Capítulo 1. "Don raro".

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Entré al gimnasio como cada sábado y luego de saludar a Billy el dueño, me dirigí a los lockers. Ya hacía tres meses que venía. Adoraba venir temprano, ya que nadie estaba allí a estas horas. Eran las 07:30. Dejé mi bolso en el locker de siempre y ajusté mi peinado un poco. Luego fui hacia los aparatos. Ese día quería empezar en la caminadora, asi que me dirigí a una de las diez que habían. Me coloqué los auriculares y al ritmo de "Shake it off" de Taylor Swift comencé a caminar y luego a correr. No pasaron dos canciones más, cuando vi por el rabillo del ojo que alguien comenzaba a usar la caminadora que estaba a mi lado. Al principio pensé que era Billy, pero luego al mirar con detenimiento, pude darme cuenta que no. Era un chico nuevo en el gimnasio, o por lo menos en estos tres meses no lo había visto. Me resultó un poco molesto que usara la caminadora que estaba a mi lado, por lo que detuve la mía, y me dirigí hacia otra que estaba varios metros más alejada. La música cambió y comenzó a sonar "Bang bang". Me concentré en correr acompasando la canción. Al cabo de un rato, vi al chico raro venir hacia mí. Se ubicó en otra caminadora, que estaba cercá de la mía. Suspiré audiblemente y con la poca paciencia que me quedaba, volví a la caminadora inicial, otra vez apartandome de "Don raro". ¿Habían diez caminadoras y justo usaba la que estaba a mi lado? Era demasiado molesto. Por última vez, traté de concentrarme en la música y seguir corriendo. De pronto tuve sed, y al buscar mi botella, vi con irritación que la había olvidado al lado de la otra caminadora. Sentí más sed ahora. El chico extraño observó la botella y sonrió con suficiencia. Puse los ojos en blanco y seguí corriendo. No pensaba volver a por mi botella.

No pasaron dos minutos, cuando "Don raro" estaba una vez más, en la caminadora de al lado. Me quité los auriculares con frustración y le dediqué una mirada furiosa.

-¿Qué pasa contigo? ¿Qué quieres?-Pregunté exasperada.

-Que mal educada...-Comentó en plan peleador. -Vine a traerte esto, creo que es tuya-Agregó extendiéndome la botella. La agarré con rudeza.

-¿Y las demás veces?-Exigí.

-Estaba aburrido-Admitió divertido.

-No sé que tiene de divertido molestar a la gente-Comenté y comencé a correr más rápido ahora.

-Es divertido cuando se enojan-Murmuró y comenzó a correr a la par mío. Detuve la caminadora y busqué con la mirada algún otro aparato que no requiriera mucho esfuerzo. Visualicé algunas bicicletas del otro lado del gimnasio y fui hasta allí, sin volver a mirar a "Don raro".

No control. (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora