comenzó a caminar con la mirada perdida, hundido en sus pensamientos. Me encogí ligeramente de hombros y comencé a estirar un poco, pues sino el dolor sería insoportable. Cuando finalicé, me quedé sentada un momento, tomando mi agua helada. Observé a "Don raro" y me descubrió mirándolo. Tuve intención de disimular pero decidí mantener la mirada. Me levanté.
-Hey, "Don raro"-Lo llamé. -Disculpa mi mala actitud-Murmuré. Él soltó una carcajada.
-¿"Don raro"? Mi nombre es Louis-Dijo y luego volvió a quedarse serio. -¿Me pides diculpas porque lo sientes de verdad o porque te sentiste mal por lo que dije?-Me preguntó con los ojos entrecerrados.
-Es solo una disculpa. La tomas o la dejas, no es tan complicado-Dije volviendo a mi mal humor habitual.
-La tomo "Señora molesta"-Murmuró y sonrió.
-No te diré mi nombre-Dije y me dirigí a mi locker. No pude evitar sonreír, pero tan pronto como esa sonrisa surgió, la hice desaparecer. Tomé mis cosas y luego de despedirme de Billy, regresé a mi apartamento.

No control. (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora