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Solo faltaban 2 min para que esta tortura acabe. Ya había soportado 5 horas y 58 minutos bajo el ardiente sol mientras seguía bailando en las calles de Seúl llamando la atención de cada persona que pasaba.

¿Quien soy?

Soy la que se encuentra sudando la gota gorda dentro de este abultado y caluroso traje de oso. Para mi mala suerte hoy la temperatura en Seúl es demasiado de calurosa ni siquiera hay una sola nube.

Eran más de las 4 de la tarde, al menos el sol ya comenzaba a bajar su intensidad.

Algunas personas se detenían a tomar una foto o grabarme y agradecía al cielo que nadie pudiera ver mi rostro ni reconocerme. Si no entonces mi vida sería un caos, mucho peor de lo que ya es.

Mi alarma sonó anunciando que mi turno terminó. Tome mi bolso del suelo y caminé al servicio sanitario público. Me quite el desagradable traje de oso viendo mi ropa empapada en sudor.

Me acerqué al lavamanos tome un poco de agua en mi mano, me lavé la cara y me mojé un poco el cuello. Cambie mi ropa sudada por una limpia luego de tratar de bañarme con un paño húmedo.

Mire mi reflejo en el espejo y suspiré, estaba agotada y no solo por usar ese pesado traje.

Mi celular sonó avisándome de un nuevo mensaje, lo tome y lo leí:

~SunnySmile:
Se ha enviado $500.00 a tu cuenta #724148.
Sonríe y se feliz.
                                          - HS

Otro día de trabajo completado, volví a ver la hora y aún faltaba 40 minutos para mi siguiente trabajo.

Hoy es domingo lo que significa que tengo dos trabajos de medio tiempo para así tener lo suficiente para sustentarme al menos durante dos semanas.

Claro está luego de pagar mi matrícula, hacer compra, pagar las facturas, ahorrar para el autobús y claro la renta. Aunque solo es la mitad pues mi compañera de piso paga la otra parte.

Luego de asearme un poco y entregar el traje de oso en la tienda de perfumes, fui a un mini market cerca compre un gimbap y una soda. Tome el autobús hacia el restaurante.

Al llegar a mi último trabajo del día tome un profundo respiro al ver desde afuera la interminable fila de clientes esperando para entrar.

Entre por la parte de atrás, ponche, me coloqué el mástil, los guantes y comencé a lavar los platos usados. Torres y torres de platos sucios esperando por ser limpiados me recibieron.

Cuatro horas después escuché mi nombre ser gritado.

— Kang Mi Rae — busque a la persona que me llamó viendo al gerente en la puerta — el jefe la llama a su oficina.

Me quite los guantes, los platos sucios habían disminuido bastante y agradecía que solo quedaba 40 minutos para salir, el restaurante ya había cerrado y todos limpiaban para irse a su casa.

Al estar frente a la puerta toque dos veces y entre luego de escuchar el pase.

—Oh, señorita Kang tenga — dijo extendiéndome un sobre de nómina lo que era extraño pues aún faltaba una semana para el día de pago en el restaurante —estamos agradecidos con su trabajo, aquí está su nómina y su compensación espero le vaya bien.

Espera, ¿Compensación? - pensé

—¿Me... me está despidiendo? — pregunte con el ceño fruncido.

Soy REALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora